Alfredo Cornejo: “Mendoza necesita manejar con autoridad el gobierno para administrar los conflictos sociales”

MENDOZA.- El juego ya está sobre la mesa en tierra cuyana. Sólo resta esperar el movimiento final de cartas que hagan los ciudadanos en las urnas este domingo. Así aguarda el resultado Alfredo Cornejo, el exgobernador radical mendocino quien, en un hecho inédito para la provincia, busca volver al sillón de San Martín. El actual senador nacional de Juntos por el Cambio ganó las PASO y protagonizó una campaña provincial caliente con Omar De Marchi, expresidente de Pro local y creador del frente La Unión Mendocina, que incluye a los demócratas y los libertarios locales.

En una entrevista con LA NACION, Cornejo dio su visión del escenario electoral nacional, puso reparos a una eventual presidencia de Milei y ponderó la “experiencia de la gestión” para el desarrollo de la provincia. Asimismo, se entusiasmó, en caso de ganar, con un rol preponderante en la región, como integrante del “Nuevo Cuyo”, junto a los recientes gobernadores electos de San Juan, San Luis y Neuquén, con quienes hay sintonía política: Marcelo Orrego, Claudio Poggi y Rolando Figueroa, respectivamente.

– Llegó el final de una campaña encendida y un clima social enrarecido por la crisis económica. ¿Qué impacto local y nacional cree que tendrá todo esto en las urnas?

– Cada elección es una elección diferente. En este caso se resuelven temas provinciales, de administración provincial. Es la agenda que se intentó privilegiar. No es menos cierto que hay un enorme descontento con la economía nacional y que la oposición ha intentado asimilar esos temas y por eso la campaña negativa, agraviante y personalizada.

– Se observan resultados disímiles en las encuestas. ¿Cuál es su opinión de un posible “efecto Milei” en Mendoza?

– Entiendo que los mendocinos saben que es una elección puramente provincial. Debo decir que el efecto Milei no se percibió en ninguna elección, ni en las que fueron desdobladas ni en las que se hicieron en conjunto en agosto donde se eligió gobernador. Cada elección es una elección y no hago conjeturas. Ninguna elección está ganada ni perdida, pero es claramente provincial. Tenemos confianza en el pronunciamiento de los mendocinos.

– ¿Quién es De Marchi para usted, luego de dar el portazo en Cambia Mendoza?

– No tengo ninguna declaración, salvo decir que ellos tienen que explicar por qué lo hicieron después de compartir el poder político de la provincia durante años. Tienen que dar explicaciones más ellos que nosotros. Por qué se fueron de un proyecto político. Todas las rupturas tienen las explicaciones según de donde provengan. Cuesta entender que para las personas que se vieron beneficiadas y hablaban maravillas de la gestión y del liderazgo hasta hace un año, hoy Mendoza sea una ciudad ucraniana, bombardeada por Rusia. Un desastre todo. Creo que el liderazgo de Mendoza requiere mayor coherencia a la hora de los cambios. Los momentos difíciles no son para rejuntar gente que se siente excluida.

– ¿Qué piensa del peronismo y de algunos pases al frente que comanda De Marchi?

– El peronismo está pagando en las provincias el costo de la mala política económica nacional. Hay un conjunto de arribistas que se beneficiaron del poder político nacional y ahora se dispersan en distintas fuerzas. Eran kirchneristas hasta hace seis meses y hoy están dispersos en varios frentes.

– ¿Qué piensa de las terceras fuerzas en Mendoza? ¿No son necesarias para equilibrar el poder?

– Siempre han existido en Mendoza. Una cosa es que se polarice la elección entre dos y queden los terceros muy débiles. En Mendoza, las terceras fuerzas han hecho mejor o peor elección. Tengo la presunción de que van a estar muy distribuidos los votos de la oposición. Todos dicen más o menos lo mismo. Nadie tiene la misma credibilidad como opositor genuino. Todos son opositores furiosos a nivel provincial, pero no todos tienen la misma credibilidad de opositores. Eso va a generar terceras fuerzas. Es evidente que va a haber más dispersión del voto opositor. No va a ser una elección polarizada.

– ¿Ve con grandes chances un triunfo presidencial de Milei?

– No está definida la elección nacional. Todavía hay muchos días de campaña, van a haber debates y demás. Lo veo con buena performance a Milei, pero también veo un voto muy fuerte anti-gobierno nacional. Una tendencia muy concreta.

– ¿Qué le faltó a Patricia Bullrich? ¿Qué chances tiene hoy de llegar al ballottage?

