MENDOZA (Enviado especial).- A Omar De Marchi le cuesta disimular el optimismo. A las puertas de las elecciones provinciales de Mendoza, que tendrán lugar el próximo domingo, el diputado nacional y candidato a gobernador por La Unión Mendocina sostiene que vencerá a su exaliado, el radical Alfredo Cornejo (Cambia Mendoza). “Estoy convencido de que vamos a ganar”, enfatiza en diálogo con LA NACION, pese a que la mayoría de los sondeos lo dan por debajo del expresidente de la UCR, con una diferencia promedio de 8 puntos.
“Mendoza necesitaba a gritos una alternativa”, sostiene De Marchi, quien supo ser el referente local de Pro y que hoy augura un escenario de “muy fuerte polarización”, a diferencia de lo ocurrido en las PASO de junio, cuando La Unión Mendocina alcanzó el segundo puesto con el 20% de los votos. Con una impronta decididamente transversal y provincialista, el espacio tuvo su nacimiento en abril. Fue pocas semanas después de que De Marchi tomara la decisión de romper su alianza política con Cornejo y oficializar sus intenciones de competir por el sillón de San Martín, por fuera incluso de la estructura orgánica del partido fundado por Mauricio Macri, que fue intervenido.
Esa estampa disruptiva llevó a De Marchi, en los últimos meses, a comenzar a coquetear abiertamente con uno de los principales candidatos presidenciales: Javier Milei. “Hablamos y hay una buena relación”, admite el mendocino ante la consulta de este diario. Es un vínculo que, más allá de las afinidades personales, tiene un basamento concreto: entre los sellos fundadores de La Unión Mendocina se encuentran el Partido Demócrata y el Partido Libertario, dos fuerzas políticas que conforman La Libertad Avanza a nivel nacional. Sin ir más lejos, los presidentes de ambos partidos figuran en las listas de aspirantes a legisladores provinciales por el frente fundado por De Marchi.
Al igual que en la mayoría de las provincias, Milei no oficializó candidato propio a gobernador en Mendoza, pese a haber obtenido el 45% de los votos el pasado 13 de agosto. Y aunque De Marchi reconoce una “simbiosis total” entre su armado y el del dirigente libertario, también asegura que su alianza provincial carece de “referencias nacionales directas”. “Si nosotros dijéramos que estamos con tal o cual candidato a presidente, estaríamos defraudando a un montón de mendocinos que están integrados a La Unión Mendocina y que tienen otros referentes”, se ataja.
Sin embargo, el día en que se celebraron las PASO, el dirigente no dudó en acercarse a festejar el triunfo de Milei al bunker mendocino del Partido Libertario. Tampoco ahorró guiños el lunes pasado, durante su cierre de campaña. Una fotografía viralizada en redes sociales lo muestra en un gesto más que elocuente: De Marchi abrazado a una persona disfrazada de león, que lleva puesta una pechera con la leyenda “Milei presidente”. En la imagen, también se lo puede ver a Hugo Laricchia, candidato a intendente de La Unión Mendocina, que recibió el apoyo del referente de La Libertad Avanza, Ramiro Marra.
–¿Cuáles son sus perspectivas de cara a las elecciones del domingo? Hoy, en general, las encuestas parecen mostrarlo como favorito a su rival, Alfredo Cornejo.
–No me parece que estemos mal en las encuestas. Hay coincidencias entre todos en que hay un palo a palo. Hoy es Cornejo o yo. No hay otra opción, porque el kirchnerismo quedó relegado. Se ha producido algo que el gobierno de Cornejo intentó evitar y que finalmente se consolidó, que es una muy fuerte polarización.
–¿A qué atribuye eso?
–Mendoza necesitaba una opción que fuera claramente mendocina, que se pusiera por encima de la grieta, que a los únicos que ha beneficiado ha sido a Cornejo y a La Cámpora, que son los dos extremos que han sido funcionales entre sí para que en Mendoza no pase nada. La provincia no está bien. Mendoza hace una década que no crece, que no genera empleo. Han cerrado 1380 empresas en los últimos ocho años y eso paralelamente ha hecho que la presión fiscal crezca mientras tenemos los sueldos más bajos de la historia. Datos, acá no hay subjetividad. El próximo gobierno tiene que ser uno de transformación para poner en marcha la provincia.
–¿Qué diferencia a La Unión Mendocina de Cambia Mendoza?
