María Eugenia Álvarez Piccilli era la psicóloga de Cecilia Strzyzowski y la atendió por última vez el 30 de mayo, tres días antes de su desaparición. Ayer declaró en la causa penal que investiga el crimen y contó que su paciente le había relatado que tenía problemas con su suegra y con su pareja, César Sena, y que él había sido violento con ella en una ocasión, en la que “la tomó del cuello” dentro de una camioneta. También reafirmó que Cecilia creía que estaban a punto de viajar a Ushuaia.
La psicóloga relató que había atendido a Cecilia en dos momentos diferentes: en febrero y en mayo. Contó que Cecilia no refería tener “un motivo puntual” para tratar. Fue durante las últimas tres sesiones, las de mayo, cuando le contó que había pasado “algo con su suegra” y que tenía un “conflicto” con César Sena, que en una ocasión había sido violenta con ella.
La psicóloga declaró: “Ella [por Cecilia] contó que cuando estaba en camino hacia lo de sus suegros, empieza a ver una discusión entre Cecilia y su pareja dentro de la camioneta. Ella refirió que la discusión se tornó violenta por única vez, donde esta pareja ejerce violencia sobre ella, ella intenta bajarse de la camioneta, su pareja no la dejaba, y según lo que refirió la paciente, esta pareja la toma del cuello, y eso fue todo lo que comentó en esa primera sesión [de la tanda de visitas de mayo]”. Así consta en el acta judicial de la declaración de la psicóloga. Los investigadores ya sabían de este episodio de violencia, porque Cecilia se lo había contado a otra gente.
Álvarez Piccilli relató que indagó y que Cecilia le dijo que había sido el único episodio violento. Contó que la joven le había dicho que César Sena veía a un psiquiatra y estaba medicado, y declaró que, según Cecilia, las cosas con su pareja estaban “hasta ahí nomas”, que a ella le pesaba sentir que César tenía “todo el control” de la relación y que desde hacía dos semanas “lo notaba un poco raro, mas bien nervioso y con ansiedad, y que cuando su pareja comienza a tomar la medicación empieza a notar que estaba mas callado”.
Según Piccilli, Cecilia le contó: ”Mi suegra nos ofreció un viaje a Ushuaia”. El supuesto viaja a Ushuaia, que la pareja iba a hacer -según creía Cecilia- el mismo día de su desaparición, es considerado por los fiscales que investigan el caso como la prueba central de la premeditación y de la responsabilidad de los suegros de Cecilia, César Sena y Marcela Acuña, en el crimen.
Si bien esta declaración parece reforzar esta idea, no permite descartar que el supuesto viaje haya sido un invento de César sin participación de sus padres porque la psicóloga dijo: “Me contó que su pareja fue el que le informó de este viaje, manifestándole: ‘Nos vamos a Ushuaia’. Por ese motivo es que ella sentía que él tenia como el control de la relación, como que el no le daba lugar a preguntarle a ella si quería o no. También me dijo que se trataba de un acomodo político en Ushuaia, donde ambos tendrían un puesto asegurado”.
La psicóloga continuó: “Me dijo que le generaba como ansiedad el no saber bien todo, y que ella quería saber para poder decidir si iba a querer ir o no. Me contó de un viaje de ‘reconocimiento’ para definir si se iban a ir a vivir o no a Ushuaia, no mencionando cuándo lo iban a realizar, y eso fue todo lo que se trató en esa ultima sesión a la cual tenia que volver la semana siguiente”. En encuentro siguiente estaba programo para el martes 6 de junio. Los investigadores dieron por probado que a Cecilia la mataron cuatro días antes.
Los pedidos de Obregón
Además, en la causa penal la abogada defensora de Gustavo Obregón, que confesó haber encubierto el crimen, pidió que trasladen a su defendido, que está en la cárcel. “Las condiciones estructurales de la celda son ruinosas: paredes húmedas, permeables a la lluvia, celda de pocas dimensiones con olor a orina, sin aberturas ni ventilación, no tiene luz natural ni eléctrica, tampoco cuenta con baño”, escribió la abogada. Y pidió que “teniendo en cuenta los aportes efectuados” por su defendido a la investigación, solicitaba que “se brinde protección a Obregón y a su entorno familiar”.