Los guiños de Mauricio Macri hacia Javier Milei, la estrella política del momento luego de su triunfo en las últimas primarias, despertaron recelos y no pocas sospechas en las filas de Juntos por el Cambio (JxC). Los más suspicaces temen que el expresidente, de excelente vínculo con Milei, busque arrimar su tropa de Pro a las fuerzas libertarias en un acuerdo poselectoral que le imprima un sesgo liberal al nuevo gobierno, sea de Milei o de la flamante candidata presidencial de JxC, Patricia Bullrich.
En el entorno del expresidente juran y perjuran que jugará a fondo con Bullrich para que gane las elecciones de octubre. En el radicalismo desconfían; si algo tienen claro es que tanto Macri como Milei desprecian a los socios de Pro en JxC por formar parte de la vieja política (la “casta”, como los rotula el líder libertario”) renuente a instrumentar “cambios de fondo” en la economía y en la política.
“Un acuerdo político entre Macri y Milei sería una jugada win-win para Mauricio –advierten en la UCR-. Si Milei gana la presidencia, el Pro le ofrecería su estructura, la experiencia de gestión y los legisladores que él carece para gobernar. Si gana Patricia, Milei será el aliado clave para aportarle los votos en el Congreso que le permitan avanzar en las reformas más estructurales y complejas sin necesidad de acordar con otras fuerzas.”
En efecto, si en las elecciones de octubre se replican los resultados de las últimas primarias, entre los bloques de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza reunirían 147 diputados y 41 senadores en sendas cámaras del Congreso. Con estos números no solo superarían ampliamente el quorum para avanzar en su agenda de leyes sin necesidad de sumar aliados; además, neutralizarían de manera instantánea al kirchnerismo y a las fuerzas peronistas de las provincias, que quedarían reducidas a una oposición testimonial.
En el radicalismo, sin embargo, advierten que una alianza político-parlamentaria con Milei tendría el efecto de una bomba neutrónica dentro de Juntos por el Cambio. “Nosotros no lo vamos a bancar”, avisan en el partido centenario.
Un sector de Pro, sin embargo, se entusiasma con la idea. Sin ir más lejos el jefe de la bancada, el diputado Cristian Ritondo, -el futuro presidente de la Cámara de Diputados si gana Bullrich- blandió esa posibilidad allá por junio pasado, cuando nadie pronosticaba el fenómeno electoral de Milei.
“Yo tuve razón”
Quienes se cruzaron el domingo con Macri en el complejo de Golden Center en Parque Norte lo notaron contrariado. Apenas ingresó al predio, el expresidente encaró para la oficina donde su primo, Jorge, aguardaba los resultados de la elección porteña. La tendencia arrojaba una diferencia favorable, pero ajustada para el ministro de Larreta en su pulseada con Martín Lousteau.
Por los pasillos del VIP del búnker opositor circulaban jefes de Pro y la UCR, que aguardaban los primeros datos del escrutinio provisorio. “Si sigue así, Milei va a salir primero y estamos perdiendo. Yo tenía razón”, comentó Macri ante dirigentes de la plana mayor de JxC, que aún no lograban salir de un estado grogui por el golpe libertario que exhibían en sus teléfonos los informes de las mesas testigo en todo el país.
Minutos después, el expresidente se ubicó en el campamento de Bullrich. Y desde allí, rodeado de Ritondo, Juan Pablo Arenaza y Federico Angelini, entre otros, se enteró de los primeros resultados oficiales. Aliviado por la consagración de Bullrich como candidata presidencial y la victoria de Jorge Macri en la interna de JxC en la ciudad, la casa matriz de Pro, el exjefe del Estado salió al escenario para celebrar el veredicto de las urnas. Por más que la coalición opositora perdió votos, Macri interpretó el resultado como una reivindicación a sus ideas y sus preferencias electorales.
El tono de su discurso y sus guiños a Milei hicieron mascullar bronca a sus detractores dentro de la UCR. “Lo de Macri es un problema. Se siente ganador y acá no ganó nadie: JxC no hizo una buena elección”, comentaron en el pelotón del radicalismo que conduce Gerardo Morales.
Mientras tanto, los laderos de Macri presumían que el fundador de Pro había pronosticado que JxC y Milei podrían protagonizar un eventual ballottage. También destacaban que el expresidente había advertido a sus socios -sobre todo, a Larreta y los radicales- que debían cuidar la identidad del frente y proponer un cambio nítido para frenar una sangría de votos ante la irrupción del fenómeno antisistema y libertario de Milei.
Antes de que viajara a Paraguay y Uruguay, Macri reunió a su mesa chica en sus oficinas de Olivos para analizar los resultados de los comicios del domingo. En esas charlas el expresidente machaca con que es “sano” que Milei y JxC hayan acaparado un 60% de las preferencias del electorado. Atribuyó a la encarnizada interna la merma de votos que sufrió la coalición opositora y se mostró optimista de cara a octubre. No le preocupa la chance de que JxC se quede afuera de la disputa por la Presidencia, porque vaticina que el PJ perderá más votos en los comicios generales ante la agudización de la crisis.
“La interna complicó la identidad del cambio. Ahora hay que transmitir que representamos lo mismo que Milei, pero con equipos y experiencia”, deslizan cerca de Macri.
Como dijo el domingo en el búnker, el expresidente considera que ahora “comienza otro partido”. “La discusión que viene es quién representa mejor el cambio”, grafica un dirigente leal a Macri. Hoy, el expresidente cristalizó esa idea durante una conferencia que brindó ante el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) en Uruguay. Allí confesó que “soñó” varias veces con que el peronismo quedara tercero en las elecciones nacionales.
“La opción ahora es entre ‘entusiasmo’ y ‘experiencia con entusiasmo’”, resumió, respecto del escenario de octubre. Cerca de Macri aventuran que JxC deberá exhibir capacidad y sostén legislativo para sostener las reformas económicas. “Hay que marcar la diferencia en la metodología, en el cómo”, deslizan.
El domingo a la noche Macri se comunicó con Milei para felicitarlo. Ambos cultivan una relación personal desde hace tiempo. De hecho, se respetan y no se atacan en público. Ese vínculo se convirtió un enigma para JxC. ¿Qué busca Macri? ¿Por qué lo elogia al libertario, un enemigo electoral del espacio? ¿Hay un pacto de no agresión? En el entorno de Macri niegan que ensaye un acercamiento al libertario para poner una ficha ganadora en cada canasta -la de JxC y la del economista- o que se imagine siendo un garante de la gobernabilidad en un eventual gobierno del diputado.
“Quiere que Patricia sea presidenta y que gane en primera vuelta. Y el segundo escenario ideal para él es un ballottage entre JxC y Milei. Su prioridad es que el peronismo salga tercero”, remarcan allegados al expresidente.
Bullrich, por de pronto, ya salió a marcar la cancha: dijo que Macri es de JxC y que el libertario pretende usarlo para su campaña. En Juntos por el Cambio esperan más gestos de la candidata presidencial. “Todos la queremos ayudar para que gane. Esperamos que ella exhiba gestos de reciprocidad”, deslizan.