Un reciente artículo de opinión de Bloomberg destacó la performance del índice bursátil S&P Merval, al que calificó como el “Messi” de los mercados, y dijo que la razón del optimismo de los inversores es que “uno de los frecuentes giros ideológicos de la Argentina es inminente”. Pero, según la compañía estadounidense que brinda información bursátil y noticias de finanzas, “el camino para estabilizar la segunda economía más grande de Sudamérica no será fácil”.
De acuerdo con Juan Pablo Spinetto, editor de economía y gobierno en América Latina de Bloomberg, “los problemas económicos de Argentina no están predestinados por los dioses, sino que se deben simplemente a negligencia política, que se deriva de luchas políticas internas”. “El próximo Gobierno deberá introducir racionalidad y restaurar los mecanismos de mercado, incluida una devaluación del peso atrasada”, afirmó.
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Por otro lado, agregó que la próxima gestión “deberá gastar algo de capital político y tener la habilidad y la voluntad de negociar con la oposición”. “Como aprendió el gobierno de Mauricio Macri en 2015, la reforma económica aumenta el riesgo de conflictividad social”, opinó.
Spinetto cita las primeras encuestas que salieron tras conocerse los precandidatos presidenciales de las distintas fuerzas políticas y dice que Juntos por el Cambia las lidera, aunque todavía tiene que elegir a su candidato presidencial. La coalición oficialista liderada por Sergio Massa ocupa el segundo lugar, y en tercero, queda Javier Milei, “quien sacudió la contienda inicialmente, pero parece haber perdido impulso recientemente”.
“Al igual que en 2019, las elecciones primarias del 13 de agosto mostrarán cómo se están alineando las fuerzas políticas, incluso si Bullrich o Rodríguez Larreta es quien encabeza la coalición Juntos y, por lo tanto, cuán sostenible es el repunte actual del mercado”, apuntó Spinetto.
Entre las contras que recibirá el próximo presidente habló de una inflación que es la mayor en tres décadas, un PBI que caerá más del 3%, reservas internacionales en baja y “controles monetarios bizantinos”.
A favor, mencionó que, para 2024, el país debería haberse recuperado de la dañina sequía que ha reducido su cosecha y sus exportaciones este año. Y el próximo presidente se beneficiará “de dos de los pocos éxitos políticos del actual presidente Alberto Fernández: un aumento en la producción de hidrocarburos (lo que reduce la necesidad de subsidios energéticos del Gobierno) y un auge de la minería, particularmente del litio”. “Un mejor contexto regional, con tasas de interés más bajas y una economía en crecimiento en Brasil, el principal socio comercial de Argentina, también ayudará”, continuó.
Más allá de esto, dijo que es “casi seguro que la vicepresidenta Cristina Kirchner, que lidera un grupo abiertamente hostil a los negocios, retendrá influencia en el Congreso y en Buenos Aires, la provincia más grande del país”. En este sentido, consideró que es “demasiado pronto para decir que Argentina ya salió de apuros”.