ROSARIO.- “Para Córdoba la soja es una economía regional”, comenzó a decir el gobernador y candidato presidencial Juan Schiaretti a un auditorio repleto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en el seminario de la Asociación de la Cadena de la Soja (Acsoja). Según señaló, en un eventual gobierno suyo lanzó que no habría ningún motivo para que en cuatro años no se llegue a cero con las retenciones a la soja. Sostuvo que en el país hay una estructura impositiva que no es coherente y una lógica de “manoteo”.
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“No hay reglas de juego claras para que induzcan a los productores a producir más; tampoco hay posibilidades de desarrollo si no hay un trabajo mancomunado del sector público con el sector privado. Este es otro sector para que podamos ir teniendo ganancias de productividad y los que tienen las nuevas tecnologías. Cuando uno mira la productividad por hectárea, que hay en la producción de granos, donde juega la soja y ve la que había antes y la que hay ahora es increíble”, resumió en el Seminario Acsoja 2023.
Según sostuvo, desde su espacio “defienden toda la producción de la provincia de Córdoba”, y reiteró en que “la soja es una economía regional”.
“La Argentina está entrando en un final del ciclo que muestra la crisis de varias décadas de la economía. Somos un país con el menor PBI per capita de la región, que no solo disminuyó la pobreza, sino que la aumentó. Las crisis cíclicas tienen dos hilos conductores, la falta de dólares genuinos, por un lado, con el déficit fiscal permanente… Pero los vientos internacionales soplan a favor de la Argentina. Si se le saca la pata al campo, estoy seguro de que tenemos muchas posibilidades de conseguir más dólares del sector agropecuario”, afirmó.
“Tenemos potencialidad de gas y petróleo; se trata de tener los gasoductos y oleoductos necesarios. Tenemos Vaca Muerta. También tenemos la economía del conocimiento y la posibilidad de traer dólares al país. El otro gran problema que tiene que enfrentar la Argentina es encarar la falta de dólares, porque siempre se financió primero con deuda”, apuntó.
Esto, mencionó, genera que la Argentina tenga una inflación galopante, cuyo índice inflacionario viene peor que antes. “El momento donde se hace persistente estos hilos conductores en la Argentina es el impresionante tipo de cambio, y tenemos una inflación descontrolada que viene siendo persistente en los últimos años. La Argentina gasta más de lo que ingresa y no tiene una forma de gastar menos. La balanza de pago está llegando a su fin y se está agotando. La macroeconomía tiene que tener el equilibrio fiscal; se equivocan muy feo los que creen que puede haber una solución que porque se cambia la moneda y el bimonetarismo se elimina la inflación: no es así y la Argentina ya vivió esa experiencia”, apuntó en referencia a las propuestas de la candidata de JxC, Patricia Bullrich y del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei.
Por eso, sostuvo que con la convertibilidad de 1991 hubo déficit fiscal y que cuando pararon de financiar el déficit fiscal la Argentina estalló. “La Corte fue muy clara que no puede desaparecer el peso, juntos con la medida de resolución tiene que darse la independencia del Banco Central (BCRA) para que se deje de financiar al tesoro de manera espurio”, apuntó.
“La Argentina tiene una estructura impositiva que no es coherente, es una lógica de manoteo de dónde puedo, porque no hay forma de achicar el gasto, por la estructura. Somos un país que tiene la paradoja que tiene por los impuestos, más allá de los manotazos de ahogado que hizo el ministro de Economía [Sergio Massa] con las economías regionales y con las retenciones [la suspensión por 90 días] a la leche. Esto no significa que le arregle el problema al sector lácteo del país. Somos un país que importa impuestos y a su vez exporta impuestos. Ingresos Brutos es un mal impuesto que hay que sustituirlo por un IVA comercial, que hace que uno no use el sistema bancario y que haya más economía informal”, afirmó.
Insistió que hay que “terminar con las retenciones a las exportaciones agropecuarias”. “Si hay algo que caracteriza al Gobierno kirchnerista es que recita consignas, porque tiene ideas absolutamente equivocadas: el campo es el que produce, invierte y apuesta a reinvertir en su explotación, en el lugar donde vive y tiene sus afectos. El kirchnerismo tiene la cabeza que es la oligarquía terrateniente. Por eso lo sacuden con prohibiciones, cepos y retenciones. Es inconcebible que la soja tenga un 30% de retenciones”, apuntó.
Y agregó que no hay un solo país productor donde se cobren las retenciones a este cultivo, excepto en la Argentina. “Mienten los que dicen que no se pueden reducir las retenciones a las exportaciones. He visto varios [decirlo]. Cuando vemos el peso que tiene en el PBI es mucho menor a la que tiene. No hay ningún motivo para que en cuatro años no lleguen a cero. Nosotros tenemos que impulsar a que haya más producción, es clave impulsar en la cadena de la soja la industrialización y agregarle valor”, sintetizó.