El operativo militar a gran escala que lanzó hoy Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, un territorio de mayoría armenia sobre el que no tiene completo control, generó una ola de reacciones en la comunidad internacional. Pero el embajador de ese país ante la Argentina, Ramzi Teymurov, lo definió como un “asunto interno de Azerbaiyán, que no tiene nada que ver con Armenia”.
En un diálogo con LA NACION en la embajada de Azerbaiyán en Buenos Aires, el diplomático dijo que el gobierno de su país persigue dos objetivos: la retirada de fuerzas armenias de ese enclave y la caída del autoproclamado gobierno separatista instalado en la capital de esta región conflictiva.
El embajador también rechazó las denuncias de Armenia que tuvieron amplio eco en la comunidad internacional de que Azerbaiyán llevó adelante un bloqueo de Nagorno Karabaj que generó una crisis humanitaria, y criticó al presidente Alberto Fernández, que durante la última cumbre del G-20 se sumó a los reclamos.
–Azerbaiyán lanzó hoy lo que llamó una operación antiterrorista. ¿Cuál es el objetivo último de esta operación y cuánto se puede extender?
–Primero, lo llamamos “medidas especiales antiterroristas”, no es una operación militar. Y la segunda parte, antes de abordar cuál es el objetivo, tengo que decirles por qué sucedió de repente. Ayer, lamentablemente se produjo una explosión de una mina terrestre y dos trabajadores civiles azerbaiyanos murieron. Y esas explosiones de minas terrestres no ocurrieron en la antigua línea del frente que estaba situada entre las fuerzas armenias antes de 2020, sino que ocurrieron dentro de los territorios liberados que se suponía que estaban libres de minas terrestres de acuerdo con los mapas que fueron proporcionados por parte de la República de Armenia. Aquella área en las que ocurrió la explosión no estaba identificada como el área potencial de explosión de una mina terrestre, por lo que estos trabajadores estaban haciendo sus trabajos habituales allí. Estuvieron en los últimos días y no ocurrió ninguna explosión. Entonces, existe una fuerte creencia de que estas minas terrestres fueron enterradas por fuerzas especiales armenias o por fuerzas especiales armenias que existen ilegalmente en la región de Karabaj apenas unas horas antes de que estos trabajadores comenzaran su trabajo y como resultado de la explosión, civiles fueron asesinados y posteriormente otros policías intentaron llegar a la zona donde también fueron víctimas de otra mina terrestre.
–Usted dice que fuerzas armenias especiales fueron responsables. El gobierno de Armenia dice que no tiene fuerzas operativas en esa área. ¿Ustedes tienen una sospecha o tienen también pruebas?
–El gobierno armenio afirma desde hace un año que no hay fuerzas armenias, pero es muy obvio que hay. En primer lugar, hubo hace unos días una entrevista en el puesto de control de Lachín. Ahí un joven armenio dijo a los entrevistadores que él es de Armenia y es personal militar. Que llegó a la Karabaj como personal militar y ahora estaba regresando. La segunda cosa es que es muy obvio que todo el personal militar armenio está en servicio en este momento. En la región de Karabaj de Azerbaiyán hay ciudadanos de Armenia. Entonces, ¿cómo es que Armenia puede no considerar que son sus servicios militares si son ciudadanos armenios? Y tenemos fotografías de la última semana de un gran número de ciudadanos armenios. Son jóvenes que están de paso por Armenia. Y otra cosa es que, en el último año, después de que se resolvió este conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en 2020, descubrimos muchas minas terrestres en el territorio de Azerbaiyán que están haciendo fabricadas en Armenia. Hay muchas otras pruebas de que el personal militar armenio está allí, aunque dicen que no tienen intención de interferir militarmente. Es el mismo argumento que Armenia ha utilizado en los últimos 30 años, siempre afirman que no tienen presencia militar.
–Entonces, volviendo a la primera pregunta, ¿cuál es el objetivo final? ¿Tomar el control total de Nagorno Karabaj?
–No, no es necesariamente tomar el control total con medios militares. Hay dos objetivos: en primer lugar, los aproximadamente 10.000 militantes de la milicia armenia en la región, los grupos militares, deben ser desarmados y retirarse de la región. En realidad, esta no es una nueva demanda. Esta es la implementación del artículo 4 del acuerdo trilateral. Si nos fijamos en el acuerdo trilateral firmado en 2020, dice el artículo 4 que paralelamente a la entrada de las fuerzas de paz rusas a la región, todos los militares armenios deberían abandonar la región, pero no lo hicieron. Todavía permanecen allí y esta es nuestra primera exigencia de que todo el personal militar debe ser disuelto. La segunda es que el régimen separatista existente en Karabaj también debería ser aislado y la Constitución de la República de Azerbaiyán debería adoptarse en la región de Karabaj.
–¿Usted cree que si se resuelven esos dos objetivos se logrará una paz duradera?
