Brenda Uliarte, acusada del intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner, presentó un escrito con el que cambió su estrategia defensiva. Dijo, por primera vez, que “había gente contactada al gobierno anti k que pagaba” para que ella y su novio, Fernando Sabag Montiel, fueran a las marchas y actos. Sostuvo que él tenía relación con Revolución Federal y sugirió que también con Gerardo Milman, exdiputado que era la mano derecha de Patricia Bullrich.
“En realidad le pagaban a él [por Sabag Montiel] y él me llevaba a mi”, dijo, sobre los supuestos financistas de sus movilizaciones.
Uliarte es defendida hoy por Carlos Telleldín, que fue protagonista del “caso AMIA” (cobró US$400.000 de la SIDE para declarar sobre el atentado y terminó condenado a 3 años y tres meses de prisión –condena que no está firme- por el delito de encubrimiento). Telleldín dijo hace dos meses que su clienta pediría ampliar su declaración y aportaría “los nombres de quienes pagaban y quienes recibían el pago” para manifestarse y protestar frente al domicilio de Fernández de Kirchner en la Recoleta. Según él, funcionarios de la Ciudad relacionados con Milman. Uliarte no llegó tan lejos.
“Yo no se por qué Nando hizo esto, pero si se que el no es capaz de organizar y hacer todo esto solo, claramente alguien esta atrás”, dice el escrito de Uliarte. “Yo nunca vi a Milman, pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner. A ver, yo no digo que financiaron el atentado, pero sí financiaban para agitar y armar quilombo. Y Carrizo [Nicolás, el líder del grupo de vendedores de copos de copos de azúcar que integraban Sabag y Uliarte] sabe todo esto, pero el va a cubrir a Nando, porque no quiere tener quilombos con los de arriba, saben que hay peso pesado”, afirma la presentación.
Fuentes de la investigación dijeron hoy a LA NACION que este escrito es simplemente la declaración de una imputada en la causa. Es posible que sea citada a ampliar formalmente su declaración indagatoria. Como acusada, la ley no pena que mienta.
Sobre el día del intento de asesinato, dijo: “El día que paso todo, ese día… Ese día Nando estuvo raro, era jueves. Estaba estudiando y estaba haciendo uba XXI medicina.- el CBC. Cuando me mostró el arma, yo al principio pensé que era una réplica, ese día Femando me apuntó con el arma, y me decía, ahora si quiero te mato. Ahí me dio miedo, si bien tuvo situaciones violentas conmigo, nunca me había apuntado, pero traté de tranquilizarme creyendo que no era de verdad, que seguro era una réplica, o no funcionaba y que quería hacerme tener miedo, pero de corazón, nunca pensé ni que era de verdad ni que seria capaz de hacer algo así. En ese momento me empezó a amenazar, me dijo ‘vamos, acompañame o te mato’, no quería salir solo (…). Después fuimos para Juncal, llegamos al acto y cuando ví que se acercaba, lo agarré del brazo y le dije que no lo haga, que ya está la joda, que el chiste no era gracioso y que me estaba dando mucho miedo. Me llamó cobarde. Yo lo quise agarrar del brazo de nuevo, me grita cobarde y ahí, en ese momento, cuando me di cuenta que realmente lo iba a hacer, que iba derecho a Cristina, me fui a la esquina, estaba paralizada”.
Uliarte se declaró inocente y criticó a su abogado anterior (tenía un defensor público al que dejó por Telleldín). “Ahora me siento contenida, y psicológicamente más estable”, escribió en su presentación.
A lo largo de su escrito, Uliarte insistió en culpar a Sabag del atentado. “Hoy estoy viviendo un infierno por él y sus decisiones, y encima es evidente que los copitos lo defienden, están de su lado, por los mensajes de Carrizo, yo creo que lo defiende por ese lado. Yo fui un solo día a la sede de Revolución Federal, a vender copitos, que me llevo Fernando. El era parte de todo eso, no yo. De echo, si le preguntan a los miembros de Revolución Federal, nadie me conoce, o si me vieron, fue alguna vez vendiendo copitos en algún acto, no porque me interese el acto en si, sino porque se vendía re bien”.
