Hace un par de meses se conocieron los resultados finales del mayor experimento de modificación de la semana laboral de la historia. La prueba se llevó a cabo durante seis meses de 2022 en el Reino Unido e incluyó a 3000 trabajadores en 61 empresas. Dirigida por la organización “4 Day Week Global”, el experimento utilizó el modelo 100-80-100: los trabajadores obtienen el 100% del pago por trabajar el 80% del tiempo a cambio de entregar el 100% de su producción habitual.
Los resultados fueron contundentes, todas las partes involucradas lo encontraron un éxito rotundo: el 92% de las empresas dijeron que continuarán con la semana de cuatro días de forma permanente (de las cinco empresas que no avanzan, dos están extendiendo sus pruebas y tres están haciendo una pausa para el momento). Del lado de los empleados, el 90 % dijo que definitivamente quiere continuar con una semana de cuatro días, el 55 % informó un aumento en su capacidad en el trabajo y el 15 % dijo que ninguna cantidad de dinero los haría volver a un horario de cinco días. Los principales beneficios reportados son reducción del estrés laboral y mejora del tiempo personal, mejor salud mental, menos negatividad, más ejercicio y más facilidad para dormir, según los autoinformes de los participantes del ensayo.
Un buen “triaje” contra las urgencias permanentes
Los resultados sugieren que los trabajadores, con un mayor control sobre su tiempo, lo dedicaron a formas más significativas, como socializar y estar con la familia.
Otro dato interesante, es que una semana laboral más corta podría conducir a una mejor paridad de género en el trabajo doméstico: el tiempo que los hombres dedican al cuidado de sus hijos aumentó en más del doble que el de las mujeres. En relación a esto, algunos de los resultados positivos fueron aún mayores para las mujeres, en particular en torno a la reducción del agotamiento, el aumento de la satisfacción con la vida y el trabajo, la mejora de la salud mental y la reducción de los desplazamientos.
En la Argentina es una minoría aún, pero ya hay experiencias. Por ejemplo desde el año pasado, Unilever habilitó esta modalidad una vez al mes para todos sus empleados administrativos y el banco Santander lo implementa con una parte de sus talentos de tecnología. En las startups de base tech hay varias experiencias como la de BlackBox Vision y de Quales Group. Ambos reportan que la productividad se mantiene y hasta se mejora, y que el impacto en el bienestar y conveniencia para los empleados se transforman en fuertes factores de retención de talentos. En tiempos donde el trabajo está tomando un nuevo lugar en la vida de las personas, especialmente de las generaciones más jóvenes, la semana laboral de cuatro días aparece como una alternativa que promete varios capítulos más.