SANTIAGO, Chile.- Tras el fracaso de un primer intento de reforma, los chilenos votarán este domingo para elegir a los redactores de un nuevo proyecto constitucional, en otro hito en el camino de escribir un texto que refleje las aspiraciones de cambio desde las marchas de 2019.
La elección de los 50 “consejeros constitucionales” sigue a la instalación en marzo de una comisión de 24 expertos nombrados por el Congreso, que elaboraron un anteproyecto sobre el que trabajarán los redactores a partir de junio.
El tiempo más acotado, el trabajo previo de los expertos, un órgano técnico que funcionará como árbitro y un menor número de asambleístas -un tercio de la disuelta Asamblea Constitucional- son algunas de las diferencias entre este proyecto con el primero, rechazado en septiembre.
Si bien el primer proceso, dominado por fuerzas de izquierda e independientes, presentó un proyecto radical, el segundo está fundado sobre 12 principios adoptados en un acuerdo entre los partidos. Esas bases subrayan entre otras cosas que Chile es un estado unitario, social y democrático de derecho, y explicitan la autonomía del Banco Central.
La comisión experta aprobó en primera instancia normas para limitar la reelección presidencial, definir la posición de las Fuerzas Armadas dentro del gobierno y fijar umbrales de representación política para evitar la fragmentación de fuerzas en el Congreso, entre otras. El órgano redactor trabajará durante cinco meses y el proyecto será sometido el 17 de diciembre a un plebiscito, como sucedió con el primer proyecto fallido.
Promesas
La redacción de una nueva Constitución fue la gran promesa con la que en 2021 el entonces presidente, Sebastián Piñera, logró aplacar una ola de protestas bautizada como ‘estallido social’. El proyecto fue rechazado ya con Gabriel Boric en la presidencia, en lo que se consideró una derrota para el gobierno.
El amplio triunfo de la opción “rechazo” en ese plebiscito, la pandemia de Covid-19 y nuevas preocupaciones entre los chilenos, como el avance del crimen, la desaceleración económica o la inflación, dejan poco espacio en la agenda para este proceso político, que se ve con desdén.
El gobierno de Boric, por su parte, se mantuvo esta vez a buena distancia en un intento de evitar pagar los eventuales costos políticos, y preocupado también de llevar adelante sus propias reformas a través de negociaciones con el Congreso.
“Confío profundamente en la sabiduría democrática del pueblo de Chile (…) En nuestro país hace mucho tiempo que hay una necesidad de adecuar las normas que nos rigen a los tiempos que vivimos”, dijo este viernes el mandatario.
“No me cabe ninguna duda que vamos a tener una jornada ejemplar, en términos tanto de participación como de profundización democrática”, añadió Boric, y destacó que sus “expectativas” de cara al proceso constituyente pasan por “fortalecer la democracia”.
Para este domingo los candidatos van en bloques: los partidos de gobierno y otras fuerzas de izquierda o centro van en dos listas separadas, mientras que la derecha tradicional opositora compite sólo en una. También hay candidatos del Partido Republicano, de derecha dura, y del populista Partido de la Gente, que según los analistas podrían cosechar buenos resultados.
A falta de encuestas recientes, amplias y precisas que permitan anticipar resultados, “es probable que ningún bloque o partido obtenga suficientes escaños para dirigir el proceso de forma independiente y sin compromisos”, según escribió la consultora Teneo.
JPMorgan escribió por su parte en un reporte que “habría consenso en que listas de derecha (Republicanos y Chile Seguro) alcancen alrededor del 50% de los escaños”.
Agencias Reuters y DPA
