En agosto, las ventas de las pequeñas y medianas empresas registraron una caída del 4,1% frente al mismo mes del año anterior. Los datos los dio a conocer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en un informe en el que advirtió que el descenso representa una “tendencia preocupante”, ya que se prolonga por ocho meses consecutivos.
En el acumulado entre enero y agosto, se observó una baja interanual del 2,6%. En tanto, al medirlo en términos mensuales, las ventas se contrajeron un 0,5% frente a julio pasado, según el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la CAME, que releva a 1252 comercios minoristas de todo el país.
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“El mes de agosto presentó desafíos significativos para el sector comercial, que tuvo que adaptarse a una dinámica de precios afectada por impactos generados inicialmente en el mercado paralelo del dólar y posteriormente con la devaluación de la moneda oficial a mediados de mes. Según las empresas consultadas, la actividad comercial experimentó un desempeño relativamente bueno durante la primera mitad del mes, pero enfrentó un declive notable en la segunda quincena”, explicó la entidad.
Uno de los sectores que más se vio perjudicado fue el de alimentos y bebidas, que presentó una caída del 6,6% frente al mismo período del año anterior. La CAME señaló que esta baja en las ventas se produjo como resultado de la generalizada suba de precios que impactó en el rubro.
“La demanda estuvo muy estancada. La gente compró lo necesario, buscando ofertas y sustituyendo marcas para compensar las subas de precios. Los disturbios y actos de vandalismo que ocurrieron después de las elecciones PASO crearon un clima de temor que resultó en el cierre temporal o la reducción de horarios de operación de numerosos negocios durante varios días. Esta situación tuvo un impacto negativo en las ventas de dichos establecimientos”, agregó.
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La lista de los comercios más afectados se completó con ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-5%); bazar, decoración, textiles y muebles (-3,5%); farmacia (-2,6%), perfumería (-2,1%) y textil e indumentaria (-1,3%).
La única categoría que registró un aumento en las ventas fue el de calzado y marroquinería, con una suba de 0,8%. ”Hubo pocas entregas de mercadería por parte de los proveedores y los comercios salieron a liquidar productos anticipadamente para hacerse de liquidez. Eso permitió que el rubro finalice con un leve incremento anual. La venta se orientó casi exclusivamente a productos nacionales por los inconvenientes para conseguir calzado importado”, concluyó.