Axel Kicillof advirtió el jueves que ve posible desdoblar las elecciones generales de la provincia de Buenos Aires, a pesar de que las primarias abiertas y obligatorias serán el 13 de agosto, el mismo día que las nacionales. El misterio sobre la fecha en que se definirá su sucesor es una carta que le da la ley aunque ninguno de sus predecesores la ha usado: en los 40 años de democracia siempre se votó el gobernador a la par del presidente o de cargos nacionales.
“Nuestras leyes nos permiten hacer la elección desdoblada. Es posible”, dijo, en una visita a Berazategui y aumentó así la inquietud tanto entre sectores del Frente de Todos como en Juntos por el Cambio. Es un dato que puede condicionar la estrategia no solo provincial sino que puede influir de manera concluyente en la carrera presidencial.
Lo que sigue es una guía para entender las principales incógnitas detrás de la maniobra de Kicillof, las implicancias legales, cómo cambiaría la situación para los votantes y qué impacto político podría tener en cada uno de los frentes que se disputan el poder en lo que queda del año.
¿Por qué Kicillof unificó la fecha de las PASO con las nacionales y no lo hizo con las generales?
Kicillof estaba obligado por ley a convocar las PASO provinciales el mismo día que las nacionales. El artículo 2 de la ley 14.086, que regula las primarias en la provincia, dice que “cuando el Poder Ejecutivo Nacional convoque a elecciones primarias nacionales (…) las elecciones primarias obligatorias y simultáneas provinciales se realizarán el mismo día”. La ley electoral le da en cambio la posibilidad de elegir para las generales: dice que se “podrá” convocar a las elecciones a gobernador “simultáneamente” con las de Presidente. Pero no es obligatorio.
¿Qué plazo legal tiene Kicillof para decretar la convocatoria electoral y cuál es la fecha límite para votar al gobernador?
La convocatoria a las elecciones de gobernador debe ser hecha con no menos de 90 días de anticipación a los comicios, dijeron a LA NACION fuentes de la justicia electoral. La ley no es del todo clara y hay quienes interpretan que el plazo a aplicar es de 60 días. De todos modos, en cualquier caso, si desdoblara los comicios, Kicillof tendría la chance de citar las elecciones después del cierre de listas (es el 24 de junio), pero antes de las PASO, que son el 13 de agosto.
Es decir, el gobernador tiene la opción de complicarle el armado de las candidaturas a la oposición, ya que si mantiene el misterio tendrán que oficializar las boletas para las primarias sin saber cuándo y cómo será la elección general.
Las presidenciales son el 22 de octubre. En el caso de desdoblar, el cronograma electoral le permitiría establecer a Kicillof que se vote otros cinco domingos distintos. El primero de esos es el 1° de octubre; el último, el 5 de noviembre, detallaron fuentes de la justicia electoral. Aunque la fecha más probable, en caso de que avanzara por este camino, sería el domingo 8 de octubre (el 15 parece poco probable porque es el Día de la Madre).
¿Tiene la posibilidad de hacerlas el mismo día, pero con un sistema distinto, como las “concurrentes” que organiza Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad?
Sí, no hay una norma que le impida a Kicillof disponer que se vote con boletas separadas y en dos urnas diferentes a gobernador y a presidente. Sin embargo, en la práctica esto sería extremadamente difícil. En la provincia de Buenos Aires habrá unas 38.000 mesas, sumado a que se votan legisladores, intendentes, concejales y consejeros escolares. “No hay espacio para duplicarlas, habría que dividir las aulas”, especuló un funcionario judicial.
¿Con qué sistema se votaría si fueran desdobladas las elecciones?
El único sistema que prevé la ley para las elecciones bonaerenses es la boleta sábana de papel. El voto electrónico no está habilitado y tampoco la boleta única de papel.
¿Por qué en el Gobierno sospechan que la amenaza de desdoblar es un mensaje para Alberto Fernández?
