Carolina Píparo no es una desconocida para el gran público. Su trágica historia, que supo acaparar la atención mediática en 2010, la convirtió, antes de su ingreso a la política, en un símbolo en la lucha contra la inseguridad. “Conmigo no va a haber más excusas para que los jueces nos maten con su firma”, sostiene, en diálogo con LA NACION, la hoy candidata a gobernadora bonaerense por La Libertad Avanza, el espacio que lidera el libertario Javier Milei y que busca dar el batacazo en las próximas elecciones presidenciales.
Pocos días antes del cierre de las listas, Píparo aspiraba a la intendencia de su ciudad, La Plata. Sin embargo, aceptó competir por el premio mayor de la provincia de Buenos Aires luego de que el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, rechazara el ofrecimiento que le hiciera Milei. A diferencia del economista, ella no sortea su dieta y asegura ante este diario que su campaña es “muy austera”. “En La Plata nos prestaron un local y una casa, carteles logramos uno solo”, detalla tras la consulta por la supuesta “venta” de candidaturas en el espacio libertario. “Me parecen operaciones muy sucias”, sentencia, en línea con su referente político.
La trayectoria política de Píparo comenzó en 2017, cuando accedió a una banca en la Legislatura bonaerense por Pro. Años más tarde, se fue de ese partido para competir como candidata a diputada nacional –cargo que ocupa desde 2021– de la mano de Avanza Libertad, la fuerza del economista José Luis Espert, hoy flamante integrante de Juntos por el Cambio. “Habría que preguntarle a él por qué se fue a un espacio que no es liberal”, lanza como respuesta a las críticas por su reciente salto a las filas de Milei.
–La definición del candidato de La Libertad Avanza a la gobernación bonaerense llegó luego de varios idas y vueltas. Usted iba a ser candidata a la intendencia de La Plata. ¿Le costó tomar la decisión de ir por la provincia?
–Yo siempre le plantee a Javier que mi deseo era competir en mi ciudad, pero él siempre fue muy claro: hasta el último día nosotros no íbamos a decir los cargos por los que íbamos a competir. Y la verdad que la provincia es un lugar en donde me gusta trabajar. En el 2021 también me la recorrí entera, nací en ella.
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–Una de las quejas que hizo públicas Guillermo Britos al momento de desistir del ofrecimiento de Milei fue que no le garantizaban el financiamiento para la campaña.
–Y no. (Risas)
–¿Se autosustentan? Milei habla de una supuesta campaña low cost, pero exaliados denunciaron que les pidieron dinero para acceder a una candidatura.
–Sí, sabíamos que iba a ser una campaña muy austera, nadie esperaba otra cosa. Yo no digo a pulmón, yo digo a corazón. En mi caso, yo ya venía armando en mi municipio. En La Plata nos prestaron un local y una casa, carteles logramos uno solo. Los candidatos laburan todo el día, están todo el día doblando boletas y haciendo el puerta a puerta. No le tengo miedo a la falta de recursos, aunque sí entiendo la diferencia de competir con espacios que tienen un ejército de fiscales.
–¿Y las denuncias?
–La venta de candidaturas es una mentira enorme. Está en la Justicia y me parece bien. No sé ya cuántos testigos fueron a decir que ninguno compró el cargo. A mí me parecen operaciones muy sucias. Hay una desesperación enorme por la conexión que tiene Javier con la gente y en ese sentido estamos preparados porque entiendo que seguirán con las mismas mentiras, que cada vez inventarán cosas peores. Pero bueno, son las reglas que siempre impuso Juntos por el Cambio: utilizar medios, redes, para hablar a través de otros.
–¿Esas prácticas no ocurrían cuando usted formaba parte del espacio?
–Sí, y lo dije adentro y lo puedo decir públicamente. Porque lo que caracteriza a Juntos por el Cambio es la cobardía. Javier es como yo. Yo pongo mi nombre y mi voz para decir lo que tengo que decir. Yo no mando a decir. Yo digo lo que tengo que decir y hago las críticas que tengo que hacer.
