Con elogios al Papa, el Presidente dijo que “es un imperativo moral y ético comprometerse”en la lucha contra el narcotráfico

“Es un imperativo moral y ético estar hoy aquí”, dijo el presidente Alberto Fernández, al firmar en el Cabildo de Luján el compromiso para que en el país no haya “ni un pibe, ni una piba menos por la droga”. Su mensaje contrastó con la ausencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta -colaboradores suyos invocaron problemas de agenda-, y la adhesión a distancia de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien en un videomensaje dijo que “el Estado debe recuperar el territorio” en el combate contra la droga y que “el problema del narcotráfico no se soluciona solo con la presencia de las fuerzas de seguridad”. Una alusión al reciente envío de gendarmes para hacer frente a la escalada de violencia en Rosario.

Más allá de los funcionarios con responsabilidades políticas en el combate a la droga y al narcotráfico, el papa Francisco fue el protagonista de la convocatoria del padre José María “Pepe” Di Paola, a diez años de su elección pontificia, en la última escala de la peregrinación de los Hogares de Cristo, los centros de recuperación de adictos creados hace 15 años en Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Bergoglio. Desde ese tiempo, unos 10.000 chicos pasaron por los 200 centros barriales extendidos en todo el país.

“Horacio no estuvo por problemas de agenda. Pero habló con el Padre Pepe y se suma al compromiso”, señaló a LA NACION el director de Cultos del gobierno porteño, Federico Pugliese, al destacar la presencia en Luján de la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, y la titular del Consejo Social porteño, Cyntia Hotton, por indicación expresa del jefe de gobierno.

En primera fila estaban los ministros Eduardo “Wado De Pedro, Santiago Cafiero, Victoria Tolosa Paz, Kelly Olmos, Jaime Perczyk y Gabriel Katopodis, además del secretario de Culto, Guillermo Oliveri. La Cámpora sumó la presencia de Andrés Larroque y también se destacó la presencia de Juan Grabois, el embajador Daniel Scioli y los dirigentes Fernando ‘Chino’ Navarro, Federico Pinedo, Joaquín de la Torre, Victoria Morales Gorleri, Daniel Arroyo, Julio Piumato, Héctor Daer, Juan Carlos Scmidt, Carlos Acuña, Antonio Caló y otros referentes sociales y sindicales. Más escondido, se lo veía al exlegislador porteño Gustavo Vera, entre otros. Pero el que concentraba todas las miradas era Adolfo Pérez Esquivel, el premio Nobel de la Paz sentado junto al Padre Pepe.

El expresidente Mauricio Macri estuvo ausente y tampoco llegó su adhesión, aunque fuentes eclesiásticas aclararon que la convocatoria estaba destinada a funcionarios con responsabilidades directas en la política contra las drogas.

Al recibir a representantes de distintas fuerzas políticas, la mayoría de ellos con funciones ejecutivas, el Padre Pepe pidió:“No nos quedemos solo con el ruido de las balas de los narcos, sino con las ganas de un pueblo que quiere transformar sus barrios. No nos quedemos solo en el tema por un episodio en Rosario o en el Gran Buenos Aires. Está en juego la vida, la salud y el bienestar de la república”.

Reconoció que en los últimos gobiernos hubo consenso en el desarrollo de las acciones del Sedrinar. Y llamó a convertirlas “en políticas de Estado”.

Un logro del Papa

“Francisco me hizo volver, me hizo reconciliar con la Iglesia. Una iglesia lejos de la riqueza y cerca de los más necesitados”, describió Alberto Fernández, al rescatar la figura del papa argentino, quien hizo llegar su propio mensaje por los 15 años de la tarea social de los Hogares de Cristo.

Fernández insistió en que el Papa es “el mayor líder moral y ético que el mundo tiene, que se animó a cuestionar el mundo financiero y capitalista”. Afirmó, además, que “a 40 años de democracia, la Argentina necesita “terminar con los desencuentros y recuperar la paz, terminar con los agravios, los insultos y las voces altisonantes para que volvamos a escucharnos y hablarnos”. Y llamó a “terminar con el narcotráfico y trabajar por los caídos”.

En su videomensaje desde el Senado, donde hace unos días firmó el compromiso contra el avance de la droga, al ser visitada por el Padre Pepe, Cristina Kirchner recordó los operativos realizados durante su presidencia. como los llevados adelante en 2014 por Sergio Berni. Dijo que “la adicción es un drama y una tragedia social” y destacó la importancia de que el Estado “recupere el territorio” en zonas como Rosario y otras del país, afectadas por la violencia del narcotráfico.

“Recuperar el territorio no es un concepto militar, sino recuperar el rol del Estado en esos lugares vulnerables”, afirmó la vicepresidenta.

El compromiso

“Nos comprometemos a trabajar mancomunados por la libertad e independencia de las y los jóvenes esclavizados por el consumo problemático de adicciones en situaciones de vulnerabilidad”, dice el compromiso firmado por el Presidente y otros funcionarios.

Se proyectaron, además, imágenes de Bergoglio cuando lanzó el primer centro de recuperación, en marzo de 2008, y denunció las nuevas formas de esclavitud. “Tenemos esclavos que son sometidos y después no caben en el sistema y son material de descarte”, dijo el cardenal, cinco años antes de convertirse en el Papa.

Y se presentaron testimonios conmovedores de Nicolás Mafía y Jesica Monge, dos jóvenes en recuperación que concurren a los centros barriales y animaron a sostener la obra de los Hogares de Cristo.

Fuente: La Nación. Ver nota completa.

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