BAKHMUT, Ucrania.- Las fuerzas rusas se pasaron casi un año labrando un camino de devastación y muerte en su intento por rodear la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, y en marzo parecía que estaban cerca de lograrlo.
“Las tenazas se están cerrando”, dijo Yevgeny Prigozhin, fundador del grupo mercenario Wagner que lideró la sangrienta ofensiva rusa. Pero se equivocaba. Las tenazas nunca se cerraron, y ahora las fuerzas ucranianas las han abierto mucho más, recuperando en pocos días varios territorios al norte y al sur de la ciudad en ruinas que los rusos tardaron muchas semanas en capturar.
Las tropas de Moscú siguen controlando la mayor parte de Bakhmut, y los recientes avances ucranianos en torno a la ciudad no son grandes, por lo que no hay garantías de que vayan a durar. Pero, por primera vez en meses, los soldados ucranianos están a la ofensiva y el impulso en la batalla más larga y sangrienta de la guerra parece haber cambiado a su favor, al menos por ahora.
La continuación de los avances ucranianos invertiría la situación de hace unos meses haciendo que los rusos que se encuentran en Bakhmut corran el riesgo de ser rodeados y atrapados, lo que demostraría que las profundas líneas fortificadas que las tropas de Moscú han construido a través de Ucrania pueden ser atravesadas. El éxito en torno a Bakhmut también sería una importante inyección de moral para Ucrania y un duro golpe para Rusia, negándole el único logro militar que durante meses estuvo a su alcance.
El posible cambio de suerte se produce mientras Ucrania se prepara para montar una contraofensiva más amplia, con el objetivo de lograr un avance espectacular en una guerra que se ha convertido en un cruento combate, con mucha sangre derramada pero poco terreno ganado. Aunque la dinámica en torno a Bakhmut es algo específico de esa batalla, los comandantes ucranianos dicen que esperan poder aprovechar las lecciones aprendidas allí cuando intenten atacar otros lugares a lo largo del frente, que tiene una extensión de más de 960 kilómetros.
“Cuando retrocedes es muy difícil detenerte”, dijo el coronel Andriy Biletsky, comandante de la Tercera Brigada de Asalto de Ucrania, cuyos soldados lograron la primera ruptura de las líneas rusas la semana pasada. “Cuando se quiere avanzar, es muy difícil arrancar”.
Advirtió que estaba esperando a ver si “hay una cadena de cinco, seis, siete victorias” antes de evaluar el estado de los combates, pero se mostró esperanzado.
“Podemos decir que la fase de defensa ciega cerca de Bakhmut pasó y ahora al menos habrá movimientos de ambos bandos”, dijo.
“Los hombres de Wagner entraron en Bakhmut como ratas en una ratonera”, dijo a los soldados el comandante de todas las fuerzas terrestres ucranianas, el coronel general Oleksandr Syrskyi, el martes durante una visita al frente.
Syrskyi y otros mandos ucranianos advirtieron que los combates seguían siendo encarnizados y aún se libra una batalla desesperada dentro de Bakhmut, donde las fuerzas rusas intentan expulsar a los últimos defensores ucranianos de las ruinas de la ciudad. Cinco meses después de abrirse paso en la población, los rusos controlan aproximadamente el 90% de la misma.
“El enemigo está avanzando en la propia Bakhmut, destruyendo completamente la ciudad con la artillería”, declaró Hanna Mailar, viceministra de Defensa ucraniana, el martes por la noche.
Impedir un redespliegue
Los comandantes ucranianos quieren mantener una gran fuerza rusa en Bakhmut y sus alrededores, impidiendo el redespliegue a otras áreas que pronto podrían ser atacadas. Dijeron que Rusia ya estaba enviando refuerzos a la zona de Bakhmut, incluidas unidades de tanques y nuevos combatientes, para intentar detener los avances ucranianos.
Sin embargo, los comandantes ucranianos dijeron el martes que sus soldados seguían avanzando.
El mayor Oleksandr Pantsyrny, comandante del Batallón de asalto 24 “Aidar”, dijo que Ucrania “recuperó la iniciativa en los flancos, al norte y al sur de la ciudad”.
