El proyecto que propone aumentar el financiamiento educativo que presentó el ministro de Economía Sergio Massa, el cual incluye un calendario obligatorio de 190 días de clase, desató un intenso debate entre oficialistas y opositores en la Cámara de Diputados. No porque los opositores estén en contra de esta premisa –todo lo contrario, aclararon-, sino más bien porque el Gobierno no pudo siquiera cumplir con la meta del 6% del PBI de inversión anual que impone la ley vigente. Advirtieron que tampoco se cumplen los 180 días de clase obligatorios.
La iniciativa comenzó a debatirse en la Comisión de Educación con la presencia del ministro del área, Jaime Pereczyk, quien defendió la iniciativa. “Nosotros somos defensores de la educación pública, queremos cuidarla por eso debemos transformarla. No queremos que la motosierra (en alusión al libertario Javier Milei) pase por ahí”, enfatizó el funcionario, escoltado por la presidenta de la comisión, la oficialista Blanca Osuna.
Todos coincidieron. Aunque no faltaron reproches por la oportunidad en que Massa, el candidato presidencial oficialista, presentó el proyecto. “Me hubiera gustado que el proyecto de financiamiento hubiese llegado más despegado de la campaña presidencial –planteó, en el arranque del debate, la diputada Danya Tavella (Evolución Radical). Todos queremos más chicos en las aulas, más escuelas, más universidades, y mayores posibilidades de fortalecimiento. Cuando lo traemos a unos días de las elecciones lo enturbiamos un poco de oportunismo electoral”.
El proyecto en cuestión propone que a partir del año próximo la Nación se haga cargo del 60% del financiamiento educativo en todo el país y las provincias del 40% (hoy la ecuación es a la inversa) y que la inversión aumente, de manera progresiva, hasta alcanzar el 8% del PBI en 2030.
Desde la izquierda Romina Del Plá se preguntó sobre qué base el Gobierno propone aumentar al 8% del PBI la inversión en educación cuando la meta del 6% previsto en la ley actual solo se cumplió en tres oportunidades desde 2005 a la fecha.
“No cuestiono que haya que invertir más en educación, pero habría que empezar por cumplir la ley actual”, enfatizó, al tiempo que advirtió sobre severas subejecuciones en partidas educativas claves, como el Fondo de Incentivo Docente y las destinadas a educación superior.
A juicio del ministro Perczyk, la ley de financiamiento educativo actual “es un éxito en la Argentina”. “Consiguió que el 98% de los chicos vayan al jardín en la sala de 5, cuando antes de votar la ley era del 75%”, enfatizó.
“Esta ley posibilitó que el 85% de los chicos tengan una hora más de clase, otra de lengua y matemática; además, se aumentó un 50% la cantidad de escuelas que tienen jornada completa o extendida –enumeró-. Hoy el 17% de los chicos asisten a la escuela técnica; antes era el 8%. Además, permitió un crecimiento muy importante de la matrícula en la universidad argentina: más del 30%, llegando hoy a 2 millones y medio de chicos en la universidad”.
Desde la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro dijo compartir la necesidad de aumentar el financiamiento educativo aunque dudó que pueda aplicarse en el actual contexto de crisis inflacionaria. Asimismo reclamó que se declare a la educación como “servicio esencial” para garantizar que efectivamente se cumpla al menos con los 180 días de clase previstos por ley.
“Este proyecto de ley conjunto de muy buenas intenciones que compartimos y que queremos trabajar juntos. Pero no podemos legislar ignorando el contexto actual: este cuarto año de un gobierno en retirada que ahora plantea muchas cosas pero que no las impulsó durante su gestión –asestó la diputada Sabrina Ajmechet (JxC). Tenemos que hacernos cargo de cómo está la educación hoy. Sacar una ley que establece 190 días obligatorios de clase sin asegurarles que lo van a poder a hacer es cuanto menos cínico. Es una farsa”.