BARCELONA.- Después de varios años perdiendo fuerza, el movimiento independentista catalán celebró hoy su gran movilización anual revitalizada por tener las llaves del próximo gobierno español, aunque sabe que no obtendrá el referéndum de secesión con el que sueña.
Con una bandera independentista a la espalda, Ignasi Segon, jubilado de 73 años, dijo que era “una oportunidad para que Cataluña reciba algún reconocimiento”.
La negociación con Madrid “es la única salida para dar pasos, aunque no traerá lo que queremos, que es la independencia”, añadió.
Una opinión compartida por Joan Barrull, un habitual de “la Diada”, la fiesta de Cataluña que desde hace una década es escenario de grandes manifestaciones en Barcelona, y que arrancó a las 15.14 (hora local), para recordar la caída de la ciudad el 11 de setiembre de 1714 en manos de las tropas de Felipe V.
“Siempre conseguimos cosas y avanzamos cuando nos necesitan desde Madrid”, ahondó Joan Barrull, biólogo de 59 años, que lleva una camiseta independentista y que querría que los políticos independentistas fueran más ambiciosos en sus demandas. “Estamos negociando cosas del idioma catalán, que me parece muy bien, pero no ponemos sobre la mesa la independencia”, lamentó.
Este año, la Diada estuvo marcada por la posición clave que juegan los partidos independentistas en la negociación por la investidura del Gobierno, la baja afluencia de público ante el monumento de Rafael Casanova y las ofrendas han transcurrido sin incidentes.
El poder en Madrid, en sus manos
Lejos de las grandes movilizaciones de la década pasada, que llegaron a juntar a más de un millón y medio de personas en plena escalada hacia la fallida independencia de 2017, el separatismo regresa este año a las calles tras sus agridulces resultados en las elecciones legislativas de julio.
Pese a que sus dos grandes partidos perdieron gran cantidad de votos, los siete diputados logrados por cada formación independentista resultarán claves para decidir quién es el próximo presidente del gobierno español, ya que ni los socialistas de Pedro Sánchez ni el conservador Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo lograron los 176 escaños que dan la mayoría absoluta.
“Cataluña tiene la llave de la gobernabilidad del estado. Por eso hoy tenemos que aprovechar esta fuerza para hacer posible todo lo que hasta ahora no era posible”, aseguró el presidente catalán, el independentista moderado Pere Aragonés, ayer en su mensaje por la fiesta regional.
Miembro de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) -apoyo parlamentario del gobierno progresista en la pasada legislatura-, Aragonés agregó, sin embargo, que una posible ley de amnistía general para todas las personas inculpadas por la fracasada tentativa de secesión de 2017, a la que Sánchez podría verse abierto a negociar ahora, debe ser el preámbulo para abordar la cuestión de fondo.
“La amnistía, por sí sola, no resuelve el conflicto de soberanía con el Estado. Cataluña quiere votar libremente sobre la independencia”, agregó.
Com cada Onze de Setembre, avui omplirem les places i carrers amb tot l’orgull, posant en valor tot allò que ens uneix i defineix com a nació.I reivindicant el desig de seguir construint un futur ple d’oportunitats, prosperitat i llibertat.Bona Diada! Visca Catalunya Lliure! pic.twitter.com/rlVWxdRpqk
— Pere Aragonès i Garcia 🎗 (@perearagones) September 11, 2023
Además, Aragonés, reivindicó este lunes que ERC ha “abierto camino” hacia la amnistía y la autodeterminación gracias a su apuesta por la vía de la negociación con el Gobierno.
”Ahora este camino se ve más claro y es más ancho, porque se puede añadir más gente, y eso es extraordinariamente positivo”, dijo, en alusión a Junts y a su decisión de negociar sobre la investidura del candidato socialista, Pedro Sánchez.
Puigdemont recupera protagonismo
Todas las miradas están puestas, sin embargo, en Carles Puigdemont. Instalado en Bélgica desde su huida de la justicia española en 2017, el peso político del expresidente catalán, ahora eurodiputado, se estaba diluyendo. Hasta las elecciones de julio.
Aunque su partido, Junts per Catalunya, perdió un escaño y miles de votos, sus siete diputados se convirtieron en un cotizado botín para el ejecutivo progresista de Sánchez, quien pese a haber quedado segundo en las elecciones, por detrás del PP de Feijóo, parece con más posibilidades de articular una heterogénea mayoría para ser investido.
Protagonista de nuevo de la actualidad política, Puigdemont recibió la semana pasada a la número tres del gobierno, Yolanda Díaz, en Bruselas y ofreció al día siguiente una rueda de prensa detallando sus condiciones para dar un eventual apoyo.
Sin renunciar a una eventual vía unilateral hacia la independencia, pero ahora más abierto a negociar con Madrid, Puigdemont incluyó entre ellas el “respeto a la legitimidad del independentismo” catalán, “el abandono completo y efectivo de la vía judicial” contra los separatistas y la creación de un “mecanismo de verificación” del cumplimiento de los acuerdos.
Repercusiones
El lema de la Diada catalana de este año es Via Fora, una suerte de grito medieval que llamaba a tomar posiciones ante una situación de combate inminente. Junts y ERC han arrancado este día sacando su particular pelea a la calle y acusándose mutuamente de deslealtad.
Por su parte, Feijóo dijo hoy que el independentismo “hoy sale a la calle para competir” y “demostrar quién pide más”, es “más decisivo en la investidura de Sánchez”, y “quién es capaz de humillar con mayor intensidad al Estado”.
Además anunció que el Partido Popular usará “todos los instrumentos democráticos” ante el “desafío” independentista, como forzar al PSOE a retratarse en los Parlamentos y ayuntamientos de toda España a través de mociones en defensa de la igualdad de los españoles.
Después de que Carles Puigdemont haya pedido la amnistía para apoyar la investidura, Feijóo ha censurado que el Gobierno y el PSOE pretendan “arrinconar” a todo aquel que, aún habiéndoles votado, les recuerda que no recibieron su voto “para lo que quieren hacer”.
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, por otro lado y respecto a las manifestaciones del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, al enfatizar que la solución para Cataluña requiere el derecho a la autodeterminación, comentó que Sumar en “ningún momento” va a pedir a nadie que “renuncie a sus ideas” ni a sus principios de “máximos” en el marco de una negociación.
No obstante, ha rememorado que la posición de Sumar ya la evidenció en la campaña electoral del 23J al defender una consulta sobre los acuerdos que se alcancen en la mesa de diálogo entre el Govern y el Ejecutivo estatal, además de remarcar que ahora el eje primordial para avanzar en el diálogo es la amistía.
”Lo que es importante en estos momentos es que tenemos una negociación en marcha para hacer, en el cual hay unos determinados temas que son prioritarios y en ese sentido yo creo que todo el mundo entiende que resolver los efectos penales del 2017 (en referencia al ‘procés) es ahora lo que estamos trabajando”, ha desgranado.
Luego y cuestionado sobre si aceptaría otra denominación o fórmula que no fuera la amnistía, Urtaun ha desgranado que Sumar se encuentra cómoda con una futura normativa de amnistía, porque no está prohibida por la Constitución, pero que tampoco hay que enredarse con los términos o la nomenclatura, dado que lo relevante son los efectos jurídicos.
Agencias AFP y DPA