En menos de 24 horas, el oficialismo sumó dos impactos por debajo de la línea de flotación: primero, una nueva derrota provincial, esta vez en Chaco, que truncó la gobernación de Jorge Capitanich; y luego la reapertura de las causas Hotesur y Los Sauces y el Pacto con Irán, que tienen a la vicepresidenta Cristina Kirchner como principal acusada.
El duro fallo que surgió de Comodoro Py no sorprendió en el oficialismo que, en líneas generales, mantuvo sus cuestionamientos sobre el accionar de la justicia federal. “Es más de lo mismo, el Partido Judicial jugando en épocas de elecciones”, señaló un funcionario de la Casa Rosada enrolado en las filas del kirchnerismo. Cerca de la vicepresidenta evitaron expedirse y dejaron traslucir que el sábado, en una actividad planificada de antemano para la presentación de un libro, pero que se dio a conocer apenas minutos después del fallo, la vicepresidenta podría dejar sentada su reacción.
La actividad está prevista para el sábado, a las 18, y será la presentación de la reedición del libro Después del derrumbe. Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner.
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Horas antes de que se conozca la decisión de los camaristas Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, el oficialismo aún trataba de procesar la derrota de Capitanich en Chaco. Un cachetazo que cayó no sin sorpresa en un oficialismo que hasta el domingo esperaba un empate técnico y un ballottage con el ahora gobernador electo, Leandro Zdero.
En un movimiento reflejo que se repitió ante cada derrota provincial, durante este lunes en las distintas terminales del oficialismo buscaban tomar distancia de lo sucedido y de su impacto a nivel nacional. Aseguraban que el brutal crimen de Cecilia Stryzowski, a manos del clan Sena, cercano Capitanich, fue el principio del fin para el poderío del exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner, que el último año incluso sonó como uno de los presidenciales.
Lo sucedido en la provincia norteña buscó ser escindido del escenario nacional, en el que el peronismo busca mostrarse competitivo y alineado detrás de Sergio Massa. En esa línea también varios de los consultados volvieron a poner en duda la viabilidad de las encuestas, que en este caso mostraron nuevamente amplias diferencias con el resultado final y el impacto de Javier Milei a nivel provincial. “Está claro que las encuestas hay que tomarlas con pinzas, que hay mucha incertidumbre en un panorama electoral incierto y que lo de Milei sigue siendo un fenómeno que no cala a nivel local”, describió un funcionario consultado.
La de Capitanich fue la segunda derrota del oficialismo en una semana y la sexta en el año. Pero sorprendió mucho más que la caída en Santa Fe, donde Maximiliano Pullaro había hecho una diferencia sustancial ya en las PASO. El horizonte inmediato no asoma mejor: la mira está puesta ahora en Mendoza, que votará el próximo domingo, con el peronismo corrido de la pelea principal: su candidato, Omar Parisi, obtuvo poco más de 15% en las primarias de julio.
En el caso de Chaco, desde el comienzo del caso Cecilia, a principios de junio pasado, en el oficialismo las opiniones se dividían en dos grupos. Los primeros, que resumían, sin sutilezas, que el caso “se lleva puesto a Coqui”. Los segundos, creían que el devenir de la investigación en la que apostaban a que quedase circunscripta a un “caso policial y no político”, le daría aire a Capitanich para seguir adelante. No con holgura, anticipaban, pero sí para pelear en una eventual segunda vuelta. Nada de eso sucedió.
Internamente había quienes también achacaban a Capitanich haber “subestimado” el impacto del caso Cecilia, tras haber “reaccionado tarde” luego de conocerse lo sucedido. Había quienes eran más piadosos y aseguraban que actuó bien y que lo que cayó sobre él fueron “los medios y la oposición”.
Las lecturas en las últimas horas apuntaban también al desgaste que generó su pelea con el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, con el que hubo negociaciones hasta empezada la campaña y que terminó incluso con una denuncia este domingo ante el Tribunal Electoral, por el robo de boletas.
La mira en Mendoza
En la provincia cuyana, la pelea está dada entre el radical Alfredo Cornejo y el extitular de Pro Omar De Marchi. El oficialismo acepta que está fuera de competencia tras los números de las PASO, pero siguen de cerca la elección por el impacto que logró Milei el 13 de agosto en ese distrito.
En las primarias nacionales, Milei sacó el 45% de los votos en Mendoza, lo que muchos consideran un llamado de atención importante para el exgobernador Cornejo, que podría sufrir la corrida de los votos hacia de Marchi desde el peronismo diluido.