Diciembre es una fecha incierta en el calendario. Con elecciones de por medio y ante la amenaza de que la inflación continúe marcando avances mensuales de dos dígitos, algunas compañías adelantaron el medio aguinaldo de fin de año. Es una alternativa que les permite a las empresas deshacerse de los pesos rápidamente y, al mismo tiempo, recomponer el bolsillo de los trabajadores.
En algunos casos, los empleados pueden decidir si prefieren cobrar el salario anual complementario por estos días o esperar otros tres meses para recibirlo. En otras organizaciones, simplemente se les envió un mensaje a los empleados para anunciarles que con el pago de septiembre también recibirían un adelanto del 50% del sueldo de diciembre.
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“Luego de haber recibido información actualizada de mercado y con la intención de mantenernos competitivos, hemos decidido otorgar un aumento del 30% para todos los colaboradores fuera de convenio en la Argentina. Este incremento se hará efectivo con el sueldo del mes de octubre. Además, como medida para mitigar este difícil contexto económico, estaremos adelantando el aguinaldo de diciembre y lo vamos a pagar el 20 de septiembre”, fue el mensaje institucional que enviaron desde la multinacional Kimberly-Clark.
Algunos bancos argentinos también adoptaron esta decisión e hicieron hincapié en que el adelanto no tendrá “impacto alguno” en Ganancias, ya que no forma parte de la base imponible. En tanto, ayer el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor cerró un acuerdo con Toyota para que el cobro del salario complementario se vea reflejado en las cuentas bancarias de los trabajadores el próximo 6 de octubre. En caso de no querer recibirlo, tendrán tiempo hasta el 27 de septiembre para aclarárselo a la empresa.
En todos los casos, el mensaje por parte de las empresas se repite. La comunicación interna alienta a los colaboradores a recibir el pago en los próximos días para poder invertirlo o recomponer los bolsillos ante el impacto que significó agosto. El mes pasado, los dólares libres se dispararon un 41%, mientras que la inflación se aceleró a un 12,4% tras la devaluación del tipo de cambio mayorista. Sin embargo, las empresas también obtienen su beneficio.
“Hay mucha preocupación de cómo se va a resolver la cuestión macroeconómica y lo que puede pasar entre el resultado que haya en las generales de octubre, el posible ballottage y posteriormente el cambio de gobierno. Muchas empresas, como no pueden dolarizarse, optan por adelantar el pago de aguinaldos y así sacarse los pesos de encima. Las opciones para colocar esos pesos hoy tienen rendimientos reales negativos”, explicó Gabriel Caamaño, socio gerente de la Consultora Ledesma.
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En el mismo sentido apuntó Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF, quien remarcó que muchas compañías están endeudas en dólares y tienen “una montaña de pesos” de liquidez en caja. Por ejemplo, el caso de Toyota. Ante la imposibilidad de cambiar esos pesos por dólares, la apuesta es esperar después del 10 de diciembre.
“¿Por qué se llegó a esta situación? Por la deuda comercial. Las empresas estaban juntando pesos para comprar dólares para pagar las importaciones. Al final, no pudieron hacerlo, porque no le dan las divisas. Tuvieron que pedir prestado los dólares y se quedaron con todos los pesos encanutados. Entonces, mejor pagar los aguinaldos ahora, que es una ‘deuda’ que tendrán que pagar a futuro. Incluso se están adelantando impuestos. Todo eso es para sacarse los pesos sobre gastos futuros y, cuando cobren hacia delante, comprarán dólares”, completó.
Hay una amenaza latente para la economía: la inflación. Las calles argentinas se están inundando de pesos, no solo por el adelanto del aguinaldo, sino también por medidas como la suba del piso de Ganancias, el programa Compre Sin IVA y los bonos para empleados en relación de dependencia. Este tipo de situaciones aumenta la velocidad de rotación de los pesos, es decir, más dinámica inflacionaria y más presión en el mercado cambiario. Suele suceder todos los diciembres.
“Todos estos pesos de las empresas están depositados en el sistema financiero. Entonces, cuando las compañías pagan el aguinaldo, transfieren la plata de la cuenta de la organización a la cuenta del empleado. Puede que, en parte, el trabajador lo saque y se vaya a comprar dólares. Eso también podría presionar al tipo de cambio blue”, cerró Spotorno.