MARRAKECH.- Marrakech, una ciudad adorada por marroquíes y turistas extranjeros por sus mezquitas medievales, palacios y seminarios ricamente adornados con vívidos mosaicos en medio de un laberinto de callejuelas en tonos rosas, se despertó el sábado en estado de shock tras el violento sismo que sacudió Marruecos en la noche del viernes y que dejó al menos 820 muertos.
Las estrechas callecitas del Mellah, histórico barrio judío de la medina, quedaron repletas de escombros, los edificios viejos se derrumbaron y los tejados de madera se rompieron.
“Es como si nos hubiera caído una bomba”, relató consternada a la agencia AFP Hafida Sahraouia. “Estábamos haciendo la cena cuando oímos una especie de explosión. Entré en pánico y salí rápidamente con mis hijos. Desgraciadamente nuestra casa se derrumbó”, relató la mujer de 50 años, que buscó refugió con su familia en una gran plaza de su barrio.
“No sabemos por dónde empezar. Lo hemos perdido todo”, se lamentó.
La casa de Mbarka El Ghabar, vecina de Sahraouia, también fue “destruida” por el sismo. “Estábamos durmiendo cuando ocurrió el terremoto, una parte del techo cayó y nos quedamos bloqueados en el interior, pero mi marido y yo conseguimos escapar”, explicó y afirmó que “pasó una noche de pesadilla”.
At least 632 people have died, mostly in the historic city of Marrakech, after a powerful earthquake struck Morocco late Friday night https://t.co/Xf1jtpXeBt pic.twitter.com/PKc0omnH3w
— Bloomberg (@business) September 9, 2023
Mbarka y Hafida no perdieron a ningún miembro de su familia, a diferencia de Fatiha Aboualchouak, cuyo sobrino de cuatro años falleció. La mujer de unos 30 años, que caminaba como perdida, no tiene “fuerza para hablar”, admitió con voz débil.
Según los medios de comunicación marroquíes, se trata del sismo más potente sufrido por el reino.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el movimiento telúrico fue de magnitud 6,8 y se produjo a una profundidad de 18,5 kilómetros, con epicentro 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, un popular destino de turistas extranjeros. El terremoto ocurrió poco después de las 23 hora local (19 en la Argentina).
La famosa mezquita de Koutoubia, construida en el siglo XII, sufrió daños que parecían menores. Su minarete, de 69 metros de altura, es conocido como el “techo de Marrakech”. Los marroquíes publicaron en internet videos que mostraban partes dañadas en la famosa muralla roja que rodea la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El alcance de los daños a Marrakech aún no estaba claro el sábado por la mañana, aunque la mayoría de los principales sitios históricos de la ciudad vieja parecían prácticamente ilesos. Sin embargo, algunas imágenes compartidas por las redes sociales mostraban grietas y escombros caídos en una pequeña sección de las murallas medievales.
Images terrifiantes du minaret de la Koutoubia durant le séisme. Symbole de la puissance de l’Empire Almohade, cette mosquée construite en 1196 a eu pendant longtemps le minaret le plus haut du monde musulman (77 m). pic.twitter.com/9hFcLVjGur
— MM ۞ (@MoorishMovement) September 9, 2023Refugio en la plaza
En la ciudad ocre, donde se registró un balance provisional de 13 muertos, cientos de turistas y residentes de los barrios vecinos se refugiaron en la famosa plaza Yamaa al-Fna. Muchos durmieron en el suelo.
Otros no consiguieron pegar ojo, como Ghannou Najem, octogenaria que llegó desde Casablanca a Marrakech unas horas antes del temblor.
“Vine para visitar la ciudad con mi hija y mi nieta. Por la noche ellas salieron y yo me quedé en el hotel. Iba a dormir cuando escuché portazos y el ruido de las contraventanas. Salí aterrada, creí que iba a morir sola”, afirmó.
A unos metros, Rabab Rass, envuelta en un edredón, describió el sismo como “la experiencia más traumática de mi vida”.
“Veía a la gente correr por todas partes, había mucho polvo por los derrumbes. Estaba aterrorizada”, afirmó la joven de 26 años, residente en Marrakech. “Es una experiencia dolorosa, estoy de todo corazón con las familias de las víctimas”, añadió.
Afuera del hospital de la ciudad, Karim El Baridi dijo que su tío estaba siendo tratado por unas costillas rotas después de saltar desde un piso superior por temor a que su edificio se derrumbara. “Se asustó y saltó”, dijo Baridi.
Además de Marrakech, el violento temblor se sintió en Rabat, Casablanca, Agadir y Esauira, sembrando el pánico entre la población.
Muchas personas salieron a las calles de esas ciudades, temiendo el derrumbe de sus viviendas, según imágenes publicadas en redes sociales.
En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto de magnitud 6,3 golpeó Alhucemas, al noreste del país.
Y en 1960, otro sismo destruyó Agadir, en la costa oeste del país, dejando más de 12.000 muertos, un tercio de la población de la ciudad.
Ciudad turística
Winston Churchill, líder británico de la Segunda Guerra Mundial, disfrutaba pintando vistas de Marrakech y se dice que lo llamó el mejor lugar del mundo para pasar una tarde.
El Banco Mundial y el FMI celebrarán sus reuniones anuales en la ciudad a partir del 9 de octubre y aún no está claro si este plan se verá afectado por el terremoto.
Aunque la temporada alta de turismo terminó, muchos extranjeros todavía están en la ciudad, atraídos por las glorias arquitectónicas que han atraído a visitantes durante siglos.
En el hospital, al que habían traído a la mayoría de los heridos graves desde las montañas, visibles hacia el sur más allá de las murallas de la ciudad, algunos turistas se habían unido a los lugareños para donar sangre.
“Necesitamos cada gota de sangre”, dijo Mahmoud Abghach, director de un centro de donación de sangre donde unas 200 personas hacían cola. “Nos alegra ver que los turistas extranjeros se unen para donar sangre tras este doloroso acontecimiento”, añadió.
Agencias AFP y Reuters