Las cámaras empresariales y los analistas económicos recibieron como una buena noticia que finalmente se haya concretado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, aclararon que no se cumplió la promesa del ministro de Economía, Sergio Massa, de que habría un adelanto de desembolsos, y creen que la decisión final que tome el directorio del FMI dependerá del resultado de las elecciones primarias.
Entre los aspectos técnicos más destacados, el FMI confirmó que se mantiene la meta de déficit fiscal en 1,9% del PBI para este año, redujo significativamente el objetivo de acumulación de reservas de US$8000 millones a US$1000 millones, y reiteró que el Tesoro no debería financiarse con la emisión monetaria del Banco Central.
Del lado del FMI, la reunión de directorio se hará en la segunda quincena de agosto y, de aprobarse, se desembolsarán los US$7500 millones, aun sin fecha confirmada, correspondientes a la revisión de las metas trimestrales del primer semestre. Mientras tanto, la Argentina no puede generar atrasos y debe pagar los vencimientos del lunes y martes por un total de US$3400 millones.
“Mi interpretación es que el Fondo les dice que va a tomar la decisión con la foto de las PASO y que el Gobierno se tiene que arreglar solo para llegar a las elecciones. Si quieren usar dinero para intervenir en los paralelos, no es asunto del Fondo, porque ellos siguen cobrando los vencimientos. El desembolso de US$4000 millones que tenía que ser en junio también se pasó para después de las PASO. Mientras tanto, la Argentina tiene que seguir pagando”, opinó Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
Para el economista, el Fondo siempre perdona los incumplimientos y otorga waivers (exenciones), hasta que hay un hecho político que genera un cambio. “Al fin y al cabo, el Fondo es una institución política y el hecho político que pueda haber o no es un dato electoral contundente en las PASO. Si eso no ocurre, todo seguirá su marcha, y si hay un hecho político contundente, el Fondo reverá, como hizo en su momento en 2019″, agregó Caamaño.
La economista María Castiglioni dijo que el FMI “le tiró un par de palos” a la Argentina respecto de que sigue aumentando la cantidad de tipos de cambio y de que se desvió del gasto con los salarios del sector público. “Cuando uno mira todos los gastos del Estado, las transferencias automáticas y los gastos excepcionales aumentaron en estos meses. En cuanto al déficit fiscal, el Fondo se puso firme y creo que por ahí pasó la discusión, para mantener la meta de 1,9% de déficit primario. Creo que eso llevó también a que la Argentina lo cumpla vía más impuestos”, indicó.
“El gran desafío en estos meses es cómo el Banco Central no sigue perdiendo reservas en meses en que en general son complicados en términos de resultado comercial. Este acuerdo evita el colapso, porque estamos en una situación sumamente delicada, de reservas muy negativas, pesos excesivos, y ningún panorama de recuperar fondos”, agregó la directora en C&T Asesores Económicos.
De igual modo, coincide el economista Fernando Baer, de Quantum Finanzas, que destaca que el acuerdo “es un alivio porque disipa la incertidumbre de los últimos días, cuando llegó a considerarse la posibilidad de que la Argentina entre en arrears [atrasos]”.
“Los US$7500 millones permiten afrontar los pagos con el organismo hasta noviembre inclusive (incluyendo la restitución de lo pagado ahora en julio). El riesgo de que la próxima revisión sea recién en ese mes, con desembolsos suficientes para pagar los vencimientos, es que el Gobierno no profundice las medidas que se necesitan para que la inflación no se desboque y que exista cierta calma cambiaria. Puede haber algún hartazgo del FMI esperando directamente sentarse a negociar con las nuevas autoridades”, agregó Baer.
Por otro parte, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), que preside Mario Grinman, dijo que “la confirmación del nuevo entendimiento con el FMI y del próximo giro de fondos en el mes de agosto es positivo para la Argentina”.
“Producto de la sequía y de deficiencias macroeconómicas acumuladas a lo largo de los años, nuestro país enfrenta una situación muy delicada en la que resulta clave contar con el apoyo del Fondo. Este acuerdo es condición necesaria para sortear las actuales dificultades, pero no es condición suficiente. Para resolver los profundos y persistentes problemas que padece nuestro país, urge que los argentinos encaremos correcciones profundas, que impliquen, entre otras cosas, la corrección del déficit fiscal; y esto debe lograrse no mediante más presión impositiva sobre un sector privado formal que ya está asfixiado de tributos, sino con una racionalización del gasto público y el combate de la evasión”, dijo Grinman.