Tras dos meses fuera de la escena pública, Cristina Kirchner reapareció en el auditorio de la UMET para hacer una disertación con el mismo espíritu de las “clases magistrales” que protagonizaba antes de la campaña presidencial. La vicepresidenta hizo un análisis histórico y macroeconómico, aunque con continuas referencias al escenario electoral actual, que comenzará a resolverse en 29 días. No nombró a Sergio Massa, pero explicó por qué no se pronunció sobre el resultado de las PASO y defendió las “últimas decisiones”, en alusión a las recientes medidas económicas que anunció el ministro.
Cristina buscó retomar la centralidad en el momento en el que los dos principales candidatos de la oposición, Patricia Bullrich y Javier Milei, tienen como eslógan “terminar con el kirchnerismo”. La campaña adquirió un tono áspero: hoy, por caso, la candidata de Juntos por el Cambio lanzó un spot donde propuso crear una cárcel de máxima seguridad llamada “Cristina Fernández de Kirchner”.
Fuentes del kirchnerismo reconocieron que el clima anti K que sobrevuela en la contienda electoral, sumado al último fallo de la Cámara de Casación que reabrió las causas Hotesur y Los Sauces, fueron el telón de fondo que llevaron a la vicepresidenta a volver a hablar.
La mayoría de los referentes que se acercaron a la UMET, y que se ubicaron en el pullman del auditorio, están identificados con el kirchnerismo. Allí se ubicaron Axel Kicillof (que fue recibido con un aplauso), Verónica Magario, Andrés Larroque, Eduardo “Wado” De Pedro, Lucía Cámpora, Carlos Zannini, María Luz Alonso, Martín Sabbatella y Eduardo Valdés. También estuvieron presentes el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y la titular de la cámara de Diputados, Cecilia Moreau, mano derecha de Massa.
El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, en cambio, no estuvo. Desde el oficialismo aseguraron que solo se trató de una cuestión de agenda, porque Massa tenía un acto en Rosario.
El otro gran ausente de la UMET fue Máximo Kirchner. El hijo de la vice no suele asistir a los eventos de Cristina, aunque sí lo había hecho cuando ella lanzó la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (EJNK) en el teatro Argentino de La Plata. Esa misma escuela fue la que organizó el evento de hoy por la reedición del libro “Después del derrumbe”, a 20 años de su publicación, un trabajo que recopiló conversaciones del expresidente Néstor Kirchner con Torcuato Di Tella, quien fue funcionario suyo.
La platea del auditorio, en tanto, estuvo destinada a la juventud: en las primeras filas se sentaron adolescentes de colegios secundarios y estudiantes universitarios. También estuvieron invitados referentes de organismos de derechos humanos.
Pero quedó en claro que toda la puesta en escena fue para intentar interpelar a la juventud, en un momento en el que el voto joven se encuentra seducido por el sello libertario. La presentación de la disertación de la vice estuvo a cargo del streamer Pedro Rosemblat.
Cristina reapareció públicamente cuando Massa está desplegando una campaña con un sello propio para intentar ampliar su techo con un electorado más alejado del núcleo duro kirchnerista. El ministro cuida cada movimiento y aparición, porque no está en condiciones de cometer errores no forzados. En la UMET, colaboradores de Unión por la Patria aseguraban que las últimas encuestas que llegaron al espacio lo dieron a Massa por encima de los 30 puntos “con algunos sondeos que lo ubican a seis puntos de Milei y otros que lo posicionan más cerca” y se mostraban confiados de colarse en un ballotage.
“Todos decían que el vencedor de la interna de Juntos por el Cambio era prácticamente el vencedor de la elección. Yo había dicho en mayo que era una elección atípica, que iba a ser un escenario de tercios y que la clave era tener el piso para entrar a la segunda vuelta”, recordó Cristina en alusión a la entrevista que brindó este año a C5N. E ironizó sobre su silencio de los últimos dos meses: “Qué iba a decir yo del resultado de las PASO, si yo había dicho el resultado antes”.
En su disertación, la vicepresidenta cuestionó las categorías de “derecha” e “izquierda” para analizar el fenómeno electoral actual. “Querer tener un buen trabajo y un buen sueldo, querer acceder a un techo propio, querer un auto o viajar, no es de derecha o de izquierda. Es casi de peronistas”, dijo.
Allí fue cuando defendió las últimas medidas económicas apuntadas al bolsillo. “Querer vivir dignamente no es de derecha. Muchas veces no se entienden las decisiones, pero hoy le estamos diciendo a la gente los problemas que estamos teniendo”, apuntó.
La vicepresidenta fue filosa con los candidatos de la oposición en varios tramos de su discurso. “Cuando vi a Juntos por el Cambio festejar la noche de las PASO yo dije: ¿Esta gente qué está festejando? Nadie se acuerda bien del gobierno macrista, sino no hubiera nacido una tercera fuerza”, lanzó. Y cuestionó la dolarización que impulsa Milei cuando apuntó que “la economía bimonetaria no se soluciona poniendo la cara de George Washington”. En otro tramo contra el libertario, dijo: “No quieren darle el señoreaje a los políticos y ¿A quién le vas a dar el señoreaje? ¿A los Estados Unidos? Es gravísimo que estemos discutiendo esto”.
Cuando terminó su discurso en la universidad, la vicepresidenta salió rauda a la calle Sarmiento al 2000 donde estaba montado un escenario frente a la militancia de La Cámpora que se movilizó por el evento. “Muerta o presa no me importa pero no me voy a callar nunca”, dijo, en un nuevo mano a mano con sus seguidores.