Kicillof coincide con la idea del kirchnerismo de que el Frente de Todos debe tener un candidato de unidad a la Presidencia, lo que daría un especial poder decisión a Cristina Kirchner. Alberto Fernández, en cambio, insiste en que debe haber primarias para definir el liderazgo. Al decir que podría desdoblar las elecciones en Buenos Aires, el gobernador envía un mensaje amenazante a la Casa Rosada. Si adelantara la contienda provincial, un candidato presidencial albertista que ganara la interna en agosto tendría que competir en la primera vuelta de octubre sin el respaldo y la movilización del aparato peronista bonaerense, que ya se habría jugado su suerte en un domingo previo. Es una forma clara de exhibir la debilidad a la que se exponen Fernández y su eventual delfín si insiste en defender las primarias.
¿Qué pasaría si el Frente de Todos va con un solo candidato a presidente?
Si el candidato surgiera de un acuerdo de cúpula, avalado en ese caso por Cristina Kirchner, es indiscutible que Kicillof descartaría el desdoblamiento. Si fuera Sergio Massa el postulante, lo primero que haría sería garantizarse que todo el aparato peronista bonaerense comparta con él la boleta de votación. Lo mismo ocurriría si Cristina finalmente se anota para competir por algún cargo. Incluso se mantiene la presión de sectores kirchneristas para que sea Kicillof quien dispute la Presidencia y en esa eventualidad también sería impensable un desdoblamiento electoral en la Provincia.
¿Cómo complica a Juntos por el Cambio el hecho de no saber cuándo serán las elecciones a gobernador?
A la coalición opositora le incomoda la indefinición porque agrava la discordia interna para ordenar la oferta bonaerense. Tiene que decidir sus candidaturas sin saber la fecha electoral. En general el candidato a gobernador está muy condicionado por el arrastre de la boleta presidencial. Pero en caso de desdoblamiento, ese efecto se dará en las PASO y no en las generales. Por eso crecen las presiones para designar un candidato de consenso que sea competitivo en cualquier circunstancia. Diego Santilli es quien aparece hoy mejor ubicado en las encuestas, pero Larreta no está de acuerdo en “compartirlo” con su rival, Patricia Bullrich. Otros dirigentes creen que la indefinición de Kicillof obligará a Bullrich a elegir de entre sus candidatos a un dirigente con peso electoral propio. Hoy quienes pugnan por quedarse con ese lugar son Joaquín de la Torre, Javier Iguacel y Néstor Grindetti. Cristian Ritondo, que acompañaba a María Eugenia Vidal hasta que se bajó de las presidenciales, argumenta que él puede darle a Bullrich esa competitividad que busca y que está en mejores condiciones de enfrentar solo a Kicillof.
Más allá de estas peripecias internas, en JxC creen que Kicillof no va a cambiar la fecha. Sobre todo porque se arriesgaría a un virtual ballottage contra el ganador de las PASO cambiemitas. Al desactivarse el arrastre presidencial, limitaría dramáticamente el efecto Javier Milei, que dividirá el caudal opositor.
¿Cuál es el impacto que tendría sobre La Libertad Avanza, de Javier Milei?
A Milei lo complicaría mucho un cambio de fecha. No tiene aún candidato bonaerense. Los libertarios argumentaron desde un principio que era una cuestión menor para ellos porque el éxito de quien designaran estaría atado a la suerte de Milei. Como se ha corroborado en las provincias que ya votaron, el desempeño de los libertarios es más que discreto sin el nombre del economista en la boleta.
¿Podría tener alguna injerencia en términos de participación ciudadana en la votación?
En la oposición sospechan que puede ser una motivación oculta de Kicillof, en una situación de emergencia. Suponen que en el actual clima de pesimismo social habrá una fuerte abstención en unas elecciones convocadas a dos semanas de las presidenciales y que, en esa eventualidad, aumentaría el peso de la movilización que garantiza el aparato peronista de Buenos Aires.
¿Qué pasaría con las elecciones para intendentes y legisladores bonaerenses?
Las elecciones a intendentes y legisladores bonaerenses son, sí o sí, el mismo día que las de gobernador. El artículo 114 de la ley electoral de la provincia dice que gobernador y vice deben votarse “conjuntamente” con los “senadores y diputados provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares”.