El canciller Santiago Cafiero informó ante la comisión de Relaciones de Exteriores del Senado que Argentina llegó a un principio de acuerdo para cancelar la deuda que el país mantiene con Paraguay por el uso, el año pasado, del excedente de energía producido por la represa de Yacyretá.
En su exposición ante los senadores, Cafiero le bajó los decibeles al conflicto con Paraguay, pero también reivindicó el derecho de la Argentina a cobrar peaje en el tramo norte de la Hidrovía del Río Paraná, al afirmar que se trata de una tasa retributiva por la realización de obras que garantizan la navegabilidad del curso de agua y que no era justo que lo pagaran todos los argentinos.
“Lo que se hizo fue ponerle un costo acorde, para que los argentinos no tengan que pagar el costo del tráfico fluvial”, explicó el ministro de Relaciones Exteriores. “No son valores tan significativos, pero son 26 millones de dólares anuales que no era justo que lo sigan pagando todos los argentinos; que los paguen los que lo usan”, sentenció.
Cafiero se refirió así al conflicto generado con Paraguay en las últimas semanas, con una escalada de declaraciones polémicas con la flamante administración del vecino país, que encabeza Santiago Peña. Además de la deuda por Yacyretá y el peaje en la Hidrovía, se sumó a los cortocircuitos en la relación con Asunción el incidente con la prefectura paraguaya, que habría ingresado en territorio nacional para detener a lanchas argentinas que se encontraban pescando en la zona de la Isla Apipé.
En una reunión que se desarrolló sin intervenciones estridentes, el canciller se mostró confiado en que el conflicto con el vecino país se encamina a solucionarse y que estos encontronazos no afectarán la convicencia de ambas naciones. “No define un peaje la relación con Paraguay, nos vamos a poner de acuerdo”, aseguró.
Fue en ese momento que, para respaldar su afirmación, informó que se había llegado a un acuerdo por Yacyretá. “Acordamos pagar una deuda por excedente de energía a Paraguay por 36 millones de dólares en tres cuotas de 12 millones”, dijo.
Pero sobre el peaje a las naves que naveguen por la Hidrovía, el ministro se mostró firme en el derecho que le asiste al país para hacerlo. En ese sentido, dijo que la decisión se adoptó luego de que la administración del canal pasara de manos privadas a la Administración General de Puertos (AGP) y destacó que ya en la concesión del servicio se había establecido el pago de peaje en el tramo que va de la ciudad de Santa Fe hacia el norte de una tasa retributiva para financiar obras, sólo que la cláusula se encontraba suspendida.
“La idea siempre fue que aquel que usa el servicio lo pague. No hay discriminación, no nos apartamos del Tratado de Santa Cruz de la Sierra ni impedimos la navegabilidad de los ríos; es simplemente que se pague un servicio”, reivindicó Cafiero la decisión de la AGP. “Para garantizar navegabilidad las 24 horas esas obras se tienen que hacer”, agregó.
Defensa de los Brics
El canciller también reivindicó la decisión del Gobierno nacional de sumar a la Argentina al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), decisión cuestionada por los candidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y de La Libertad Avanza, Javier Milei.
“Qué ganamos no entrando a un mecanismo que produce más que el G-7 y que concentra más del 30% del PBI mundial”, se preguntó, de manera retórica, Cafiero.
El ministro dijo que el país tiene que desarrollar su producción y que, para hacerlo, debe aplicar una política pragmática en su relación con el mundo. “Para cumplir esos objetivos, principismo está bien; pero también, pragmatismo. Amigos de todos, satélites de ninguno”, sentenció.
El canciller también se refirió a la situación generada por la publicación de un mapa de la Armada de Chile, que incluye como parte del vecino país a territorios argentinos. Al respecto, recordó que Argentina presentó su propuesta de límites ante la ONU sin que mediara objeción de Chile, tras los cual aseguró que el documento de la Marina chilena fue rechazado por la administración de Alberto Fernández y ahora esperan que el país trasandino designe a su representante ante la comisión de límites contemplada en el Tratado de Paz y Amistad de 1984, que es donde deben zanjarse estas cuestiones.
