La cultura popular del gaucho no solo incluye el idioma que heredó de los españoles sino sus costumbres, creencias, ritos, reglas y leyes. El habitante de la campaña rioplatense empleaba dialectismos y arcaísmos españoles, más voces tomadas en préstamo de las lenguas vernáculas como el quechua, guaraní, tehuelche, mapuche portugués u otras.
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El género gauchesco será un estilo literario vigente en el siglo XIX y sus cultores, Hidalgo, Ascasubi, Hernández, Obligado, Del Campo tuvieron largo trato con los gauchos, oyeron sus voces y sus expresiones, sus cantos, sus payadas y transcribieron los modos dicentes de los gauchos, para crear el estilo gauchesco. Es interesante ver la evolución del vocabulario gauchesco que aún hoy prevalece en algunas zonas rurales.
La palabra “estancia” aparece por primera vez en 1514 en los repartimientos de La Española hoy Santo Domingo. Luego la palabra es reemplazada en la región por fundos, tratos o haciendas. Pero sobrevive en el Río de la Plata hasta nuestros tiempos.
Rancho, de origen náutico -según Fernando Assunçao- es el lugar en el puente del barco donde se reúne la tripulación, pasa en América a ser vivienda rústica.
Gaucho es difícil rastrear su origen sería galicismo de gouche según algunas versiones, ya se usaba la palabra gaudedío en escritos de Concolorvo en el siglo XVIII, significa hombre rural, vagabundo, changador, hábil jinete agregado a las estancias. Adquirió prestigio cuando ingresó en los ejércitos de la Patria. Hoy gauchada es un acto noble y ser muy gaucho es ser hábil y recto según Virginia Carreño.
Criollo es un término luso brasilero, eran los nacidos de esclavos. Y chacra es un vocablo quechua introducido desde Perú, que designa parcelas menores dedicadas al cultivo de cereales u hortalizas. La palabra chacarero es muy posterior y se relaciona con la inmigración europea. Rincón y Esquina, asociados a estancias muy antiguas designan a una tierra privilegiada por el encuentro de dos cursos de agua. Esquina también tuvo otro significado fue sinónimo de comercio al borde del camino. Lugar donde adquirir víveres, bebidas, punto de reunión o almacén de ramos generales.
Pulpería fue despacho de bebidas y mercaderías, su nombre deriva del pulpo que aparecía disecado en el muro detrás del mostrador. Del quechua nos viene mate y chipá, mate la calabaza que da nombre a la infusión del Caá paraguayo y chipá, pan. Pampa, según Gobello, es también quechua y designa una llanura inmensa sin arboleda.
La riqueza ganadera del Río de la Plata va a dar origen a una rica terminología relacionada con el ganado. Palabras como boyero encargado de los bueyes; guacho animal, criado sin madre; guampear, cornear; bichoco, animal inútil para la carrera; bolear, arrojar boleadoras; achura, víscera del animal; aparcero, amigo compañero; arreador, látigo de cabo corto para separar ganados, y avios, útiles para prender fuego. Tendremos también vaquear que es arrear o dar cara a los animales; vaquería, gran concentración de ganado cimarrón; baquia, destreza, habilidad para las tareas rurales, y vagual, potro o caballo no domado. De malo, deriva malón, maloca o maula por taimado, también es sinónimo de cobarde. Existe en el vocabulario gaucho algunas palabras con reminiscencias de arcaísmos españoles como: ahijuna, malaya, ladino, dentrar, agatas, ande, ansi, aurita, deno (de lo contrario).
Son de origen quechua: tambo, yapa, yuto, poncho, acullico, anco, chango, chuza (lanza de indios) , cobija chingar y changui, gualicho, según Gobello viene del tehuelche filtro del dios weleeche.
Hay miles de otras palabras del habla gaucha, pero para terminar este pantallazo volvamos a gauderio de donde se supone que nació la palabra gaucho usada por Concolorcorvo, Azara y Lastería para designar a los hombres rústicos que vivieron vagando por la soledad de los campos de las infinitas pampas.