Konrad Muzyka, analista de defensa de Rochan Consulting, dijo que los recientes avances ucranianos evidenciaron “debilidades rusas fundamentales: falta de coordinación entre las formaciones regulares rusas y las unidades Wagner, escasa comunicación y moral”.
Durante meses, Ucrania ha insistido en que antes de iniciar su contraofensiva necesita una importante afluencia de tanques, vehículos de combate de infantería y otras armas de sus aliados. Muzyka dijo que era digno de mención que los avances ucranianos en torno a Bakhmut se lograron “sin utilizar las principales plataformas suministradas por Occidente, como los tanques Bradley o Leopard”.
El coronel Serhiy Cherevatyi, vocero de las fuerzas ucranianas que combaten en el este, declaró en una aparición en la televisión nacional que las tropas ucranianas pudieron avanzar unos dos kilómetros en algunas direcciones el domingo y el lunes.
Sin entrar en detalles, dijo que la ofensiva había sido desigual con batallas campales libradas en áreas que, en algunos lugares, tenían el tamaño de tres campos de fútbol. También advirtió que las fuerzas rusas estaban tratando de contratacar en algunos lugares.
Aunque sus afirmaciones no han podido ser verificadas de forma independiente, los blogueros militares rusos también han señalado avances ucranianos en los alrededores de Bakhmut durante la semana pasada.
Al sudoeste de Bakhmut, soldados y comandantes ucranianos han informado sobre sus avances en una zona boscosa ubicada cerca de la aldea de Ivanivske, y parece que avanzan en dirección a Klishchiivka, una pequeña localidad que los mercenarios de Wagner tomaron el 19 de enero tras semanas de combate.
La aldea está situada en un terreno elevado, y cualquiera que sea el ejército que la controle tendrá una posición dominante sobre las importantes carreteras que van hacia Bakhmut.
Al noroeste de la ciudad, los ejércitos parecen estar luchando por el control del terreno elevado en torno al embalse de Berkhiv. Sin mencionar una retirada, el Ministerio de Defensa ruso dijo durante el fin de semana que sus fuerzas se estaban reagrupando alrededor del embalse para “aumentar la fuerza de la línea de defensa”.
Cherevatyi dijo que se habían producido 36 “enfrentamientos” diferentes entre los ejércitos enfrentados en torno a la ciudad en los dos últimos días y advirtió que se trataba de una situación fluida y dinámica.
La firme defensa ucraniana de Bakhmut ha tenido un alto costo porque algunos de sus soldados más experimentados murieron en combate allí el año pasado. Pero impidió que los rusos sigan asediando las ciudades más grandes de Kramatorsk y Sloviansk.
Los oficiales ucranianos afirman que esa estrategia también desempeñó un papel fundamental en el debilitamiento del Ejército ruso. En Kiev, los oficiales decían que mientras las pérdidas rusas fuesen mayores que las ucranianas, la lucha tenía sentido desde la sombría perspectiva de las matemáticas del campo de batalla.
Ahora que los ucranianos ya no se limitan a absorber golpes, sino que avanzan, los mandos y funcionarios ucranianos esperan que la estrategia vuelva a cambiar y Rusia tendrá que decidir cuánto está dispuesta a pagar para conservar una ciudad que está siendo borrada del mapa conforme transcurren los días.
Bakhmut, la ciudad de unos 70.000 habitantes en la región de Donetsk que era conocida por su vino espumoso y sus minas de sal, se ha convertido en un símbolo de la ferocidad de esta guerra.
Los militares ucranianos subrayaron que lo que estaba ocurriendo en los alrededores de Bakhmut sigue siendo un éxito parcial.
La situación dentro de la ciudad se ha vuelto tan grave, según los soldados ucranianos, que sus mandos solo envían voluntarios.
“Si entras en Bakhmut, debes saber que es posible que no puedas salir”, dijo un soldado. Cansado y con los ojos desorbitados, no dio su nombre y permaneció sentado bajo una parada de autobús cerca de la ciudad maltrecha. Su compañero dijo: “Es una locura estar en Bakhmut. Los bombardeos no cesan”.
Marc Santora
The New York Times