La necesidad de visibilizar las urgencias sociales en los barrios populares y el avance de Javier Milei, que lo potencia como un firme candidato a acceder a la Presidencia, son los motivos que llevaron a la Iglesia a alertar sobre el discurso y el estilo del candidato de La Libertad Avanza. Un discurso extremista que niega la ayuda social del Estado y un estilo agresivo y desafiante, que lo ubica como un agitador de la grieta.
Desde los curas villeros hasta la jerarquía del Episcopado expusieron su malestar por los agravios al Papa, que nunca fueron desmentidos ni explicados por el candidato de fuerte impacto mediático.
Así lo explicaron a LA NACION fuentes eclesiásticas, que confirmaron que el Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares se reunió con el candidato oficialista, Sergio Massa (Unión por la Patria), y que este martes se encontrarán con Patricia Bullrich, la postulante presidencial de Juntos por el Cambio.
“Es muy difícil que exista una reunión con Milei. No hubo ningún acercamiento y tampoco hay un pedido de disculpas explícitas”, dijo la fuente consultada. En esa agenda, es probable que en los próximos días se defina un encuentro con el candidato Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País).
El malestar de la Iglesia por los exabruptos de Milei trasciende a los curas que trabajan entre los más pobres y, en las últimas horas, adquirió un carácter más institucional con las declaraciones del presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, quien exigió “respeto” a la figura del Papa.
No se conocen en los 40 años de democracia pronunciamientos tan contundentes de la Iglesia para advertir sobre los puntos negativos de un candidato presidencial. Un antecedente es la prédica de sacerdotes de varias parroquias de la provincia de Buenos Aires que en las semanas previas a las elecciones de gobernador de 2015 intensificaron sus mensajes en favor de prevenir el avance de la droga y el narcotráfico. La estrategia tuvo influencia en el triunfo de María Eugenia Vidal y postergó las chances de Aníbal Fernández. No hubo solo de sermones. También , una presencia activa en las redes.
Si bien en ese caso no hubo declaraciones institucionales, ni toma de posición de obispos, se atribuyeron los sermones a preocupaciones que venían de Roma.
“Agresiones continuadas”
“A la gente no le tiene que extrañar que la Iglesia salga a expresar hoy su preocupación por las descalificaciones y los agravios de Milei, que vienen de hace varios años. Una cosa es que se exprese en contra del Papa una persona común y corriente y otra muy distinta es que lo diga alguien que se perfila como posible candidato a la Presidencia. Esa condición merece un cuidado diferente de lo que se dice y se expresa”, consideró una fuente eclesiástica a LA NACION.
En la Iglesia evalúan que los insultos y los agravios de Milei fueron permanentes y crecieron con el tiempo, con falsas acusaciones. Definió a Francisco como un personaje impresentable, nefasto, defensor del comunismo y representante del maligno en la Tierra. “Nunca hubo una explicación y, mucho menos, un pedido de disculpas”, argumentó a LA NACION el padre José María “Pepe” Di Paola, referente de los curas villeros y coordinador de los Hogares de Cristo, los centros de recuperación de jóvenes que caen en adicciones y que la Iglesia atiende en todo el país.
En este tiempo de desesperanza y decepción que provoca la creciente pobreza en nuestro país me preocupa mucho que haya aparecido un clima de autodestrucción. Un deseo de que todo se desborde para caer en el vacío.
— Oscar Ojea (@oscar_ojea) September 11, 2023
Frente a la propuesta re reducir el papel del Estado, la Iglesia defiende –en forma más enérgica y decidida que en otros turnos electorales– la necesidad de una “mirada inteligente del Estado, que no significa desperdiciar recursos públicos, sino organizarlos de tal manera que sirvan para los que más necesitan y menos tienen”.
En el Episcopado extienden su preocupación más allá de los exabruptos de Milei y ponen foco en una mirada crítica de los medios. “Muchas veces Francisco se ha visto maltratado sistemáticamente por algunos medios de comunicación: esto ha contribuido a que se lo lea poco y a que se difunda menos su palabra y pensamiento, deteniéndonos en pequeñeces muy buscadas con mala intención por un sector de la prensa”.
Las reacciones de la Iglesia se transmiten con intensidad, en momentos en que el propio Francisco dejó trascender su intención de evaluar un posible viaje pastoral a la Argentina en 2024, un año en que no habrá elecciones.
Encuentros con candidatos
“Hubo una apertura de parte de Massa a las inquietudes que le planteamos. Nosotros hablamos de la agenda de los barrios populares, los temas que atañen a la gente de los barrios y sus necesidades porque las vivimos en lo cotidiano”, dijo Di Paola a la agencia Télam, al revelar el encuentro con el candidato del oficialismo, que históricamente arrastró diferencias con Francisco. Nunca fue recibido en el Vaticano.
El Padre Pepe, una de las principales voces en la misa de desagravio de la semana pasada, percibe que “existe un agravio a lo que significa el trabajo con los más pobres, la vida de los sectores más postergados. Uno sabe que es un tema atravesado por los recursos que tiene el Estado y él candidato de La Libertad Avanza simplifica la realidad y despliega el drama en un pizarrón, como si se tratara de cosas insignificantes. Ahí se juega la vida de la gente, la salud pública, la escuela pública, cosas que son parte de la agenda de los que menos tienen”.
En la Iglesia fundamentan la firme defensa de Francisco y su toma de posición frente a la oferta de Milei en que ningún otro candidato expresó agravios de esta naturaleza. “Es legítimo no estar de acuerdo con posiciones de Francisco, pero estos agravios fueron mucho más allá y perduran en el tiempo”, insisten fuentes eclesiásticas.
En la Iglesia recibieron con satisfacción la posición que mostró la diputada nacional Margarita Stolbizer (Encuentro Federal), quien condenó las expresiones del candidato de La Libertad Avanza. En una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, que preside Eduardo Valdés (Frente de Todos) y en la que se trataba un proyecto para declarar el día nacional de las iglesias evangélicas, Stolbizer defendió la libertad religiosa, reconocida por la Constitución, cuyo ejercicio requiere un ámbito de respeto. “No se puede pasar por arriba que un colega de esta cámara –en alusión a Milei– tuvo declaraciones inaceptables hacia el papa Francisco. Debemos resguardar el respeto hacia las religiones y advertir cualquier conducta que, desde nuestra Cámara, atente en ese sentido”, señaló la excandidata presidencial.