MENDOZA.- Es un paso clave para recuperar un proyecto que estuvo herido de muerte. Se trata de Potasio Río Colorado (PRC), el desarrollo minero de sales de potasio en Malargüe, al sur mendocino, que dejó trunco la exbrasileña Vale y que finalmente pasó a manos de la provincia.
En los próximos 15 días, por cuestiones de “confidencialidad”, a pesar de ya tenerlo resuelto, anunciará qué empresa se hará cargo de la inversión y explotación del recurso, que se utiliza principalmente como fertilizante.
Bajo este escenario de expectativas y promesas de más empleo y exportaciones, aparecen en escena los tres finalistas y potenciales ganadores. Uno de ellos, sin embargo, aparece con una chance mayor. Se trata del que está liderado por José Luis Manzano, a través de Minera Aguilar, de Integra Capitals, según pudo saber LA NACIÓN de diferentes fuentes consultadas.
El proceso de selección del grupo elegido se realizó mediante una subasta pública, a través de la Unión de Bancos Suizos (UBS), y se espera una inversión de más de US$1000 millones.
Así, de acuerdo con datos a los que accedió este diario, hubo tres conglomerados nacionales seleccionados, cada uno con un grupo internacional atrás. Uno tiene actividad en minería, energía y petróleo junto con capitales brasileños, donde se destaca Integra Capital, presidida por Manzano, un holding con negocios en educación, energía, medios y telecomunicaciones, minería, tecnología, vino, alimentos y bebida.
También quedó finalista un grupo con actividad en logística y petróleo junto con capitales canadienses, donde aparece en escena el empresario argentino Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000. Por último, hay un grupo industrial con apoyo financiero de medio oriente.
El gobernador Rodolfo Suárez mantiene en silencio quién es el elegido, pero no deja de dar indicios que, según interpretan en el sector, apuntan al expolítico convertido hace años en empresario multirubro, hoy también en el negocio del litio en el norte argentino.
“Es un proceso, quedaron seleccionados tres grupos, no empresas. Un grupo que tiene empresas nacionales, donde hay una de las mineras más antiguas del país junto con un grupo brasileño, otro canadiense y otro grupo empresario, algunos vinculados a la provincia de Mendoza. Este banco suizo nos dice cuál es la mejor oferta, con lo cual ahí empezamos este diálogo; sí puedo decir en esta instancia que hubo conversaciones con esta empresa, que es la que mejor oferta tiene -a criterio de este banco-, es la que más porcentaje le da a la provincia, que invierte en menos años, tiene más beneficios que otros”, indicó Suárez, para luego apuntar: “Lo fundamental es que este grupo está vinculado con el gobierno brasileño, la empresa brasileña que está en esa oferta. Brasil tiene mucho interés en el potasio, es uno de los grandes mercados que compra potasio junto a China. Y en este momento el país vecino necesita potasio porque no lo está recibiendo de Rusia. Entonces, es una oferta muy buena, importante, queremos que se produzca trabajo y que la mina empiece a producirlo. Creo que la semana que viene estamos firmando contrato”.
De acuerdo con datos oficiales, la inversión estimada en la construcción de la mina en Malargüe es de más de US$1000 millones, con un plazo de ejecución estimado de cinco años. Se calcula que el nivel máximo de producción será de 1,5 millones de toneladas al año, con una exportación de US$600 millones al año. Por eso, para el Gobierno local se trata de un plan que permitiría apuntalar el empleo y llegar a duplicar las exportaciones de la provincia.
“La oferta elegida fue la que se ajustó mejor a los requerimientos de la provincia, garantizó con mayor solidez sus compromisos y, además, fue la que mayor participación le dio a la provincia. En un par de días se cerrarán los acuerdos y se podrá dar el ganador”, expresó a LA NACIÓN Emilio Guiñazú, presidente de PRC y exsubsecretario de Energía de Mendoza.
Por estas horas, se vive en la provincia un clima de expectativa y cautela sobre el futuro del proyecto. Diversos empresarios, especialistas del sector y funcionarios, en estricta reserva, aseguran que las cartas ya están echadas, pero que se debe esperar al anuncio oficial.
Proyecto ambicioso
Está en juego una puja por desarrollar un ambicioso proyecto minero, que había quedado a la deriva tras la salida de Vale en 2013 y que volvió a ver la luz en medio de la pandemia, al quedar finalmente bajo control de la provincia. Así, en 2021, la empresa estatal PRC puso a rodar una estrategia de búsqueda de inversores que empezó a reportar la aparición de compañías con intenciones en ser parte activa del negocio.
En un principio fueron 60 las empresas interesadas en el proyecto; luego el proceso de selección, no vinculante, se redujo a cinco, y finalmente a tres, ya en forma vinculante, lo que significa que pusieron fondos para seguir en carrera. “Una vez que teníamos estas propuestas, el comité pre adjudicador de la Unión de Bancos Suizos nos dijo cuál era el que más le convenía a la provincia. La elegida es la que mejor se encuentra alineada con los intereses de la provincia”, expresó el ministro de Economía de Mendoza, Enrique Vaquié, indicando que la firma deberá priorizar la mano de obra local y a las pymes mendocinas, además de construir una mina piloto, que estará finalizada en 2025. El funcionario aclaró que se apeló a una subasta pública, ya que de haber realizado una licitación pública tradicional “no se hubiera presentado nadie”.
Consultada por LA NACIÓN, una alta fuente del grupo que comanda Manzano se limitó a decir que “hay 10 días de confidencialidad” y no confirmó ni desmintió la versión, que crece cada vez con más fuerza en tierra cuyana. Es solo cuestión de días para conocer finalmente quién se queda con el negocio de las sales de potasio en la tierra del sol y del buen vino.