Tipo de cambio: el BCRA debería buscar un equilibrio entre el dólar oficial y el paralelo

Desde el 13 de agosto, día en que Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza (LLA), ganó las elecciones primarias, gran parte del interés se enfocó en una de sus posturas más controversiales: la dolarización de la economía argentina. Si bien el libertario aclaró que su postura se basa en la competencia de monedas, también ratificó que la conversión al dólar se haría al precio del mercado, que hoy ronda los $730.

Carlos Melconian, quien será ministro de Economía si Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, llegara a la presidencia, respondió que el planteo de Milei es imposible a cualquier tipo de cambio debido a la falta de reservas, y propuso un bimonetarismo. Este implicaría una cotización intermedia del dólar entre el valor oficial y el paralelo.

Hoy, la cotización oficial minorista en el Banco Nación es $365,5, mientras que el blue cuesta $730. El punto intermedio sería $547,75.

En este contexto, un informe de MAP, consultora de economía y negocios, estudia el desequilibrio en el mercado cambiario, el cual se refleja en la brecha entre los valores, el retroceso de las reservas y la aplicación de restricciones ante la demanda de moneda extranjera.

Junto con esto, se observa un freno en el acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para las empresas que deben importar productos, con el fin de contener la fuga de divisas. Las firmas que necesitan insumos “reciben constantemente reprogramaciones para girar los dólares al extranjero (las SIRA y Sirase se aprueban, pero luego surgen trabas en la plataforma de la AFIP para completar la operatoria)”, explica el documento.

Juan Pablo Ronderos, socio de la consultora, se expresó sobre esta cuestión en diálogo con LA NACION: “Si bien no hay ninguna especificación, lo que te dicen las empresas es que, por una u otra razón, el sistema del Banco Central se cae. A veces surge un impedimento, que no se especifica exactamente cuál es, pero lo que está pasando desde hace ya unas seis o siete semanas es que, al final del día, no se liberan los pagos para las SIRA que estaban aprobadas”.

Según el informe, estas dificultades implican una caída de las importaciones y un aumento en la deuda comercial de unos US$2900 millones durante el primer trimestre de 2023.

“Respecto de la deuda comercial, lo que venimos viendo en MAP desde principio de año con los clientes es que te aprueban las SIRA, vos importás, el producto entra, pero después no te liberan los pagos, y eso empieza a generar un aumento de la deuda comercial”, detalla Ronderos. Es decir, las importaciones se llevan a cabo, pero ante la imposibilidad de pagarlas, quedan como deuda comercial de las empresas argentinas con sus casas matrices o sus proveedores internacionales.

Todo repercute en un desequilibrio cambiario en el que la demanda sube y la oferta de divisas en el mercado oficial, baja. “Salir cuanto antes de esta situación resulta clave para la estabilidad macroeconómica, y por eso se descuenta que el gobierno que asuma en diciembre próximo deberá proveer una solución”, sostiene el informe, y agrega que la pregunta clave para esto es qué tipo de cambio debería buscar el BCRA en miras de lograr la estabilización.

Repaso histórico

Con el fin de entender el tipo de cambio al que debería apuntar el Banco Central, MAP realiza un recorrido histórico por la economía argentina y de otros países.

El documento muestra que, tomando el valor promedio de agosto, el tipo de cambio real al dólar oficial se ubicó 12,8% por debajo del promedio histórico, mientras que la misma comparativa respecto del dólar blue muestra que este sí se posicionó por encima de los demás valores de referencia —oficial y paralelo—, en ambos casos comparados desde 2001 hasta 2023.

“Así, el tipo de cambio paralelo actual pareciera estar alto en una comparación histórica, producto de los elevados niveles de incertidumbre reinantes, que han derivado en un desanclaje de las expectativas de mercado”, argumenta el informe.

Esto corroboraría las afirmaciones de Melconian que planteaba un tipo de cambio intermedio entre el valor oficial y el paralelo. Al mismo resultado se llegaría analizando el PBI en dólares, tanto presente como de otras épocas.

Al respecto, Ronderos afirma: “Que la Argentina sea muy cara significa que es un tipo de cambio que no está en equilibrio, que está atrasado y debe ajustarse. Cuando se dice ‘equilibrio’ se refiere al equilibrio de las cuentas externas, tanto comerciales como financieras”.

El economista explica, a su vez, que el tipo de cambio que propuso Milei es demasiado alto: “Esos $730 es un valor por encima del tipo de cambio real en la etapa posterior a la salida de la convertibilidad, en junio de 2002, donde ya la economía era muy pobre. Es decir, no representaba el verdadero tamaño de la economía ni el verdadero valor de la economía. A eso se refiere con muy barata. Esto quiere decir que el tipo de cambio de equilibrio de la Argentina, una vez que todo esto se normalice y se estabilice, debería estar en algún lugar en el medio”, concluye.

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