LA PAZ.- El gobierno boliviano firmó este jueves un acuerdo sobre litio con la empresa estatal rusa Rosatom y la china Citic Guoan Group, en momentos en que el país busca desarrollar sus enormes reservas del metal.
Los acuerdos, que prevén una inversión total de 1400 millones de dólares, se asemejan a un convenio alcanzado en enero entre Bolivia y el gigantesco productor de baterías chino CATL tras un largo proceso de licitación.
El litio es considerado un recurso estratégico para la transición a energías más limpias y renovables. El carbonato de litio es la materia principal de las baterías de automóviles eléctricos, celulares y otros dispositivos electrónicos de gran consumo en el mundo.
“Entre junio y enero hemos sumado 2800 millones de dólares para la industrialización del litio. El mundo avanza a pasos agigantados en la demanda de litio, Bolivia no se quiere quedar atrás”, dijo el presidente Luis Arce durante la firma de los convenios en la casa de gobierno. “Tenemos una importante reserva”, agregó.
Arce busca reactivar la estratégica industria del litio tras 14 años de escasos avances que rezagaron a Bolivia frente a la Argentina y Chile, que ganaron importantes espacios en el mercado internacional. A mediados de junio, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacó el enorme potencial de la economía argentina en materia de energía limpia y litio, entre otros sectores, y dijo que el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea debería estar listo antes de fin de año.
El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) proyectó fabricar baterías de litio y automóviles eléctricos en Bolivia, pero avanzó poco por falta de socios extranjeros. Arce retomó el proyecto y se propone hacer de Bolivia un importante proveedor mundial.
“Con estos convenios el país podrá producir alrededor de 100.000 toneladas de carbonato de litio en el año 2025 en los salares de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes”, en el sudoeste de Bolivia, dijo el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina.
Grandes reservas
En los icónicos salares bolivianos se encuentran los recursos de litio más grandes del mundo, estimados en 21 millones de toneladas, según la agencia geológica estatal estadounidense USGS. No obstante, el país no ha logrado incrementar hasta ahora la producción industrial o desarrollar reservas comercialmente viables.
Gobiernos, empresas mineras y productoras automotrices desde Tesla hasta BMW están compitiendo por asegurarse oferta del metal, clave para las baterías necesitadas para impulsar un cambio masivo hacia vehículos eléctricos.
Molina dijo que con las inversiones se construirían dos plantas de procesamiento de extracto directo de litio (EDL) en las localidades de Pastos Grandes y Uyuni Norte, donde al menos 45.000 toneladas de carbonato de litio serían producidos anualmente.
La rusa Rosatom, que licitó a través de su unidad Uranium One Group, confirmó la noticia diciendo que invertiría cerca de 600 millones de dólares en el proyecto, su primer emprendimiento de litio a gran escala fuera del país, y que ve una capacidad de producción anual de 25.000 toneladas de carbonato de litio.
“Existe la posibilidad de incrementar la capacidad en base a los resultados de trabajo de exploración geológica”, dijo el primer director general adjunto de Rosatom, Kirill Komarov, en un comunicado.
Molina dijo que Citic Guoan invertiría por su parte 857 millones de dólares y que también “busca invertir en fábricas de batería y la instalación, posiblemente con estudios técnicos, de una ensambladora de vehículos, por lo que se comenzaría una verdadera revolución de la electromovilidad”.
El acuerdo con Uranium One Group era para estudios de factibilidad y preinversión, señaló Molina, y agregó que múltiples pruebas con tecnología rusa en los salares habían mostrado una tasa de recuperación de litio de más de 80%, con una pureza en torno al 99,5%.