– No es que le faltó algo en especial. Creo que todavía hay una carrera por resolver. Ella tenía un objetivo que era ganar las PASO y lo logró, pero ahora hay que ver cómo sigue. Creo que la sociedad está con mucha incertidumbre para las elecciones presidenciales, así que si ella pone el eje en dar certidumbre económica, con el acompañamiento de (Carlos) Melconian, puede ser positivo. Hay que ver cómo funciona eso. Creo que tiene chances de ingresar en el ballottage, no está definida esa elección.

– ¿Qué escenario futuro analiza para Mendoza, en caso de que a Milei le vaya bien o mal?

– Las dos cosas pueden suceder. Entonces, sobre el escenario futuro, es bueno que a un candidato lo voten por sus antecedentes, pero también por lo que proyecta para el futuro. Creo que Argentina va a cambiar, más que por virtud de sus políticos, en la presidencia, porque hay una demanda social de cambio del régimen económico. Si ves las elecciones, las últimas y ves lo que ha pasado en los últimos dos años, el cuentito del Estado presente y todo eso, se cayó a pedazos, nadie cree ese cuento que el Estado te va a resolver los temas. Esa demanda social de cambio del régimen económico no existía en 2015, ni en las presidenciales del 2019. Hoy existe esa demanda social y cualquier presidente, sea Milei, Bullrich, Sergio Massa, tiene que atender esa demanda. Ahora, el cambio de régimen económico tiene un primer año de mucha turbulencia y de problemas de legitimidad del gobierno. Si en siete meses no baja la inflación sustantivamente, y en 12 meses no aumenta el salario real, ese gobierno va a estar en problemas de gobernabilidad, de credibilidad, de legitimidad.

Por eso, en el segundo escenario, Mendoza tiene que tener bien administrado su presupuesto y tiene que tener personas al frente del gobierno que tengan ese criterio de cuidado de lo público, del presupuesto, y manejar con autoridad el gobierno para administrar los conflictos sociales.

– ¿Desde la región hay una oportunidad de incidir con fuerza en el próximo gobierno nacional?

– Es ganar, ganar. Tengo la plena convicción que, con Marcelo, en San Juan; con Claudio, en San Luis; y con Rolo, en Neuquén, podemos integrarnos. Por caso, si trabajamos juntos, si nos unimos e influimos en el Gobierno nacional para los convenios de libre mercado con otros países, se beneficiará nuestra industria, la minera, nuestra producción de alimentos y de bebidas.

– ¿Ve competitivo a Massa? ¿Qué piensa del futuro del kirchnerismo en todo el país?

– No hay que dar por muerto al kirchnerismo porque Massa hizo con (Juan) Grabois más de 27 puntos. Pero no son los números que sacaron en elecciones anteriores, vienen en baja. No es el escenario que tenían antes.

– La macro influye, así como los fondos discrecionales a otros distritos, pero se hace hincapié en la meseta de Mendoza y en el crecimiento de provincias vecinas ¿Coincide con ese diagnóstico?

– El crecimiento de la coparticipación lo han tenido siempre; el crecimiento de las provincias vecinas está distorsionado por las commodities. Si uno ve las cifras de desempleo en Mendoza son bajas, y no se lo atribuiría el mérito al gobierno provincial. Por eso, comparar una provincia que tiene minería en cobre y oro en cuanto al desempeño económico no es justo; porque si sacás esa actividad y ves el promedio salarial de San Juan, por ejemplo, es más bajo que Mendoza. Comparar a Neuquén con Mendoza cuando cae el precio del petróleo es de mala fe. No vale hacer esos análisis comparativos.

– ¿Por qué decidió volver a pelear por la gobernación? ¿Qué piensa de los pedidos de renovación de la dirigencia?

– Siempre hay que estar renovándose. Este proyecto se renueva, los otros no se renuevan. Todos nuestros candidatos a intendentes en general son nuevos. Tenemos un equipo renovado. Se renueva en llevar a una mujer, de otro partido y del sur de la provincia, como Hebe Casado, para la vicegobernación. El otro proyecto son las mismas caras de siempre repartidas en distintos frentes ahora. Somos un equipo que se está renovando todo el tiempo, pero también reúne las virtudes de haber sido probado en circunstancias difíciles. No estamos pidiendo que se nos vote por esa experiencia, sino que esa experiencia nos da antecedentes y genera confianza para el futuro. Los equipos de gestión pública tienen que ser cada vez más profesionales y menos improvisados, y me parece que esa profesionalización la da el ejercicio.

– ¿Qué pasa con la pobreza en Mendoza?

– Hay pobreza en Mendoza, pero la hay en todo el país. No es lo mismo ser pobre pero tener la escuela abierta y poder llevar tus chicos a la escuela, que no tenerla. Ser pobre en una provincia del norte o en algunas provincias como el conurbano bonaerense y no tener la red de salud que tiene Mendoza no es lo mismo. Eso hay que cuidarlo y yo garantizo eso, el resto no lo garantiza.

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