Después de casi una semana de tironeos, finalmente el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, ratificó que las cuotas de las empresas de medicina prepaga permanecerán congeladas para aquellas familias con ingresos mensuales de hasta $2 millones brutos.
El nuevo anuncio fue acompañado de un comunicado de la Unión Argentina de la Salud (UAS), que aclaró que, como la cuota de septiembre ya fue facturada en la última quincena de agosto, el acuerdo tendrá vigencia a partir de la cuota de este mes. Fuentes del sector aclararon a LA NACION que entonces regirá desde las cuotas que se paguen desde octubre hasta diciembre. Hay que aclarar que las cuotas de septiembre, liquidadas en agosto, incluyen un aumento de 7,18%.
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Además, en el comunicado se estableció que los afiliados que quieran acceder al beneficio deberán declarar sus ingresos y que no cuentan con capacidad económica financiera a través de un aplicativo disponible en la web de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Sobre este punto, detalló que se considera que el grupo familiar no posee capacidad económica cuando el titular o sus afiliados no sean propietarios de dos o más inmuebles; no posean tres o más vehículos, excepto los hogares donde exista al menos un conviviente con Certificado Único de Discapacidad; no sean titulares de una o más aeronaves o embarcaciones de lujo según la tipología aplicable por AFIP, o no sean titulares de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.
Sin embargo, lo que no mencionó el comunicado es que las empresas recibirían una serie de compensaciones fiscales por mantener los precios para este grupo de afiliados.
Según fuentes del sector, se continuaría con el esquema del decreto 300/2020 y las empresas tendrían una reducción de las cargas sociales y de las alícuotas del impuesto al cheque hasta marzo del año próximo, cuando empezarían a abonar los saldos en cuotas. Algo parecido podría ocurrir con el IVA, aunque todo se seguía definiendo a la espera de que se publique el decreto de necesidad y urgencia con esta norma.
“Es el mejor acuerdo al que se pudo arribar en un contexto hipercomplicado”, afirmaron, y señalaron que son el único sector por el momento con un congelamiento total mientras la inflación mensual es de dos dígitos, el costo de sus insumos está liberado, hay problemas de importaciones y un atraso del 30% de la cuota respecto de la inflación.
“Los demás por lo menos tienen aumentos del 5 o 6%. Por eso de alguna manera hay una negociación para ver de qué manera compensar, si bien no se compensa”, describieron.
Por su parte, Guillermo Michel, titular de Aduana y líder del equipo que negocia los nuevos acuerdos de precios, desmintió que el sector vaya a dejar de pagar el impuesto al cheque, pero confirmó que van a tener un plan de pagos para contribuciones e IVA, aunque solo por tres meses. “Van a pagar en cuotas con intereses y no hay un costo fiscal sustancial para el Estado”, cerró.
Ruidos
Durante la semana pasada, el anuncio del ministro Massa sobre este congelamiento había generado muchas repercusiones. “Es una catástrofe congelar precios mientras el resto de la cadena aumenta al ritmo de la inflación”, subrayó un referente de la medicina prepaga, y sumó: “Esto no puede terminar bien si no se revierte de alguna manera”. No dudó en calificar la medida como “electoralista y desesperada”, y advirtió que iba a tener “graves consecuencias en el corto plazo en el sistema de salud en su conjunto”.
Como consecuencia, circuló el rumor de que podrían congelarse los aranceles a los prestadores, algo que Jorge Cherro, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la Argentina y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio, dejó en claro que no iban a aceptar.
“Son los financiadores; son los encargados de hacerse de los recursos para pagar las prestaciones. Nosotros tenemos a los pacientes que estamos atendiendo; tenemos que pagar a nuestros trabajadores; tenemos que pagar los honorarios a los médicos, más los insumos y la aparatología. El sistema no tolera un congelamiento”, enfatizó.
En tanto, durante la semana afiliados a las empresas comenzaron a recibir la factura correspondiente a septiembre con el incremento acordado del 7,18% con respecto al valor del Plan de Servicio vigente al 31 de agosto. “Lo del ministro-candidato es un anuncio. No hay decreto, así que mandamos la facturación como la teníamos. Hasta ahora no hay resolución oficial”, explicó una alta fuente del sector de las prepagas.