LONDRES – La estrella del desfile de coronación de Carlos III fue “Wilbur, rey de la serenidad”, el caballo que lideró hoy la procesión de coronación de Carlos III.
Escogido por su temperamento extremadamente calmo, ese caballo gris, perteneciente al equipo de búsqueda y rescate de la policía británica y su jinete, el inspector Alex MacDonagh, tuvieron el honor de encabezar el grupo de la guardia montada y los centenares de oficiales de a pie que acompañaron la carroza donde viajó al nuevo monarca y su esposa hacia la abadía de Westminster y de regreso a Buckingham.
Conocido como “pointer”, ese puesto no puede ser ejercido por cualquier animal. Y este, no solo tiene cualidades de serenidad fuera de lo común, sino una historia excepcional. Porque, a pesar de saber sido maltratado cuando era potrillo antes de ser recuperado por la policía, Wilbur es imperturbable y, según su jinete, “ninguna manifestación callejera es capaz de asustarlo”.
“Tener mi caballo liderando la procesión de coronación es algo absolutamente increíble”, confiesa Donagh. “Le hemos pedido a Wilbur que renuncie a todos sus instintos naturales y lo ha hecho. No se asusta si debe enfrentar una muchedumbre cuando la gente corre en su dirección o hace ruido. Es leal y amistoso. Mucho más que ciertas personas”, agrega el inspector con ironía británica.
McDonagh sabe de qué forma recompensará a su caballo por esta hazaña cuando regresen a sus establos de Great Scotland Yard en Whitehall: “Con algunos mints (bombones de menta y chocolate)”, confiesa.
Un reconocimiento merecido, sobre todo porque Wilbur acaba de hacer el esfuerzo suplementario de recuperarse de un molesto dolor de columna para estar listo este fin de semana. Esta es la segunda ceremonia real en la que participa, la primera fue el jubileo de la desaparecida reina Isabel II.
El cuerpo montado de caballos grises ha liderado las procesiones reales británicas durante décadas.