En el marco del séptimo capítulo de Sustentabilidad, titulado “La hora de las respuestas” y que fue organizado por LA NACION, Carla Quiroga, periodista de LA NACION, conversó con Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sobre el pasado, presente y futuro de la administración de la ciudad con enfoque en la sustentabilidad.
“Era otra ciudad”, resaltó Muzzio al referirse al estado de la Ciudad de Buenos Aires hace 16 años, cuando se sumó a la Comisión del Espacio Público en la Legislatura. Recordó el microcentro de calles estrechas, colectivos y basura en la calle, y enfatizó: “Eso hoy ya no existe”.
“Hay un compromiso de la ciudadanía que no es sorprendente, porque el cambio climático nos afecta a todos”, aseguró Muzzio, y explicó que, si bien este concepto es abstracto, situaciones como la ola de calor, las inundaciones o casos más graves de catástrofes “hacen tomar conciencia de que cada acción individual logra que la transición sea mucho más fácil”.
Sin embargo, no toda la población sufre las consecuencias del cambio climático de manera pareja, sino que “hay sectores que lo sufren mucho más y son los que viven en infraestructuras que no están preparadas”. Por eso, enfatizó la ministra, “es clave trabajar en la integración”.
Para ello, además de la ley de educación ambiental, existe el plan “Escuelas Verdes”, donde los chicos desde sala de cinco hasta quinto año tienen formación ambiental. “Los chicos regresan a sus casas y les cuentan a sus padres ‘Hoy nos enseñaron a hacer una botella de amor’”, narró Muzzio, haciendo referencia a esta iniciativa que se basa en la economía circular.
Estos dispositivos que contienen plásticos de un solo uso, luego se transforman mediante un proceso industrial en una madera plástica, por citar un ejemplo. Eso es lo que tiene hoy el Puente de la Mujer, ubicado en el barrio porteño de Puerto Madero. “Los que caminen por este puente van a ver que debajo de sus pies tienen algo que anteriormente fue otra cosa”, comentó.
El “Plan de Acción 2050″ propone que, para esa fecha, Buenos Aires sea una “ciudad neutra en carbono, resiliente e inclusiva”. Y subrayó: “Venimos trabajando en una integración socio-urbana que es concreta”.
“Estuve el sábado pasado en la inauguración del espacio público que tiene el barrio 31 debajo de la autopista, donde antes se vivía sin infraestructura, con inseguridad y no se podía salir porque el barro llegaba a las rodillas”, relató la ministra, y recalcó que hoy la realidad es diferente, ya que “hay espacios verdes, hay espacios de recreación y todos esos problemas ya no existen”.
“Este año vamos a duplicar la cantidad de árboles que ponemos en la ciudad”, apuntó Muzzio, destacando que es un desafío seguir encontrando espacios para colocar árboles. “El domingo inauguramos el Parque del Vega, donde le ganamos terreno al río y hoy tenemos un parque de cinco hectáreas”, comentó.
“Hay que trabajar para descentralizar la ciudad y hacerla mucho más cercana”, enfatizó la funcionaria, y aludió a formas alternativas de movilidad. El uso de la bicicleta despegó después de la pandemia y creció del 2% al 10% de los viajes, lo que equivale a 400.000 viajes por día. Eso implica “trabajar en la infraestructura de la ciudad”, explicó Muzzio, quien se refirió a los 300 km de ciclovías construidas.
Por último, comentó el plan de descentralización de la ciudad y el desarrollo de “ciudades a 15 minutos”, donde las personas “puedan encontrar dentro de un radio cercano todas las funciones sociales”. Las ferias itinerantes barriales son un ejemplo que acompaña esta estrategia.
