Autónomos: mientras el Gobierno prepara medidas para un sector “olvidado”, se acentúan las distorsiones con los asalariados

Ayer, rodeado por gremialistas y figuras centrales del kirchnerismo, Sergio Massa oficializó desde la Plaza de Mayo el aumento del piso mínimo de Ganancias para los asalariados a $1.770.000 desde octubre. En un acto en clave electoral, el ministro de Economía también adelantó que en los próximos días enviará al Congreso un proyecto de ley para modificar algunos puntos de este impuesto. Nuevamente, los contribuyentes autónomos quedaron fuera de los anuncios, aumentando más las distorsiones sobre el pago del tributo.

Sin embargo, desde el Ejecutivo aseguran que las próximas medidas irán orientadas hacia este sector, que para los tributaristas suelen quedar “olvidados”. “Le dije a mi equipo que para la próxima semana quiero un anuncio para los autónomos y los monotributistas porque hay un salto que es necesario corregir”, adelantó anoche Massa, en una entrevista con C5N.

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Detrás de las medidas está trabajando Guillermo Michel, el titular de la Aduana. Fue también la persona encargada de estudiar la viabilidad del beneficio fiscal para los asalariados, que el ministro de Economía le había puesto sobre la mesa el viernes de la semana pasada.

En esta ocasión, el foco estaría puesto en las retenciones que les aplican a los contribuyentes cuando pagan Ganancias y un posible régimen puente entre monotributo y responsable inscripto. “Pero no requieren del alivio fiscal que sí lo requerían los trabajadores en relación de dependencia”, consideró en declaraciones radiales. Es una percepción que no compartieron los tributaristas.

Para Alejandra Sarni, socia de impuestos y legales en BDO Argentina, hay una “total diferenciación” entre quienes ejecutan sus tareas como profesionales autónomos versus quienes las cumplen a través de un empleo en relación de dependencia. En el primer caso, el último ajuste al que tuvieron acceso fue en el importe de las deducciones personales en octubre de 2022, cuando se incorporó la variación anual del índice salarial Ripte.

En cambio, en lo que va del año, los asalariados se vieron beneficiados por cuatro ajustes en el piso de la remuneración exenta de Ganancias, que aumentó de $404.062, en enero de 2023, hasta los actuales $1.770.000. “Adicionalmente, el monto correspondiente a la deducción especial anual es diferente en uno y otro caso. Al final del camino, todo trabajador autónomo que factura más de $666.000 (y que por tal razón ya no pueden ser monotributistas) paga impuesto a las ganancias”, agregó.

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En el mismo sentido apuntó César Litvin, socio de Lisicki Litvin & Asociados, quien ejemplificó con un caso concreto. En octubre, tras la nueva medida del Gobierno, un trabajador en relación de dependencia que cobra en bruto $1.770.000, no pagará Ganancias. Como contraste, si un autónomo tiene una ganancia neta idéntica (tomando en consideración 13 meses, en representación del aguinaldo del asalariado) y está soltero, deberá desembolsar al año unos $5.600.000 para hacer frente a tributo. En caso de tener dos hijos y tener un cónyuge a su cargo, la carga fiscal sería por unos $5.300.000 anuales.

“Esta es una inequidad manifiesta, partiendo de la base de que el autónomo también es un trabajador. Que, incluso, tiene una situación menos ventajosa. No cobra aguinaldo, no cobra vacaciones, no cobra indemnizaciones, es el gran olvidado. El último cambio que tuvieron fue el aumento del mínimo no imponible, que sucede en enero de cada año. Hoy se están tomando las deducciones a octubre de 2022, que, con la inflación actual, es un helado que se derritió en la mano”, agregó.

Para Mariano Ghirardotti, socio del estudio contable Ghirardotti & Ghirardotti, las distorsiones que existen entre asalariados y autónomos datan de largo tiempo. Históricamente, el impuesto a las ganancias tuvo un mínimo no imponible (que era genérico para todos los contribuyentes) y una deducción especial de cuarta categoría que solía variar, beneficiando a los trabajadores en relación de dependencia. Hasta que en abril de 2021 aparecieron los “pisos” para los asalariados, protegiendo los ingresos del pago de Ganancias y que excede a la deducción especial y el mínimo no imponible (actualmente en $451.683,19).

“Esto implica una desigualdad ante la ley. Si trabajo en relación de dependencia y gano el mismo dinero que el plomero al lado de casa, que trabaja por su cuenta, el plomero tendrá que pagar Ganancias por un monto muy superior. Con la nueva actualización del piso se llega al paroxismo. Para eliminar estas distorsiones en detrimento de los autónomos, se debería incrementar la deducción especial para emparejarla con los trabajadores en relación de dependencia”, consideró.

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Según detalló Sarni, actualmente los autónomos pueden descontar (importe que permite reducir el monto a pagar) en concepto de deducción especial un monto equivalente a 3,5 veces el mínimo no imponible, que, a valores de hoy, suma un total de $1.580.891,18. Los jubilados y trabajadores en relación de dependencia pueden computar como mínimo un monto equivalente a 4,8 veces el mínimo no imponible, lo que ascendería a $2.168.079,35.

“Los trabajadores autónomos no encuentran alivio alguno en las medidas anunciadas, que solo representan un ‘parche’ para los empleados en relación de dependencia. Una manera de alivianar su carga fiscal sería actualizar los montos de la mayoría de las deducciones y descuentos impositivos, los mínimos y escalas que no tienen ningún tipo de actualización desde 2019. Anteriormente, esos mínimos no habían sido modificados desde la época de la convertibilidad”, cerró la tributarista de BDO Argentina.

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