–Hay dos cosas distintas. Karabaj es un asunto interno, no tiene nada que ver con Armenia, aunque Armenia quiere incluirlo en el llamado acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán. [El primer ministro armenio, Nikol] Pashinyan públicamente dijo en todas partes que reconoció el Karabaj como territorio de Azerbaiyán, entonces no tiene sentido que Armenia incluya la cuestión de Karabaj en el acuerdo de paz. Entonces este es un tema aparte. Este es nuestro asunto interno y tenemos que solucionarlo. Tenemos que asegurarnos de que la Constitución de Azerbaiyán se aplique en todas las partes de la República de Azerbaiyán, incluido Karabaj. El segundo tema son las negociaciones de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán. Como sabrá, somos los primeros que propusimos un acuerdo específico para Armenia después del conflicto de 2020 que contiene ocho principios básicos internacionales como la integridad territorial, la soberanía, el no uso de la fuerza, etcétera. Y esas no son demandas, son los principios en los que se basan las prácticas internacionales
–Usted dijo recién que el conflicto en Nagorno Karabaj es un conflicto interno, pero hoy hay cierta presión internacional, de la Unión Europea, de Estados Unidos, con llamados a un cese al fuego. Hay una preocupación internacional por este tema. ¿Cómo toman estos llamados y les preocupa que, por ejemplo, puedan afectar negocios como los envíos de gas a Europa?
–Éstas son la tesis de la presencia diplomática armenia en el mundo y el gobierno armenio y los lobistas armenios. El tema del gas no es parte de nuestras negociaciones con nuestros socios europeos ni con otros. En términos de preocupaciones de la UE, de Estados Unidos o de otros países, tienen preocupaciones principalmente relacionadas con lo humanitario, no tiene nada que ver con la integridad territorial de Azerbaiyán. Todos reconocen a Karabaj como parte de Azerbaiyán.
–Usted mencionó la preocupación humanitaria, hay denuncias de que la población sufre escasez de alimentos, de medicinas. ¿Hay una crisis humanitaria?
–No hay ninguna crisis humanitaria. Esos son argumentos infundados. No hay ni no hubo bloqueo. Pusimos los puestos de control solo por una razón: Armenia continuó suministrando personal militar a través del corredor de Lachín. Está bien documentado y es la única razón por la que decidimos poner el puesto de control. Hay que detener este tráfico ilegal de los suministros al personal militar ilegal.
–Pero Armenia y también otros países y ONG dicen que sí se bloqueó el acceso.
–¿Cómo va a estar bloqueado si entró la Cruz Roja? Hubo solo un show, en mi opinión, creado por Armenia, que trajeron los llamados cargamentos de asistencia humanitaria a la zona fronteriza y no se los dejó cruzar. Esto no es aceptable.
–¿Por qué se dejó entrar a la Cruz Roja si no hay un drama humanitario?
–La Cruz Roja está presente en Karabaj desde hace años. No es la primera vez que están ingresando. No se establecieron recientemente. Está ahí desde hace 30 años. Por el contrario, ofrecimos eso, que cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, por la Unión Europea, que proponemos utilizar dos caminos desde Azerbaiyán para entrar a Nagorno Karabaj, pero esta propuesta fue rechazada múltiples veces por el régimen separatista, el régimen títere que existe en la zona de Karabaj. Simplemente se niegan a permitir que Azerbaiyán o la comunidad internacional utilicen estos caminos. Si hay una crisis humanitaria, si hay un bloqueo, ¿cómo puede una de las partes negarse a recibir las cargas por una ruta alternativa? Entonces significa que fue más motivado políticamente y el propósito era crear una narrativa internacional de que Azerbaiyán se estaba preparando para cometer una limpieza étnica en Karabaj. Están tratando de mencionarlo como un segundo genocidio en el Cáucaso, todo el propósito general era desinformar a la comunidad internacional para crear una sensación de que hay un potencial intento de limpieza étnica de Azerbaiyán contra los armenios, y obtener el apoyo para prolongar la resolución del problema tanto como sea posible. Y otro objetivo es definitivamente mantener al régimen separatista en Karabaj mientras puedan.
–Uno de los líderes que habló de un bloqueo fue el presidente Alberto Fernández y lo hizo en un foro de líderes internacionales como el G–20. ¿Manifestaron malestar?
–Sí, la embajadora argentina en Bakú fue llamada al Ministerio de Asuntos Exteriores y se presentó sin problemas para hablar sobre la declaración hecha por el presidente Fernández en la cumbre del G–20. Personalmente me sorprendió mucho ver que entre los líderes del G–20, solo el presidente de Argentina, que es un país ubicado a 15.000 kilómetros de la región sin ningún interés geopolítico ni económico en la zona, esté haciendo este tipo de declaración, mientras que otros líderes de países que participan activamente en esto no mencionen una sola palabra en este G–20.
–¿Cuál cree que es el motivo?
–Para mí la explicación es clara. Sé de dónde viene, pero no necesito identificarla. Probablemente todos entiendan de dónde viene. No quiero comentar sobre eso, pero hay otro problema. De acuerdo a mi conocimiento, hay 33 regiones con crisis humanitarias en curso en el mundo. Karabaj no es una de ellas. El Cáucaso Sur no es una de ellas. Entonces sorprende mucho ver que el presidente de la Argentina no está nombrando una de esas 33 crisis que hay en el mundo, sino nombrando el tema de Karabaj.
–La semana pasada Estados Unidos hizo ejercicios militares con Armenia. ¿Lo ven como una amenaza?
–Consideramos que es un derecho soberano de la República de Armenia llevar a cabo operaciones militares con cualquier socio extranjero que deseen. En los últimos 30 años hicieron operaciones militares, entrenamientos militares con la Federación de Rusia. La Federación de Rusia tenía una base militar en Armenia y nunca comentamos sobre eso, es su decisión soberana. Lo mismo ocurre con los entrenamientos con Estados Unidos. Nosotros también estamos realizando entrenamientos militares con muchos otros socios internacionales y no creo que ningún país tenga ningún rechazo al respecto.