Elija alguna de las siguientes fechas: 10 de diciembre de 2019, 14 de noviembre de 2021 y 21 de abril de 2023. Para facilitarle la tarea, le recuerdo que la primera corresponde al día en que Alberto Ángel Fernández comenzó su período presidencial; la segunda es la fecha en que se celebró la elección legislativa de medio período; y la tercera el día que anunció que no será candidato a la reelección.
La respuesta depende de la perspectiva que se utilice: los interesados en la dinámica del Frente de Todos optan por la tercera fecha. La que a mi me interesa es la referida al encuadre y respaldo políticos que tiene que tener cualquier política económica. Desde este ángulo la fecha clave es la segunda: en un país presidencialista y personalista como la Argentina, el presidente quedó irremediablemente debilitado cuando el oficialismo perdió, y por mucho, la elección de 2021.
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La historia es elocuente al respecto. Alfonsín ganó la primera elección intermedia y perdió la segunda (recuérdese que, antes de la reforma constitucional de 1994, la gestión presidencial duraba seis años); Menem ganó las dos primeras y obtuvo la reelección, empatando la intermedia de su segunda presidencia; y De la Rúa perdió la de medio término, renunciando poco después.
Desde el punto de vista electoral, el caso Fernández se parece al de De la Rúa, pero a diferencia de éste –afortunadamente– busca terminar su mandato. De manera que, desde el punto de vista de continuar en el puesto, se parece al de Alfonsín. Quien también lo intentó, pero por la hiperinflación adelantó la llegada de Menem, del 10 de diciembre al 8 de julio de 1989.
Hacer política económica con un Poder Ejecutivo políticamente debilitado, y con poco instrumental disponible, no es nada fácil. Por lo cual, en las actuales circunstancias intentar “llegar como sea” no sólo no es poco, sino que es muchísimo. Sólo Dios sabe si Massa y Rubinstein lo lograrán. Hay que tomar las decisiones sobre la base de que efectivamente lo van a lograr, pero atendiendo el comercio, la industria y el estudio profesional, con la radio y la TV prendidas (aunque no pendiente de cada rumor).
En 2019 vivimos algo parecido, pero durante pocos meses; esta vez nos tocó vivirlo durante un par de años. Falta poco, no es cuestión de tirar la toalla ahora. Es difícil que el próximo gobierno sea peor que éste; dato no menor para la toma de decisiones.