El discurso de Cristina Kirchner de ayer, que versó fundamentalmente sobre cuestiones económicas e inauguró una polarización con Javier Milei, generó todo tipo de interpretaciones al interior del Frente de Todos. Cada dirigente escuchó lo que quiso y leyó entrelíneas distintas señales de cara a definir las candidaturas. Pero en el círculo íntimo de la vicepresidenta, el día después, eran claros a la hora de explicar el mensaje: aseguraron que Cristina “no definió nada en términos electorales”, que para esa instancia “falta mucho” y que lo principal en esta etapa es que el peronismo defina un “plan de gobierno” para confrontar con “la derecha”.
“Más allá de las ansiedades de nuestra dirigencia para que ella toque a alguien con la varita, Cristina ayer no dijo absolutamente nada de lo electoral, esa es la realidad. Para esas definiciones falta, hay otras fechas”, dijo a LA NACION un colaborador muy estrecho de la vice, que pateó para fines de mayo o incluso junio el momento de decidir candidaturas.
En medio de las internas, Alberto Fernández se sumó a un acto de Sergio Massa con gobernadores
Respecto a la posibilidad de que Cristina se suba a la boleta del peronismo este año, algunos vieron una continuidad en sus señales y consideraron que no será parte de la oferta electoral. Frases como “no se hagan los rulos” o “ya di todo lo que tenía que dar”, fueron leídas en esa sintonía. “Ya lo dio a entender muchas veces”, se limitó a decir un colaborador que trata a diario con la vice.
Andrés “Cuervo” Larroque, ministro del Desarrollo de la Comunidad bonaerense y principal promotor del operativo clamor para una candidatura de la vice, hoy señaló: “Ella no se bajó ni se subió, yo la veo absolutamente comprometida. No fue un discurso en donde ella se corría de la discusión, sí planteó que una sola persona no puede”.
Así, el discurso de la vice siguió sin arrojar claridad sobre la dirigencia kirchnerista, que se divide entre quienes creen que hay que insistir con una candidatura de Cristina -esta mañana se confirmó otro acto de la “gira clamor” en Tapalqué- y quienes creen que hay que pensar en un armado electoral sin su nombre en la boleta.
Todos contra Milei
En lo que coincidieron en todas las terminales de Frente de Todos fue en la relevancia que tuvo la abierta confrontación de Cristina Kirchner con Milei. “Cristina puso el debate donde interesa: en cuál es el proceso económico en la Argentina y en el por qué de las cosas para que nadie crea en espejitos de colores como la dolarización”, dijo a LA NACION el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, que estaba invitado al acto de la vice pero no pudo llegar por otras obligaciones de gestión. Y agregó: “Le puso nombre y apellido al rival del peronismo en esta etapa”.
En el kirchnerismo están empecinados en machacar en el origen político que tienen los principales contrincantes de la oposición: en primer lugar Milei, pero también Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. En los últimos días se comenzó a montar una campaña para vincular a los presidenciables opositores con la convertibilidad de los 90 y con la crisis de 2001 para fomentar el miedo. ”Hay que contar quién es quién”, dijo a este medio un ladero de la vicepresidenta.
La estrategia detrás de ese discurso apunta a intentar reconquistar a los electores que el kirchnerismo perdió, sobre todo jóvenes del conurbano, que alguna vez fueron un activo electoral de los K y hoy son muy esquivos. Ayer fueron claros los esfuerzos de la vice por actualizar el discurso pese a las continuas alusiones al pasado, en un acto que mezcló doctrina peronista con música de Trueno, uno de los artistas del momento.
“Claramente ella quiere recuperar algo de votantes jóvenes, urbanos, pobres, que se fueron del kirchnerismo a Milei y para quienes no tenemos discurso”, dijo a LA NACION un referente del Frente Renovador.
Larroque hizo un análisis similar en una entrevista con Futurock: “Nuestra falta de claridad en una política que represente a las mayorías hizo que esa angustia se canalice con Milei. El crecimiento de él se debe a una desconfiguración de nuestra fuerza política. Tenemos que poder recuperar a ese ciudadano en una situación de angustia”.
Fernández y Massa
Cristina Kirchner prácticamente ignoró en su discurso a Fernández, si bien todos leyeron que aludió a él cuando chicaneó: “Este es el problema de querer gobernar y conformar a todos, finalmente terminás enojando a todos”. No cargó las tintas sobre el Presidente, pero tampoco lo respaldó para que afronte sus últimos meses al frente del Ejecutivo.
Hoy, en la Casa Rosada, un alto funcionario consideraba que el tono de la vice hará que disminuya la belicosidad de los dirigentes kirchneristas hacia el jefe de Estado. “No sentí que ella lo esmeriló”, dijo un importante funcionario cercano a Fernández. Otro colega con despacho en Balcarce 50 hiló más fino: “Dejó atrás los niveles de agresividad, dijo que crecimos en plural cuando habló de la actividad económica, si bien cuestionó la distribución del ingreso”.
Más allá de las palabras de la vice, la puesta en escena de ayer dejó en claro que el kirchnerismo no contempla a Fernández para el futuro armado electoral. En la “mesa ejecutiva” de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner -que apunta a actuar como el think tank del peronismo para esos comicios- el sector Presidente no tuvo una silla. “En la conformación de eso no estamos”, reconoció un funcionario.
La otra lectura compartida en el oficialismo es que la vice continuó respaldando el trabajo de Sergio Massa, aunque sin entronizarlo como candidato, la opción que venía madurando con más fuerza tras el renunciamiento de Fernández a la reelección. “Claramente Cristina bancó la gestión de Sergio. Puede que sea él, pero al parecer hasta fin de mayo nadie va a definir nada”, reconoció un referente del Frente Renovador a LA NACION.
Antes de las candidaturas, la vicepresidenta se puso como controller de la renegociación del acuerdo con el FMI que están llevando a cabo los colaboradores de Massa. La vicepresidenta cuestionó que el acuerdo con el Fondo no habilitaba al Gobierno a intervenir para frenar la disparada del dólar blue esta semana. “Esto no se podía hacer hasta esta semana cuando se tomó la decisión de hacerlo porque el acuerdo con el FMI prohibía que el Banco Central interviniera en el mercado cambiario para evitar una corrida”, dijo.
Si bien la vice ponderó que Massa haya revertido ese condicionamiento, lo cierto es que esa cláusula no databa del acuerdo de Martín Guzmán, sino que se había incluido en una de las reformulaciones posteriores firmadas por el ministro de Economía actual. Difícil que la vice ignorara ese detalle.