En cuanto a Jonathan Morel, uno de los referentes de Revolución Federal, sostuvo que no lo vio “nunca personalmente”. Y sostuvo: “Estuve muy poco tiempo con Nando, y todo lo que se de ellos y Revolución Federal es porque me lo contaba él”.
En otro tramo de su escrito, Uliarte dijo: “También en una oportunidad yo lo escuché hablando con una chica, de nombre Carolina, y cuando le pregunté quién era, me dijo que era la secretaria de un amigo, y que ella le daba una mano, que no le rompa las bolas con los celos, en el mes y medio que estuvimos juntos me la nombro dos o tres veces”. No dijo más que eso, pero podría tratarse de un intento de ligar a Sabag con Carolina López Mónaco, una de las secretarias de Milman que estaban con él en el bar Casablanca el día que, según un testigo, él habría dicho, en posible alusión a Cristina Kirchner: “Cuando la maten yo estoy camino a la costa”. Esta declaración no fue corroborada hasta ahora por la Justicia.
El estado de la causa
La causa por el atentado contra Cristina Kirchner está elevada a juicio, pero el proceso oral no tiene fecha aún. En los tribunales de Comodoro Py apuntan que podría darse durante 2024, pero es una especulación. El Tribunal Oral Federal que salió sorteado, el número 6, no tiene jueces titulares. Hace dos años y medio que funciona con subrogantes, magistrados de otros tribunales que, cuando ofician de suplentes, permanecen por un año en ese cargo, renovable solo por uno más. Por estos días, los subrogantes del TOF 6 son Sabrina Namer (presidenta para este caso), Daniel Obligado e Ignacio Fornari, aunque es posible que no sean ellos quienes juzguen el atentado contra la vicepresidenta. Obligado debe dejar este tribunal el 30 de noviembre. Los otros, durante 2024. Los integrantes del tribunal quedarán fijados en el momento en que se determine la fecha de inicio del juicio oral.
Antes de que empiece el juicio, todo indica que la fiscal Gabriela Baigún, la defensora oficial de Sabag Montiel (Fernanda López Puleio) y la querella de la vicepresidenta pedirán medidas de prueba adicionales a las ya desarrolladas en primera instancia, por lo que habrá una instrucción suplementaria en la instancia oral. Todo esto podría demorar el inicio del juicio.
Quién es Brenda Uliarte
De 23 años al momento del atentado, fue criada por su abuela paterna desde los 6, cuando su madre, Máxima, se mudó a Tucumán, y tiene una historia marcada por diversas tragedias, incluida la muerte de un hijo a las pocas semanas de nacer. “Estaba con psicólogo y dejó de ir”, señaló su padre, quiosquero y excolectivero, quien admitió que en los meses previos al atentado había tenido poca conexión con ella.
Además de participar en móviles de televisión, Uliarte también fue entrevistada en los estudios de Crónica antes del ataque a la vicepresidenta como una joven crítica del kirchnerismo. Estaba de novia con Sabag Montiel y compartían el ambiente de San Martín, aunque su casa familiar era en San Miguel. Según declaró su padre en la causa el mes pasado, cuando vivía con él tenía una pieza apartada y se la pasaba estudiando para terminar el secundario.
Dos semanas antes del atentado contra Cristina Kirchner, participó de una marcha organizada por el grupo radicalizado Revolución Federal frente a la Casa Rosada con antorchas y una guillotina de madera.
Con nombres de fantasía, había generado contenido erótico para plataformas online y formaba parte del grupo que vendía algodón de azúcar en la calle. El día del atentado, las cámaras de las calles la registraron llegando con Sabag Montiel a Recoleta. Las posteriores pruebas en su contra aparecieron en su celular: sus conversaciones permitieron acceder al plan ideado para matar a Cristina Kirchner.