Con la mira puesta en el futuro de Massa, el oficialismo entró en estado de deliberación

El cimbronazo político-electoral que provocó Javier Milei puso al oficialismo en estado de deliberación. Todo ocurre a puertas cerradas: mientras Sergio Massa volvió a focalizarse enteramente en la gestión -devaluación de por medio y próximo viaje a Washington para reunirse con el FMI-, el kirchnerismo empezó a reclamar la adopción de medidas para mejorar los ingresos, carcomidos por la inflación. El debate interno incluye también una incómoda sugerencia al ministro de Economía para que, en esta etapa, pase a ser “candidato las 24 horas”.

Alberto Fernández y Sergio Massa mantuvieron el silencio en medio de la crisis y Cristina Kirchner cumple un mes sin apariciones públicas

El razonamiento, que expresó en público el diputado peronista Eduardo Valdés -de llegada directa a Cristina Kirchner y también a Alberto Fernández– es que Massa no podrá ponerle el cuerpo a la candidatura de la manera en que Unión por la Patria (UP) lo necesita ahora, tras haber quedado en tercer lugar en las PASO, si todos los días tiene su atención puesta en las agitadas variables económicas. Pero más allá de estas opiniones, el ministro-candidato asegura que “nadie” le pidió directamente, al menos hasta hoy, que deje el quinto piso de Hacienda.

Por el contrario, en el entorno de Massa dijeron a LA NACION que “no hay nada de eso” porque lo que realmente le “sirve” al oficialismo es que su candidato siga “al frente, peleándola”, para demostrarle al electorado que está en condiciones de liderar el próximo gobierno, ya como presidente de la Nación. Esa misma lógica tienen cerca del gobernador Axel Kicillof, quien sigue siendo el principal consultor económico de Cristina Kirchner: “Nadie tiene espalda hoy como para pasar una buena temporada en el quinto piso”, afirmaron en La Plata.

La vicepresidenta está sumida en el silencio, pero retomó las conversaciones reservadas en su despacho del Senado. Por allí pasaron en las últimas horas el propio Massa y Kicillof, justamente quienes portan las candidaturas más relevantes de UP y al mismo tiempo tienen determinantes responsabilidades de gestión. No son pocas las fuentes que sostienen que, una vez que en esas mesas se arribe a alguna conclusión, Cristina hará un pronunciamiento público. El viernes es una fecha marcada en el calendario kirchnerista.

La “incertidumbre” Milei”

En Economía se apresuran a remarcar que Massa “no se va” y que tiene por delante el viaje a Washington, la semana que viene. El ministro-candidato atribuyó la agitación macroeconómica que se registra desde el lunes a la “incertidumbre” que genera un postulante, empoderado por siete millones de votos, de las características de Milei. De hecho, en el quinto piso de Hacienda circularon profusamente cables de la agencia especializada Bloomberg que dieron cuenta de que “el riesgo político ahora pasa a ocupar el primer lugar de la agenda” de la Argentina en su relación con los mercados.

Massa recibe presión externa, para cumplir con los lineamientos del Fondo Monetario, y también interna, derivada de los reclamos del kirchnerismo para mejorar la performance electoral de UP en octubre. “Ya no se puede seguir aceptando los condicionamientos del FMI o las conductas antisociales de los especuladores. La CTA considera crucial que el gobierno implemente un aumento uniforme mediante una suma fija que no puede ser inferior a $75.000 para todos los asalariados del país, sin excepciones”, sostuvo en un comunicado la central que comanda el diputado kirchnerista Hugo Yasky.

En este escenario llegaron las declaraciones de Valdés al canal C5N, que hicieron ruido en la interna oficialista. “Le voy a pedir a Sergio Massa que termine la semana que viene el viaje que tiene que hacer, baje al llano y deje el Ministerio de Economía”, sostuvo el diputado el martes por la noche. Este miércoles, en tanto, le bajó el tono a esa “sugerencia” y dijo que si UP obtuvo el 27,3% de los votos, fue porque Massa “hizo lo inimaginable” en medio de una situación económica por demás delicada.

En el massismo no cayeron bien las declaraciones de Valdés. “Dijo una huevada, habló por hablar, Sergio no se va”, aseguró un dirigente de llegada directa al ministro-candidato. En Economía no lo admiten, pero allí se sobreentiende que el viceministro Gabriel Rubinstein y el director de la Aduana, Guillermo Michel, tienen que estar preparados para hacerse cargo de la cartera, llegado el caso. Desde su designación, Rubinstein fue pensado por Massa como quien le daría solidez técnica y macroeconómica a su gestión.

El repentino perfil bajo de Massa convalida las especulaciones, pero en su entorno lo justifican: “Ahora lo que tenemos que hacer no es hablar, sino escuchar el voto de la gente”. No obstante, la deliberación interna es constante. Y se esperan novedades en los próximos días.

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