No se puede entender un país sin conocer su historia y su geografía, solía decir Charles de Gaulle. La cita ayuda a comprender la guerra de los puentes que se inició en Ucrania con el ataque al puente de Zatoka el 26 de abril de 2022.
Apasionado de navegación, Pedro el Grande sostenía que a Rusia le sobraba tierra, pero carecía de mar ya que contaba tan solo con el acceso al mar Blanco. Esto lo llevó a enfrentarse a los otomanos para acceder al mar Negro, fundando una base naval a orillas del mar de Azov, y luego a los suecos para alcanzar el Báltico.
Tres siglos después, el ataque al puente de Crimea perpetrado horas antes que el Kremlin anunciara su retiro del acuerdo negociado en julio de 2022 por Turquía y la ONU pone de manifiesto el interés estratégico que representa esta infraestructura que no solo une la península con Rusia, sino que además intenta reforzar el talón de Aquiles de la logística rusa, a saber: el acceso a mares de escasa profundidad.
Siembra directa: la hora de no retroceder y pensar en lo que viene
El puente atraviesa el estrecho marino de Kerch que conecta el mar Negro con el mar de Azov, separando las penínsulas de Kerch al oeste y la de Tamán al este en donde se encuentra uno de los tres únicos puertos rusos de agua profunda.
Este estrecho resulta fundamental para la exportación de trigo ruso ya que allí se realiza el trasbordo, especificidad rusa por excelencia. La escaza profundidad de las terminales ubicadas en el Mar de Azov (Rostov, Azov, Yeysk) permiten cargar barcazas que no superan las 7000 toneladas.
Estas se descargan en panamax que acostan en alta mar en el estrecho de Kerch (Kavkaz OJS). Obstaculizar este estrecho marino no solo impide el aprovisionamiento de las tropas militares rusas sino que erosiona también una de las mayores fuentes rusas de divisas ya que el trasbordo representa un cuarto de las exportaciones de trigo ruso.
Como señalamos anteriormente, Rusia estrenó una serie ininterrumpida de ataques a infraestructura estratégica el 26 de abril de 2022 con el bombardeo al puente de Zatoka. Ubicado en la desembocadura del Dniéster, este puente, a la vez carretero y ferroviario, une Ucrania con Rumania, utilizado para redireccionar el trigo ucraniano hacia Europa e importar armas desde allí.
Con estos ataques Putin se encargó de debilitar los corredores de solidaridad UE-Ucrania (“Solidarity Lanes”) erigidos por la Unión Europea para alimentar de granos ucranianos las terminales fluviales tanto europeas (Giurgiulești, Galaţi) como ucranianas del Danubio.
Los recientes ataques a las terminales fluviales ucranianas de Reni e Izmaïl ponen de relieve el objetivo principal de Putin que consiste en asfixiar a Ucrania, golpeando una de sus principales fuentes de divisas ya que estas terminales fluviales representaron en promedio de julio de 2022 a junio de 2023 un 28% de las exportaciones de granos ucranianos mientras que previo a la guerra la vía fluvial representaba tan solo menos del 1%.
Con un cumulo de 48% de julio de 2022 a junio de 2023, el corredor del mar Negro que Putin sepultó el 17 de julio pasado trasladará en 2023/24 la presión hacia una logística terrestre y fluvial que cuesta aproximadamente US$50/t más cara que la marítima. Esta última sirvió más bien para alimentar el mercado turco y europeo en lugar de decenas de países africanos que fueron y siguen siendo aprovisionados por Rusia.
Por caso, Rusia exportó de julio de 2022 a junio de 2023 un récord de 47 millones de toneladas de trigo, contra solo 21 millones exportadas por los Estados-Unidos. Rusia sigue batiendo récords ya que en julio exportó 4,6 millones, es decir un 18% más que el último récord observado en julio de 2019.
Situación
¿Como es posible que Rusia logre semejantes récords de exportación teniendo aun el banco agrícola Rosselkhozbank desconectado de la red Swift?
En primer lugar, Rusia cuenta con sus clientes fideles como ser Turquía en donde su market share alcanzó en 2022/23 un 63%, y Egipto en donde en el mercado publico (GASC) alcanzó un 63% y en el privado un 73%, seguidos por Arabia Saudita y Argelia que al modificar la OAIC su guideline a fines de 2020 le permitió al trigo ruso penetrar en un mercado dominado históricamente por Francia.
En segundo lugar, apareció en el mercado ruso un nuevo operador en 2022/23 llamado Grain Gates LLC que se convirtió en el principal exportador de trigo ruso. Grain Gates LLC tiene vínculos con Demetra, es decir con el trader que pertenece al sancionado prestamista estatal VTB, segunda banca de Rusia, que dejó de operar en 2022/23.
VTB es dueña de la terminal NZT y posee el 35% de la terminal NKHP cuyo ownership es compartido con el Estado a través de United Grain Company. Ambas terminales están situadas en el puerto de Novorossiysk. A su vez, VTB posee la mitad del puerto de Tamán y el 80% de la capacidad ferroviaria instalada en el país.
En otras palabras, el Estado ruso controla alrededor de un 45% de las exportaciones de trigo ruso y participa activamente en la fijación del costo de fobbing, y por su puesto en el ingreso fiscal de divisas a través de la fijación de derechos de exportación móviles, y hasta participa en la elección misma de la moneda de cambio.
Sin ir mas lejos, Putin se reunió esta semana con el presidente de VTB, Andrei Kostin, con el propósito de sentar las bases de un nuevo sistema internacional de transacciones comerciales que incluya las monedas locales. De hecho, el mayor productor de cemento de la India, UltraTech Cement, importó el año pasado un cargamento de carbón ruso y lo pagó en yuanes chinos. Nunca antes visto.
Esta tan ansiada desdolarización de parte de Rusia está siendo acompañada de un redireccionamiento logístico del mar Negro hacia el mar Arábigo a través de la apertura de una nueva ruta de transporte denominada Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) que une el Mar Báltico con el Mar Arábigo.
Astracán se convertirá en el nudo ruso clave del INSTC, con una vasta red de rutas marítimas, ferroviarias y por carretera que aumentará drásticamente el comercio desde Rusia, pero también parte de Europa, a través de Irán hasta Asia Occidental y Asia Meridional, y viceversa.
Este corredor podría ofrecer a Rusia la oportunidad de cumplir sus contratos de trigo a todo el mundo, a través de Irán, y evitando de este modo el Canal de Suez, el Bósforo y los Dardanelos, expuestos a los intereses europeos. La invasión rusa en Ucrania aceleró este corredor, como aquel terrestre que une la terminal ferroviaria de Zabaikalsk con China.
“Ha decidido utilizar la comida como arma (…). Creo que es un gran error”, dijo el presidente francés el 18 de julio pasado en Bruselas. A la cita de Emmanuel Macron hay que agregarle la logística también.
El autor es consultor externo de cadenas agroindustriales