–Cuando se conformó Cambia Mendoza, allá por diciembre de 2015, era un armado claramente heterogéneo. Ahí estaba desde Libres del Sur hasta el Partido Demócrata. Lo que sucedió es que, con el tiempo, los objetivos que se planteó el espacio no se cumplieron. Es más, no fue pasando nada. Cambia Mendoza se vació. La provincia necesitaba a gritos una alternativa. Y ese es el espacio que venimos a cubrir nosotros, por eso estoy convencido de que vamos a ganar. Somos un grito de rebeldía frente a la conformidad. La Unión Mendocina viene a incomodar y a interpelar.
–Recientemente dijo que Mendoza, en los últimos tiempos, no tuvo gobernadores sino gerentes, ¿a qué se refería?
–Hace mucho que los gobernadores de Mendoza dejaron de asumir riesgos y gobiernan con encuestas. Y con la encuesta vas siempre de atrás. Esa ha sido la forma de gobernar por lo menos de los últimos ocho años. No hay ninguna chance de que pueda haber alguna actividad transformadora por temor a tomar las decisiones que muchas veces hay que tomar. Gobernar con encuestas es no asumir riesgos y es ir detrás de la gente, que por naturaleza es refractaria al cambio. La gente puede estar mal, pero no quiere salir de la zona de confort. Es el dirigente el que tiene que tomar la iniciativa para hacer cosas positivas.
–¿Eso es lo que promete usted en caso de llegar al poder?
–La Unión Mendocina es el único espacio que se concentra 100% en los problemas de la provincia. No tenemos referencias nacionales directas y eso es un valor en Mendoza, porque hemos tenido espacios políticos que son todos obedientes a Buenos Aires. Sin ir más lejos, Cambia Mendoza ha hecho un desfile de personajes de Buenos Aires que a Mendoza no le sirve. Ese es un diferencial nuestro. Otro diferencial es el futuro. La Unión Mendocina hoy es super amplia y la integramos personas que venimos de diferentes espacios, desde el radicalismo y el peronismo no kirchnerista hasta el Partido Demócrata y el Partido Libertario, que son partidos que están con Milei. Pero todos coincidimos en lo que hay que hacer hacia adelante.
–¿Esas fueron las razones de su ruptura con Cornejo?
–No, yo no me fui. Lo que hicimos fue abandonar una cáscara que ya no tiene capacidad de acción. Todos los que integramos Cambia Mendoza, los que lo fundamos, hoy estamos en la Unión Mendocina, salvo un sector del radicalismo y Libres del Sur, partido que Cornejo transformó en una franquicia propia. Nosotros somos un espacio nuevo, pero integrado por personas que tenemos experiencia. Yo he sido intendente de Luján de Cuyo, que hoy es el departamento más valorado de la provincia de Mendoza. Es decir, no hablamos desde la mesa de café ni desde la improvisación o el voluntarismo, sino desde la experiencia de haber articulado buenos equipos, haber puesto planes muy consistentes arriba de la mesa y, a partir de allí, se conforma un liderazgo positivo. Son los tres elementos que Mendoza necesita para salir del estancamiento en el que está.
–Usted recién mencionaba a Milei. Se lo pudo ver festejando en el búnker del Partido Libertario la noche de las PASO.
–Sí, pasamos a saludar. Tanto el Partido Libertario como el Partido Demócrata, que a nivel nacional están con Milei, son dos partidos fundadores de La Unión Mendocina en lo provincial. Es más, los presidentes de los dos partidos, José Caviglia y Armando Magistretti, son candidatos a legisladores provinciales del espacio. La simbiosis es total.
–¿Qué faltaría entonces para completar esa “simbiosis” con Milei? ¿Que él lo reconozca a usted como su candidato en Mendoza?
–Bueno, Milei la semana pasada replicó en su cuenta de Twitter una encuesta en la que me da ganador. Y ayer volvió a hacerlo, al compartir una publicación en la que hablan del acto de cierre de campaña que tuvimos el día lunes. Con Javier hay una relación bastante cercana. Hablamos y hay una buena relación, los dos somos compañeros de la Cámara de Diputados. Pero eso no se traduce en que La Unión Mendocina tenga una posición tomada a nivel nacional. Nuestros norte es la provincia de Mendoza. Si nosotros dijéramos que estamos con tal o cual candidato a presidente, estaríamos defraudando a un montón de mendocinos que están integrados al espacio y que tienen otros referentes.