En medio de la polémica que se manifestó con protestas y declaraciones de repudio fuera y dentro de la Legislatura porteña, comenzó el acto promovido por Victoria Villarruel, la candidata a vicepresidenta de Javier Milei, en el que se propone un “homenaje a las víctimas del terrorismo”, en alusión a los fallecidos durante ataques de organizaciones como Montoneros y el ERP. Para sus detractores, el evento no es más que una expresión pública de grupos que reivindican la última dictadura militar o reclaman aliviar la situación de los condenados y detenidos por delitos de lesa humanidad.
El acto se realiza en el Salón Dorado de Legislatura porteña y es organizado por el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), del que Villarruel es presidenta honoraria; y por la legisladora Lucía Montenegro, también de LLA, en el que está previsto que diserten Lorenza Ferrari, Graciela Saraspe y Arturo Larrabure, hijo de Argentino del Valle Larrabure, un militar que fue secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 10 de agosto de 1974 en la localidad cordobesa de Villa María y cuyo cadáver apareció el 19 de agosto de 1975.
Andrés Malamud dijo que Macri quiere que gane Milei: “Qué mejor que romper el sistema”
“Los DDHH son para todos. Invocar la democracia y a los DDHH sin dejar que podamos expresarnos o ejercerlos es la muestra más acabada de que son violentos, autoritarios y nos creen ciudadanos de 2da. Mi abrazo a todas las víctimas del terrorismo que son sometidas a este destrato”, escribió en X (antes Twitter) la diputada Villarruel.
Los DDHH son para todos. Invocar la democracia y a los DDHH sin dejar que podamos expresarnos o ejercerlos es la muestra más acabada de q son violentos, autoritarios y nos creen ciudadanos de 2da. Mi abrazo a todas las víctimas del terrorismo que son sometidas a este destrato.
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) September 4, 2023
“17.380 seres humanos fueron asesinados, secuestrados, heridos, sufrieron bombas y padecieron hasta hoy la denegación de Justicia, la falta de verdad y la ausencia de políticas reparatorias”, fue la introducción del locutor del evento.
“Un Estado que discrimina a sus víctimas del goce de los derechos humanos amplifica la acción del terrorismo, logra el quiebre de los lazos entre ciudadanos y sostiene la impunidad de quienes hasta hoy no han sido juzgados ni condenados”, agregó, obviando las condenas que durante el gobierno de Raúl Alfonsín se impusieron sobre dirigentes montoneros como Mario Firmenich, indultado por Carlos Menem.
“Es necesaria una memoria integral, una memoria completa, que sobrevuele el oscuro territorio del negacionismo actual y que reivindique la historia en su totalidad. La verdad a medias no es verdad: es maldad, es mentira”, afirmó Lucía Montenegro. Y completó: “No estamos reivindicando la dictadura ni las trágicas consecuencias de esa violación del pacto democrático. Es más, nuestro espacio lo repudia de forma clara y contundente”.
Luego fue el turno de Lorenza Ferrari, madre de Laura Ferrari, que a los 18 años murió por un coche bomba de Montoneros. Fue en 1985, durante el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón. “Acá hubo terrorismo, hubo una guerra, plazca o no plazca, así fue: se mataron entre hermanos por sus ideales equivocados, pienso yo, no pensando en las víctimas inocentes que son nuestros hijos y nuestros padres. Nunca fueron reconocidos: hace 48 años que estoy luchando para esto. Encontré esto en la doctora Victoria [Villarruel], que realmente ha tomado el tema como corresponde. Estamos acá para ayudarla y seguir con nuestra lucha: que nuestros muertos vivan de vuelta”.
Continuó Graciela Saraspe, hija de Héctor Saraspe, que murió en Santa Lucía, Tucumán, en 1974. Según el locutor, en manos del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
La actividad inició con una hora y diez minutos de demora, durante la cual en la pantalla gigante del Salón Dorado se exhibieron fotografías de uniformados y civiles fallecidos en atentados del ERP y Montoneros, con recortes de diarios que se referían a la “lucha contra la subversión” y los operativos de la Dictadura en provincias como Tucumán. De fondo, se repetía una y otra vez una melodía en piano, que continuó incluso luego de que Villarruel ingresó al salón y fue recibida con aplausos.
Los protagonistas del acto subieron al escenario, donde los micrófonos ya estaban abiertos. “Yo estaba entre medio de ellos”, se escuchó por los parlantes. Era una voz de mujer. “Ellos”, los manifestantes de izquierda y derechos humanos que protestaban en la calle.
Consultado antes de ingresar a la Legislatura, Larrabure afirmó que el homenaje “se hace todos los años, aunque en un ámbito distinto”. Y agregó: “Esta vez, y conmemorando el día internacional de las víctimas del terrorismo, la doctora [Victoria] Villarruel nos convocó a Legislatura Porteña. Allí contaremos nuestras historias y nuestras tragedias. Nadie viene a hablar de otra cosa que no sean específicamente las víctimas del terrorismo”.
Organizaciones de derechos humanos, políticas y sindicales se movilizaron en rechazo a la actividad. Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, convocaron a una concentración frente a la sede de la Legislatura.
En los pasillos de la Legislatura se viven también momentos de tensión. Vilma Ripoll, Gabriel Solano y otros dirigentes de la izquierda se manifiestan dentro del edificio con pancartas que dicen “fue genocidio” y cánticos contra Villarruel: “Victoria, basura, vos sos la dictadura”. La sede del Palacio Legislativo, en el microcentro porteño, amaneció vallada por un amplio operativo de seguridad.
A la polémica se sumaron las restricciones al libre ingreso de la prensa que implementaron de La Libertad Avanza. Los responsables del área de prensa de la Legislatura permitieron ingresar a los periodistas al edificio, pero no al Salón Dorado. Se excusaron señalando que fue una “indicación de la legisladora” Lucía Montenegro, que responde a Ramiro Marra, candidato a jefe de gobierno porteño.
En la Presidencia de la Legislatura porteña reconocieron a LA NACION que la directiva para impedir el ingreso de los periodistas llegó de parte de Montenegro. “El salón fue solicitado en tiempo y forma por la diputada Lucía Montenegro, quien es la encargada de la organización de dicho evento y quien tiene derecho a usarlo como cualquier otra diputada o diputado que lo pida”, contestaron en la presidencia de la Legislatura, que encabeza Emmanuel Ferrario, de Juntos por el Cambio. Una hora más tarde, finalmente liberaron el ingreso de los medios.
Noticia en desarrollo