–¿Qué le responde a quienes la critican por haber estado en distintas fuerzas políticas en un periodo tan corto de tiempo?
–La verdad es que yo estuve solo en dos espacios. Estuve en Pro y en 2021 me fui de ahí para defender las ideas de la libertad y acá me quedé. Fue Espert el que se fue, no me fui yo. En todo caso, habría que preguntarle a él por qué se fue a un espacio que no era liberal. En el Congreso éramos cuatro liberales y hoy quedamos tres.
–De todas maneras, usted no se plegó al bloque de La Libertad Avanza.
–Ahora somos un interbloque. Yo estoy con Javier desde el minuto uno de que Espert hizo su arreglo con Larreta. Él tendrá sus razones. ¿Qué supone el que me critica? ¿Que yo voy a volver a un espacio del que me fui? No sé cual es el cuestionamiento.
–¿Por qué los bonaerenses tiene que votar por usted y no por otro candidato a la gobernación?
–Porque los otros dos espacios tuvieron su oportunidad de gobernar y creo que llegó el momento de las ideas de la libertad y del sentido común, que es lo que vengo defendiendo desde el 2021.
–¿Qué significaría eso concretamente?
–Mis ejes serían la seguridad, la educación y la salud. Entiendo que estando bien la policía, los docentes, los médicos y los enfermeros, ya podemos hablar de otra cosa. Y para eso hay que discutir la coparticipación, algo que voy a llevar a la Justicia. Yo quiero que los impuestos de la provincia queden en la provincia. Nuestra provincia en realidad es rica, pero está devastada por los políticos, por eso los recursos tienen que quedar en la provincia hasta que la provincia salga adelante. La obra pública por supuesto que va a quedar en décimo lugar o más abajo porque hay que revisarla entera, porque es sinónimo de corrupción y porque la plata no alcanza para todo.
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–¿Tiene en mente una política más estricta en términos de seguridad?
–Conmigo se acaba la puerta giratoria. No va a haber más excusas para que los jueces nos maten con su firma. Voy a construir cárceles e institutos de menores, pero que sean distintos y dignos. Los presos no pueden estar en comisarias, eso se tiene que acabar, y tienen que poder capacitarse y trabajar. Es mentira que un menor no puede tener medidas de seguridad. En la provincia tenemos un régimen penal que sí lo permite. Es importante que haya una ley clara.
–¿Está a favor de bajar la edad de imputabilidad?
–Sí, pero también sé que hay muchos menores en institutos. Los fiscales tienen la excusa de que no hay lugares. Veíamos la semana pasada una noticia de dos hermanos delincuentes en La Plata que fueron arrestados 33 veces y eran menores. ¿Qué obstáculo encuentran? Me parece que en torno a lo penal siempre tenemos discusiones muy estériles. Pasa con la baja o no baja de la edad de imputabilidad. O sea, ¿qué querés? ¿Caerle a los 18 con todo el Código Penal encima? ¿Que termine matando o que termine muriendo? Porque esas son las opciones. Me gustaría tener un debate conducente sobre este tema, algo que en la Argentina nunca sucede. Con las Taser sucede lo mismo.
–¿Habilitaría su uso si fuera gobernadora?
–Considero que es una herramienta para algunos casos específicos. La policía conmigo va a tener todas las herramientas y todo el respaldo. Los que sean parte del problema por supuesto que van a ser separados. Y no hay que tener miedo porque la Policía Bonaerense es una fuerza enorme, una de las más grandes de Latinoamérica. Hay que tener policías de calidad, comprometidos y formados, con capacitación permanente y remuneración digna.
–María Eugenia Vidal hizo bandera de eso y no terminó muy bien.
–¿Bandera de qué? De comprar tres chalecos. No puede ser solo eso. Los policías tienen que cobrar mejor, tienen que estar mejor y tienen que estar respaldados. Porque un respaldo real a la policía nunca hubo desde la provincia de Buenos Aires.