A partir de este sábado, los precios de los combustibles volverán a subir un 4%, según acordó la industria nuevamente con el Ministerio de Economía, a través de un nuevo programa de Precios Justos, que se extenderá hasta el 15 de agosto.
Hoy por la tarde se reunieron en el Palacio de Hacienda los referentes de YPF, Raizen (a cargo de las estaciones de servicio Shell), Axion (de la familia Bulgheroni) y Trafigura (Puma Energy, con la secretaria de Energía, Flavia Royón, y con su par de Comercio, Matías Tombolini. El sendero de precios, sin embargo, se había acordado previamente entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y la líder del mercado, YPF, en la reunión que mantuvieron ayer.
Al avanzar con este plan oficial, los precios de la nafta y el gasoil se seguirán desacoplando de la inflación, pese a que el presidente de YPF, Pablo González, había dicho a LA NACION: “No podemos estar muy atrasados del resto de los precios de la economía”.
En los últimos cuatro meses, mientras que los valores en surtidor aumentaron en torno al 4%, la inflación mensual fue 5,1% en diciembre, 6% en enero, 6,6% en febrero y las estimaciones privadas hablan de un 7% en marzo. Es decir, mientras que los precios de los combustibles aumentaron 17%, la inflación acumulada fue 27%.
La variación del valor de los combustibles también estuvo por debajo de la devaluación controlada que aplica el Banco Central (BCRA), en torno al 5,5%. Es por ello que el resto de las refinadoras piden aplicar un incremento de precios mayor, en torno al 6%.
“Entendemos que esto requiere esfuerzo de las empresas, el Estado ya está haciendo un esfuerzo de manera de contener los precios y anclar la expectativa inflacionaria para que esto no tenga un efecto en los precios y en el bolsillo de la gente”, dijo Royón.
“La firma de este acuerdo nos permite dar una señal de previsibilidad a consumidores, usuarios y empresas y, además, acompaña la hoja de ruta establecida por el ministro Massa que nos impulsa a sostener el equilibrio fiscal y cuidar las reservas”, agregó, por su parte, Tombolini.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que publica el BCRA sobre la base de las proyecciones de inflación de distintos bancos y consultoras, la inflación hasta septiembre tendrá un piso de 6% mensual.
En diciembre pasado, Massa recibió a los ejecutivos de las cuatro principales refinadoras del país para incluir a la nafta y el gasoil en el programa Precios Justos, con aumentos pautados por cuatro meses: 4% en diciembre, enero y febrero, y 3,8% en marzo. En ese entonces, el ministro proyectaba que la inflación iba a desacelerar, y que en abril iba a comenzar con un tres.
Sin embargo, la sequía, la emisión monetaria y la falta de credibilidad impactaron de lleno en la variación de precios y las consultoras privadas estiman que el año tendrá un piso de 110% de inflación.
Con el nuevo aumento de 4% en los precios, los valores promedio del surtidor en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) para YPF pasarían a ser: nafta súper, $176; nafta premium, $226; diesel súper, $189, y diesel premium, $266.
La consultora Economía & Energía, en tanto, publicó los precios promedio de todas las marcas en todo el país, que equivale a: nafta súper, $207,7; nafta premium, 257,3; diesel súper, $242,1, y diesel premium, $309,6.
En el último año, el valor de la nafta subió por debajo de la inflación interanual, con un 83,2% la súper y 99% la premium; mientras que el gasoil tuvo un incremento mayor de la variación de precios, de 120,6% el gasoil simple y el 139,8% la premium, que se explica por la escasez que hubo el año pasado durante la cosecha gruesa.
YPF, la empresa privada con control estatal, es la líder del mercado, responsable del 55% del total de las ventas. Raizen, a cargo de las estaciones de servicio Shell, le sigue con el 19%, mientras que Axion tiene el 15% y Puma Energy, el 6%. El restante 5% está repartido entre las estaciones de servicio blancas (sin bandera).
Fuente: La Nación. Ver nota completa.