Agosto fue un mes duro para la economía argentina, tras la devaluación posPASO y la incertidumbre que esta generó. El propio ministro Sergio Massa admitió que el mes pasado “fue el peor de los últimos 25 años de la economía argentina”, y que este dato se verá reflejado en la inflación.
En este escenario complejo, los datos oficiales de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEyC), que realiza el informe con base en los precios de la Ciudad de Buenos Aires, muestran que en agosto, una familia tipo de la Ciudad, conformada por dos adultos de 35 años y dos hijos varones de 6 y 9, necesitó un ingreso total mínimo de $435.394 para formar parte de la clase media. En julio, para formar parte de este grupo, se necesitaron $363.666, por lo que el aumento fue de $71.728. Dicho ingreso no contempla el pago de un alquiler.
El estimativo considera, además de los bienes y servicios mínimos para la subsistencia, el conjunto de gastos vinculados con la adquisición o renovación de bienes durables para la vivienda, la salud y otros rubros como la indumentaria.
El evidente encarecimiento de los precios en agosto se hizo notar en varios sectores: tecnología, alimentos, construcción y más. Además, se espera que la inflación se ubique entre el 11 y el 13%, según algunas consultoras, lo que implicaría un aumento interanual del 150%. De hecho, la inflación en la Ciudad, que fue de 10,8%, puede ser un indicio de lo que sucederá a nivel nacional.
De acuerdo con el informe oficial, un hogar con un ingreso por encima de $158.668 el mes pasado se consideró dentro del segmento de “pobreza no indigente”, por lo que ganar menos que ese monto lo coloca en situación de indigencia.
Si esa familia contó con ingresos de $282.453, pertenecen al segmento de “no pobres vulnerables”, mientras que el siguiente estrato, el “sector medio frágil”, debió obtener ingresos mínimos de $348.315, un número cercano al de julio para pertenecer a la clase media.
Por otro lado, el grupo de mayores ingresos, definido por la DGEyC como “sectores acomodados”, es el que alcanzó un mínimo de $1.393.263 en agosto.
Otros grupos familiares que contempla el informe para estudiar las realidades de los hogares porteños son, por ejemplo, una pareja de adultos mayores, económicamente inactivos y propietarios de vivienda. En este caso, mientras que en julio debieron obtener ingresos por $122.854 para no ser pobres, en agosto este número ascendió a $138.436.
Para dos jóvenes de 25 años que deben alquilar en la Ciudad de Buenos Aires, el ingreso que en julio se ubicó en los $171.144, en agosto subió a $193.292. Estos son los números correspondientes a la Canasta Básica Total (CBT).
Por último, también se relevó la Canasta Básica Alimentaria (CBA), la cual contempla el dinero necesario para satisfacer las necesidades nutricionales de la población. Esta define la línea de indigencia. La barrera para la familia tipo fue, en agosto, de $158.669. El mismo dato en julio establecía la necesidad de obtener ingresos por $138.535. Mientras que para la pareja de jubilados el número fue de $80.115, y para los dos jóvenes adultos, $96.242.