Cristina Kirchner volverá este jueves a subirse a un escenario en Plaza de Mayo. De espaldas a la Casa Rosada y sobre una superficie de 47 metros por 20, la vicepresidenta hablará ante una plaza colmada, según dan por hecho los organizadores. A 20 años de la asunción de Néstor Kirchner y pensado inicialmente como una nueva parada del “operativo clamor”, que buscaba cambiar la posición de la vicepresidenta respecto de una nueva candidatura, algo que ella ya dejó en claro que no hará, el acto estará marcado por un fuerte operativo de seguridad, a casi nueve meses del intento de asesinato del que fue víctima.
Será la primera vez que la vicepresidenta enfrente públicamente a una multitud en un espacio abierto, sin controles previos. En sus apariciones tras la agresión de Fernando Sabbag Montiel, la noche del 1° de septiembre de 2022, la vicepresidenta siempre se mostró en estadios, clubes o recintos donde el ingreso había sido controlado previamente.
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Por eso también se puso en marcha un fuerte operativo de seguridad en el que intervienen fundamentalmente Policía Federal Argentina (PFA), en lo que refiere a la seguridad de la exmandataria, los funcionarios invitados y la custodia de la Casa de Gobierno. El operativo en las inmediaciones estará en manos de Policía de Ciudad, mientras que Casa Militar se encargará de custodiar el interior de la Casa Rosada y actuará como apoyo.
Hubo contactos entre los jefes máximos de las policías Federal y de la Ciudad, pero no a nivel político entre ambas administraciones. “No hace falta en este caso, pero se trabaja mancomunadamente. No hay grieta”, dijeron fuentes consultadas en los ministerios que encabezan Aníbal Fernández y Eugenio Burzaco. El quilmeño asistirá al acto -fue invitado- pese a los fuertes cruces en público que mantuvo con La Cámpora.
Según pudo saber LA NACION, todo indica que Cristina Kirchner entrará por la explanada de la Casa Rosada, pero no ingresará al edificio que ocupó entre 2007 y 2015. La última vez que ingresó fue el 10 de diciembre de 2021, por los actos del Día de la Democracia.
Al igual que ese día, en la terraza de la Casa Rosada se ubicarán francotiradores –“snipers”, como los identifican los organizadores del evento-. “Habitualmente están cuando se hacen actos en la Plaza, pero mucho más cuando hay un escenario al que se sube una figura como la de la vicepresidenta y posiblemente varios funcionarios de Gobierno”, explicó una importante fuente del área. Recordó que en 2021, además de la vicepresidenta y Alberto Fernández, estuvieron el brasileño Lula da Silva y el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica.
De acuerdo con fuentes de su espacio, todo indica que Cristina Kirchner tendrá también el acompañamiento de su esquema de seguridad propio, montado por militantes. Fiel al estilo de la vicepresidenta y los suyos, este operativo particular se da bajo un fuerte hermetismo.
El dispositivo de Policía Federal tendrá también dos grupos de contención en la zona del Museo del Bicentenario, detrás de Casa Rosada. Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación declinaron de dar detalles y números de los efectivos que participarán del operativo, pero señalaron que el hecho de que haya dos grupos asignados da una magnitud de las previsiones en cuanto a lo que será la concurrencia y el operativo en marcha.
“Normalmente, para los actos en la Plaza siempre hay uno”, dijo una fuente del área. A todo eso se suma el personal de apoyo y control que tendrá Casa Militar, que en los últimos días se mostró con intensa actividad en Balcarce 50, revisando los movimientos en el perímetro donde se realizaba el armado del escenario y las diferentes carpas.
El jefe de la custodia de la vicepresidenta, Diego Carbone, es quien se encarga de solicitar los recursos humanos y materiales al resto de las áreas, a través del departamento de la Policía Federal que se encarga de la seguridad de la vicepresidenta.
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Carbone, que se encarga de la seguridad de la vicepresidenta desde 2005, quedó en la mira por la actuación de la custodia de Cristina Kirchner en septiembre pasado, cuando no notó el ataque de Sabag Montiel en la puerta del departamento de Recoleta. Aunque ese día no estaba en funciones, Carbone fue duramente cuestionado por el accionar del equipo, pero sorteó el hecho y siguió firme en su cargo. Luego del ataque, el cuerpo de custodia de la vicepresidenta se amplió en efectivos y estrategias de cuidado. Este jueves volverán a enfrentar un escenario abierto luego de casi nueve meses.