ESTOCOLMO.- Tres personas murieron durante la noche en distintos incidentes ocurridos en Suecia, en una escalada de violencia mortífera relacionada con una disputa entre bandas delictivas. Ante la inédita ola de delincuencia que conmociona al país nórdico con tiroteos y atentados casi a diario, el primer ministro Ulf Kristersson convocó al jefe del Ejército para discutir la manera en la que las fuerzas armadas pueden ayudar a la policía a hacer frente a la violencia de las bandas, que este mes se cobró una docena de vidas, entre ellas de adolescentes y transeúntes inocentes.
Implicar a las Fuerzas Armadas en la lucha contra la delincuencia sería una medida muy poco habitual en Suecia, que pondría de relieve la gravedad de la situación.
Kristersson declaró que mañana se reuniría con el comandante supremo de las Fuerzas Armadas y el comisario de la policía nacional para estudiar “cómo el Ejército puede ayudar a la policía en su labor contra las bandas criminales”.
No estaba claro en qué forma participarían los militares, pero las propuestas anteriores se han centrado en que los soldados asuman las tareas de protección de la policía para liberar más recursos para la lucha contra la delincuencia.
“Suecia nunca vio algo así”, dijo Kristersson en un discurso televisado a la nación. “Ningún otro país de Europa está viendo algo así”.
Noche morítfera
Suecia lleva años luchando contra la violencia de las pandillas, pero el aumento de tiroteos y atentados en septiembre ha sido excepcional. Tres personas murieron durante la noche en distintos atentados presuntamente relacionados con bandas criminales, que suelen reclutar a adolescentes en barrios de inmigrantes socialmente desfavorecidos para perpetrar los ataques.
Una de las víctimas fue una mujer de unos 20 años que murió en una explosión en Upsala, al norte de Estocolmo. Los medios de comunicación suecos dijeron que probablemente no era el objetivo del atentado.
El periódico Dagens Nyheter dijo que un rapero de 18 años murió a última hora del miércoles en un tiroteo frente a un complejo deportivo en Jordbo, en las afueras de Estocolmo.
La cadena sueca SVT señaló que los dos tiroteos mortales elevan a 11 el número de muertos por violencia armada en septiembre, lo que lo convierte en el mes más mortífero en cuanto a tiroteos desde que la policía comenzó a llevar estadísticas en 2016.
No se sabía si los tiroteos o la explosión estaban relacionados, pero los medios suecos dijeron que al menos dos de los tres sucesos estaban vinculados de alguna manera a una disputa entre bandas criminales, un problema creciente en Suecia con tiroteos desde vehículos y atentados con bomba.
En declaraciones el jueves a la cadena sueca TV4, el ministro sueco de Justicia, Gunnar Strammer, declaró: “Es un suceso profundamente trágico. Entiendo que la gente sienta rabia, miedo y tristeza”.
Al parecer, dos bandas -una dirigida por un ciudadano sueco-turco con doble nacionalidad que vive en Turquía, y la otra por su antiguo lugarteniente- se disputan drogas y armas.
Cuatro personas fueron detenidas como sospechosas de complicidad en el tiroteo mortal de Jordbro. La policía ha informado que dos personas han sido detenidas por la explosión de Upsala, que fue tan violenta que las fachadas de dos casas volaron por los aires. La onda expansiva pudo ser percibida por estaciones de control sísmico situadas a unos 20 kilómetros de distancia, según la agencia de noticias TT.
Más de 60 personas murieron en tiroteos el año pasado en Suecia, la cifra más alta de la que se tiene registro. Este año va camino de ser igual o peor.
Agencias AP y AFP
