TAFEGHAGHTE.- Soldados marroquíes y equipos de ayuda en camiones y helicópteros trataban de llegar a localidades remotas de montaña devastadas por un enorme terremoto que mató a casi 2500 personas, mientras sobrevivientes desesperados buscaban ayuda para seres queridos que temían se hubieran quedado atrapados bajo los escombros.
El terremoto, el más grave en el reino desde más de seis décadas, devastó el viernes por la noche pueblos enteros en la región situada al suroeste de la turística ciudad de Marrakech, y causó 2497 muertos y 2476 heridos, según el último balance oficial publicado el lunes.
Por ahora, las autoridades marroquíes sólo han aceptado ofertas de ayuda de los gobiernos de cuatro países: España, Qatar, Gran Bretaña y Emiratos Árabes Unidos, y algunos equipos extranjeros de ayuda afirmaron que estaban esperando a recibir autorización para desplegarse. El Ministerio del Interior marroquí explicó que las autoridades querían evitar una falta de coordinación que pudiera resultar “contraproducente”.
Naciones Unidas estima que unas 300.000 personas se vieron afectadas por el sismo de magnitud 6,8, que resultó especialmente dañino debido a su relativa poca profundidad.
La mayoría de la destrucción y las muertes fueron en la provincia de Al Haouz, en las montañas del Alto Atlas, donde las casas se vinieron abajo y las estrechas y serpenteantes carreteras quedaron bloqueadas por los derrumbes. En ocasiones, los vecinos tuvieron que retirar ellos mismos las rocas.
La gente vitoreó cuando camiones llenos de soldados llegaron el domingo a la localidad de Amizmiz. Pero pidieron más ayuda.
“Es una catástrofe”, dijo el residente Salah Ancheu en la localidad, donde el minarete de una mezquita y varias viviendas en las laderas de la montaña se derrumbaron. “No sabemos qué nos depara el futuro. La ayuda sigue siendo insuficiente”, dijo el hombre de 28 años.
Tayeb ait Ighenbaz, un pastor de cabras de una pequeña comunidad en las montañas del Atlas, se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo de 11 años o a sus padres.
“Todo sucedió tan rápido. Cuando ocurrió el terremoto, todos corrimos hacia la puerta. Mi papá estaba durmiendo y le grité a mi mamá que viniera, pero ella se quedó atrás para esperarlo”, recordó.
En el otro lado, solo podía ver a su esposa e hija. Mientras regresaba al edificio derrumbado, Tayeb encontró a su hijo y a sus padres atrapados bajo los escombros. Podía ver cómo se asomaba la mano de su hijo.
Sabía que tenía que actuar rápidamente y se dirigió hacia el pequeño, cavando desesperadamente para sacarlo. Cuando se volvió hacia sus padres, atrapados bajo una gran losa de piedra, era demasiado tarde.
🚨Terremoto en Marruecos: Un potente terremoto azota Marruecos con una escala de Richter de 6,8 durante 20 segundos. Terremoto en 4 ciudades principales (Marrakech- Rabat – Agadir – Casablanca) #morocoearthquake #Morocco😱💢🌍🇲🇦😨😥 pic.twitter.com/AGpI9PILkb
— Alerta Mundial RT (@AlertaMundialRT) September 10, 2023
Unidades militares se desplegaron el lunes por una calle pavimentada que llegaba de Amizmiz a pueblos más remotos en la montaña. Se estaban empleando topadoras y otro equipamiento para despejar las rutas, indicó la agencia estatal de noticias MAP. Turistas y vecinos hacían fila para donar sangre. En algunos pueblos, la gente lloraba mientras chicos y policías con cascos trasladaban a los muertos.
Han llegado ofrecimientos de apoyo de todas partes del mundo. Unos 100 equipos, que en total cuentan con 3500 rescatistas, están registrados en una plataforma de la ONU y listos para desplegarse en el país africano cuando se les solicite, según Rescatistas Sin Fronteras.
Un equipo español de búsqueda y rescate llegó a Marrakech y se dirigía a la localidad rural de Talat N’Yaaqoub, según la Unidad Militar de Emergencias española. Gran Bretaña envió un equipo de 60 personas con cuatro perros, personal médico, dispositivos de escucha y material para cortar concreto.
Pero otros equipos extranjeros que estaban listos para ponerse en marcha expresaron su frustración porque no podían intervenir sin autorización del gobierno. Alemania tenía un equipo de más de 50 rescatistas esperando cerca del Aeropuerto de Colonia-Bonn, pero los envió a casa, según la agencia de noticias DPA.
Francia, que tiene muchos lazos con Marruecos, dijo que cuatro de sus ciudadanos habían muerto en el sismo e indicó el lunes que las autoridades en el país norteafricano estudiaban las propuestas caso a caso.
Las banderas ondeaban a media asta después de que el rey, Mohamed VI, declarase tres días de luto nacional a partir del domingo. Pero no había mucho tiempo para el duelo mientras los sobrevivientes trataban de salvar lo que pudieran de sus casas dañadas.
Khadija Fairouje tenía el rostro hinchado por el llanto cuando se sumó a sus parientes y vecinos para cargar sus posesiones por calles salpicadas de rocas. Menos de 48 horas antes, había perdido a su hija y tres nietos de entre 4 y 11 años cuando su casa se derrumbó cuando dormían.
“No queda nada. Todo se hundió”, dijo su hermana, Hafida Fairouje.
Agencias AFP y AP