Empezó la cuenta regresiva para las elecciones generales de octubre. A menos de un mes para que los argentinos se encierren en el cuarto oscuro y voten al próximo presidente, las presiones sobre el mercado cambiario se recalientan ante la finalización del dólar agro, la dolarización preelectoral y la aceleración inflacionaria.
En septiembre, los dólares libres se tomaron una pausa y se sumergieron en una suerte de “veranito cambiario”. En parte, esa calma se explica por los fuertes aumentos que habían registrado los dos meses anteriores, sobre todo en agosto, cuando presentaron alzas de hasta un 41% mensual (en el caso del contado con liqui). Otro tanto, por las intervenciones que efectuó el Banco Central (BCRA) en los dólares financieros para contener las subas, a través del mercado de bonos.
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En ese contexto, el dólar blue cotiza actualmente en los $743, apenas $8 más frente al último día hábil de agosto (+1%). El tipo de cambio MEP con GD30, segmento donde se efectúan las mayores intervenciones del BCRA, se negocia a $682. Acumula unos $12 más que el mes anterior (+1,7%). El contado con liquidación (CCL) “libre” se vende a $755, una caída mensual de $25 (-3,3%).
“Durante septiembre, la cotización de los dólares financieros se viene presentando en calma. El Gobierno ha logrado ingresos producto de la cuarta versión del dólar soja, lo que le ha dado margen de maniobra para intervenir en el mercado secundario de bonos. A fin de mes concluye el Programa de Incremento Exportador, la pregunta que se plantea el mercado es entonces qué sucederá con las cotizaciones de los dólares financieros cuando nos acercamos cada vez más a las elecciones del 22 de octubre”, dijo Ignacio Morales, analista de Wise Capital.
Fin del dólar agro
En septiembre, el Gobierno anunció la entrada en vigencia de un nuevo dólar agro. A diferencia de los programas anteriores, que se caracterizaron por establecer un tipo de cambio diferencial, en esta ocasión los agroexportadores tuvieron la opción de vender un 25% de las liquidaciones en el mercado financiero (y el 75% restante, en el mercado oficial).
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Eso hizo que el contado con liquidación tenga más oferta y, por ende, ayudó a bajar la cotización que se encontraba arriba de los $800 por aquel entonces. Además, el Banco Central logró sumar dólares para sus reservas, marcando 25 ruedas de racha positiva y acumulando un saldo de US$500 millones en lo que va del mes. Según Delphos Investment, el volumen comercializado casi que duplica al de agosto y se trata del mayor volumen desde mayo.
“Ello colaboró con que los dólares financieros se mantengan calmos luego del overshooting post-elecciones. Sin embargo, al Banco Central le sigue costando acumular reservas como resultado de las intervenciones de especies contra MEP para contener los dólares financieros. Difícilmente la calma en el MULC [Mercado Único y Libre de Cambios) y en los dólares financieros perdure una vez terminado el Programa de Incremento exportador, teniendo en cuenta el desbalance comercial”, agregaron desde la sociedad de bolsa.
De acuerdo con estimaciones de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), mantener al dólar MEP en torno a los $680 le cuesta a la autoridad monetaria unos US$30 millones diarios. Si se observan las últimas tres ruedas, las intervenciones pesaron más que las compras de divisas y el BCRA tuvo un resultado neto negativo en US$100 millones.
“Por ende, la gran incógnita pasó a ser qué ocurrirá tanto con el ‘poder de fuego’ que el BCRA no logró construir en estas semanas como con un CCL que dejará de tener oferta atípica. La respuesta ‘de manual’ indicaría que el CCL debería subir, ya que además entramos en la recta final a la elección, así como el BCRA debería emplear más reservas de su escasa munición para mantener el MEP a raya. A raíz de este panorama, hoy comienzan a surgir rumores de ampliación del mecanismo del dólar ‘soja’ a otros rubros de la economía para construir un puente hasta la elección”, sumaron desde PPI.
El “plan platita” promete presionar sobre el dólar
Quedan tan solo cinco ruedas para que termine el “dólar soja 4″. Para Ignacio Morales, uno de los caminos que podría tomar el Ministerio de Economía es prorrogar el programa de incremento exportador hasta después de las generales de octubre.
Otra alternativa, para mantener su “poder de fuego” sobre los financieros, podría ser por un mayor ajuste en importaciones, habilitar el segundo tramo del swap con China o establecer más control sobre las operaciones con el dólar MEP o blue.
Inflación al alza
Luego de la devaluación del tipo de cambio mayorista, los saltos que pegaron los dólares libres y la incorporación del impuesto PAIS a las importaciones, el mes pasado los precios de la economía tuvieron un nuevo fogonazo inflacionario.
En agosto, el índice de precios al consumidor marcó un avance del 12,4% mensual, el valor más alto de las últimas tres décadas. Una dinámica que los economistas advierten que continuará en septiembre, de la mano del nuevo “Plan Platita” que anunció el Gobierno.
“Que el Ministerio de Economía comience a publicar relevamientos de precios de manera semanal es un síntoma del régimen de alta inflación en el cual se encuentra Argentina desde hace varios meses y confirma que incluso para el Gobierno no hay un horizonte de baja sustancial de la inflación. El riesgo, desde ya, es que los precios se recalienten. Pero es un riesgo calculado: el Gobierno sostiene el precio del dólar oficial, interviene en los dólares paralelos, regula varios otros precios y negocia otros, por lo cual espera poder garantizar que la inflación semanal tenderá a caer de acá a las elecciones”, señalaron desde Epyca Consultora.
Pero entre el programa Compre Sin IVA, los créditos subsidiados para los trabajadores privados, los bonos para jubilados, entre otros anuncios oficiales, el Gobierno sumó un gasto adicional de $2,4 billones (1,3% del PBI), según Equilibra. Para la consultora económica, independientemente de la capacidad del Gobierno para captar financiamiento privado, su “prestamista/acreedor de última instancia” es el BCRA.
“Creemos que será el mismo Central el que cubra el remanente de las necesidades financieras 2023, ya sea a través de adelantos transitorios (aún tiene margen legal por unos $750.000 millones) o proveyendo de liquidez a entidades públicas para que ingresen en las licitaciones primarias del Tesoro. Como resultado, el BCRA seguirá emitiendo pesos en lo que resta de 2023 para financiar al fisco, lo que, en un escenario en que la demanda de pesos está muy debilitada, seguirá recalentando las presiones cambiarias e inflacionarias”, agregó.
El desafío de no volver a entrar en un laberinto sin salida
Incertidumbre electoral
En tiempo de elecciones, los argentinos tienden a dolarizarse. Una tendencia que se registra históricamente, con el fin de esperar el resultado de los comicios refugiados en moneda dura.
En agosto, los acontecimientos le dieron la razón a los ahorristas más conservadores. El día después de las PASO, el Gobierno devaluó la moneda en un 17% y los dólares libres se dispararon $175 durante los siguientes tres días.
“A menos de un mes para las elecciones, la incertidumbre se intensifica. La estrategia gubernamental de alcanzar la contienda electoral con estabilidad cambiaria y oportunidades electorales añade complejidad al período de transición. Se anticipa una presión al alza sobre el dólar financiero en las próximas semanas, impulsada por la elevada demanda de cobertura cambiaria de cara a las próximas elecciones y el vencimiento del denominado dólar soja”, dijo Martín Polo, estratega jefe de Cohen Investment.