El descubrimiento de trozos de madera antigua a orillas de un río en Zambia ha cambiado el entendimiento que los arqueólogos tienen de la vida humana primitiva.
Los investigadores han encontrado evidencia de que la madera se usaba para construir estructuras hace 500.000 años.
El descubrimiento, publicado en la revista Nature, sugiere que las personas en la edad de piedra habrían construido lugares donde guarecerse.
“Este descubrimiento cambia lo que pensaba sobre nuestros antecesores primitivos”, dice el profesor Larry Barham.
Barham, un científico de la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, lidera el proyecto de investigación “Raíces profundas de la humanidad”. Fue su equipo el el que excavó y analizó la madera.
El descubrimiento podría transformar la idea actual de que los humanos antiguos vivían vidas simples y nómadas.
“Hicieron algo de madera, nuevo y grande”, dijo el profesor Barham.
“Usaron su inteligencia, imaginación y habilidades para crear algo que no habían visto antes, algo que antes no existía”.
Los investigadores también descubrieron antiguas herramientas de madera, incluyendo palos para cavar. Pero lo más emocionante fueron las dos piezas de madera que se encontraron talladas y acomodadas en ángulos rectos.
“Una está sobre la otra y a ambas piezas se les han tallado muescas”, dijo el arqueólogo y profesor de la Universidad de Aberystwyth Geoff Duller.
“Puedes ver claramente que las muescas que se tallaron con herramientas de piedra, hacen que ambos leños cacen y se conviertan en un objeto estructural”.
Haciendo fuego
Análisis más profundos confirmaron que las piezas de madera tenían unos 476.000 años de antigüedad.
La miembro del equipo Perrice Nkombwe, del Museo Livingstone, en Zambia, dijo: “Estoy sorprendida de enterarme que el trabajo en madera sea una tradición tan arraigada”.
“Pensé que habíamos descubierto algo extraordinario”.
Hasta ahora, lo que se conocía sobre el uso de la madera en los primeros humanos estaba relacionado con el fuego, y con hacer herramientas como palos para cavar y lanzas.
Buscando fechas con luminiscencia
Uno de los descubrimientos de madera más antiguos que se han hecho fue una lanza de 400.000 años de antigüedad en Clacton-on-Sea, Essex (Inglaterra), en 1911.
A menos que la madera se preserve en condiciones muy específicas, simplemente se pudre.
Pero en las laderas del río, arriba de las cascadas de Kalambo, ubicadas en la frontera entre Zambia y Tanzania, la madera estaba anegada, prácticamente quedando encurtida durante milenios.
El equipo midió la edad de las capas de la tierra en la que estaba enterrada, usando un método que usa luminiscencia.
Los granos de roca absorben la radiactividad natural del ambiente a lo largo del tiempo, básicamente cargándose como si fueran pequeñas baterías, según explicó el profesor Duller.
Y esa radiactividad puede liberarse y medirse cuando se calientan los granos y se analiza la luz que emiten.
El tamaño de los dos leños, de los cuales el más pequeño mide un metro y medio, sugiere que quien los juntó estaba construyendo algo sustancial.
Al ser poco probable que fuera una cabaña o un lugar de residencia permanente, pudo haber formado parte de una plataforma o una guarida, asegura el equipo.
“Pudo ser algún tipo de estructura para sentarse al lado del río a pescar”, dijo el profesor Duller.
“Pero es difícil saber qué tipo de estructura pudo ser cuando estaba en pie”.
Tampoco está claro qué especie de humano antiguo u homínido lo construyó.
No se han encontrado fósiles en el lugar hasta el momento.
Y la madera es mucho más vieja que los fósiles de los primeros humanos primitivos u Homo Sapiens, que tienen unos 315.000 años.
Tradición en la madera
“Pudo haber sido el Homo Sapiens, pero simplemente aún no hemos descubierto fósiles de esa era todavía”, dijo Duller.
“Pero podría ser una especie totalmente distinta -Homo erectus u Homo naledi- , ya que había diferentes especies de homínidos en esa zona del sur de África”.
Los artefactos de madera fueron trasladados a Reino Unido para su preservación en tanques de agua que copian la anegación que los mantuvo intactos durante el último medio millón de años. Pero pronto regresarán a Zambia para ser expuestos.
“Con este descubrimiento, esperamos enriquecer nuestra colección y usarlo para para dar más información sobre la talla de madera en Zambia”, dijo Nkombwe, del Museo Livingstone de Zambia.
Seguir con el trabajo en el sitio de las cascadas de Kalambo, agregó, “tiene el potencial de profundizar nuestro conocimiento de las técnicas de talla antiguas, artesanías e interacciones humanas con el ambiente”.