El accidente mortal del camión del Ejército, que costó la vida de cuatro soldados al desbarrancarse en San Martín de los Andes, abrió un sinfín de preguntas sobre las razones de la tragedia y el estado en que se encuentra el parque vehicular de las Fuerzas Armadas. A pesar de que en julio de 2022 el Ministerio de Defensa anunció la compra de 54 camiones Mercedes Benz para el transporte de carga y traslado del personal militar, ninguna de esas unidades fue destinada al Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 4, donde revistaban los cuatro fallecidos y los otros 18 efectivos heridos.
En las filas militares, mientras esperan los resultados de las primeras investigaciones, sorprendió el texto del decreto 485/2023, por el que se ordenaron dos días de duelo nacional a raíz de la tragedia. Llamó la atención que, mientras oficialmente se desconocen las causas del accidente, en los considerandos de la norma se indica que “el vehículo que los transportaba perdió el control en una curva del camino sinuoso”, arriesgando una hipótesis más cercana a un posible error humano que a una falla mecánica.
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Comodato significativo, además de la firma del presidente Alberto Fernández, el decreto fue refrendado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el ministro de Economía, Sergio Tomás Massa, ambos integrantes de la fórmula presidencial de Unión por la Patria. No lo suscribió el titular de Defensa, Jorge Taiana, por encontrarse en Italia.
El jefe del Ejército, teniente general Guillermo Olegario Pereda, recorrió el lugar del accidente y se trasladó al Hospital Ramón Carrillo y a la clínica Chapelco, donde se recuperan los heridos, para hablar con ellos y sus familiares.
El camión que se desbarrancó en la ruta provincial 62, en la zona conocida como “Curvas del Caracol”, era un Mercedes-Benz 1518, incorporado a la fuerza entre 1983 y 1988 y fabricado en una planta localizada en Virrey del Pino. A las unidades de este modelo clásico se los conoce como los “primeros camiones con motores turboalimentados” que usó el Ejército.
La tragedia se dio en momentos en que varias unidades militares, como resultado de la estrechez presupuestaria, se ven obligados a reducir la presencia de los efectivos en los cuarteles. En muchos casos, los regimientos solo ofrecen el almuerzo al personal de guardia. Todo ello repercute en la organización de las actividades y en las condiciones de mantenimiento de los medios de transporte.
Los efectivos del Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 4 regresaban de unos ejercicios militares y se trasladaban hacia el Regimiento Coraceros General Lavalle de la unidad, se informó oficialmente. Al no poder evitar la curva, el vehículo cayó de una altura de diez metros y algunos trascendidos indicaban que varios de los soldados que iban en la caja cubierta del camión no llevaban el cinturón de seguridad.
En medio del fuerte hermetismo que rodea al Ejército, algunas versiones no confirmadas señalaban en las últimas horas que la cabo que manejaba el vehículo habría pedido pasar a conducir unidades de menor porte, ante las complicaciones que planteaba manejar un camión pesado, de siete toneladas, en un terreno sinuoso.
Adquisición de vehículos
“En los últimos años, desde 2019, se anunciaron varias adquisiciones de vehículos para el Ejército, pero muchas unidades se siguen manejando con transportes de hace 40 años”, dijo a LA NACION una fuente militar.
En julio de 2022, por ejemplo, se presentó la adquisición de 54 camiones Mercedes Benz Atego 1726 4×4 militarizados, con caja tropera. La compra se financió con el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) y, si bien no se informó el monto, se estimaba que alcanzaba los 10,2 millones de dólares.
El mes pasado, el ministro Taiana presentó armamentos y más de 300 vehículos para el Ejército, al encabezar en el Batallón de Transporte 601, de Boulogne, el acto por el día del conductor motorista de la fuerza. Fueron expuestos más de 300 vehículos de campaña, de guarnición y utilitarios, entre ellos camiones tractores, camionetas, miniomnibuses, ambulancias, motocicletas todoterreno, maquinarias y equipamiento individual (mochilas, chalecos y cascos).
El regimiento de San Martín de los Andes, como otras unidades militares, se sigue manejando con los vehículos viejos, que en su mayoría no son sometidos rigurosamente a los controles de una verificación técnica vehicular, informaron a LA NACION fuentes castrenses.
“Son vehículos de colección en un pésimo estado de mantenimiento, a los que jamás se les ha hecho un recorrido que permita establecer el estado de sus componentes”, confió una fuente castrense.
Se informó en ese momento que los camiones de campaña pesados cumplían con los nuevos requerimientos del Ejército al incorporar distintas modernizaciones, entre ellas, una nueva caja para el transporte de carga y personal militarizado, que convierte a esta unidad en la más utilizada por esta fuerza por su alto rendimiento”. Y se explicaba: “La innovación que presenta la caja tropera para 17 personas incluye sistema antivuelco, nuevas butacas rebatibles con asiento y respaldo tapizados, cinturones de seguridad de 3 puntos (tipo arnés con certificado CHAS), desarrollados integralmente en la industria nacional”.
En los últimos años, además, las Fuerzas Armadas trabajaron en la recuperación y modernización de varias unidades de la flota de vehículos, en su mayoría Mercedes Benz Clase G, el clásico todo terreno ligero de origen alemán. Se estima que en el Ejército hay unos 700 unidades de este modelo.