BARCELONA.- Tal como se esperaba, la reunión entre el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo y el presidente en funciones, el socialista Pedro Sánchez, no resultó en ningún acuerdo. Ahora bien, Feijóo sacó de la manga una oferta que nadie había imaginado: un acuerdo para sostener una legislatura de solo dos años –con él como presidente- en la que los dos grandes partidos lleguen a varios pactos de Estado. Sánchez, que tiene opciones reales de mantenerse en la Moncloa gracias a un pacto con varios partidos nacionalistas e independentistas periféricos, ni tan siquiera se mostró dispuesto a considerar la oferta y la rechazó de plano.
La reunión, de casi una hora de duración y celebrada la mañana del miércoles en el Congreso de los Diputados, es la primera que realiza Feijóo en su ronda de contactos con los líderes políticos españoles para explorar su investidura después de recibir tal encargo la semana pasada por el rey Felipe VI.
“Sánchez prefiere negociar amnistías y referendos y desigualdades financieras entre comunidades autónomas”, lamentó en rueda de prensa Feijóo, que ganó las elecciones del pasado 23 de julio, pero no goza de la mayoría suficiente para ser investido presidente.
Pedro Sánchez prefiere negociar con las minorías independentistas sobre amnistías, referéndum y desigualdad entre los españoles. Sigo defendiendo un gran acuerdo nacional para frenar esta deriva, que perjudica a España y a sus ciudadanos. pic.twitter.com/FTTQHEzePT
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) August 30, 2023
Por su parte, el líder del PSOE puso sobre la mesa una contrapropuesta: que, gobierne quien gobierne, se renueve el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes de que termine el año. El líder del PP no quiso comprometerse. El CGPJ, el máximo órgano de gobierno de los jueces, lleva más de cuatro años con el mandato caducado por una táctica obstruccionista del PP, que se ha resistido a la renovación del organismo ahora que ya no goza de mayoría en el Congreso.
Sánchez y Feijóo no se veían personalmente desde el cara a cara televisado de julio. Allí, el ahora aspirante a la investidura le propuso firmar un acuerdo para que gobernara la lista más votada y en este nuevo encuentro le ha trasladado que la propuesta seguía vigente. El PSOE consideró esa opción una tomadura de pelo, pues en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo, gracias a sus pactos con Vox, el PP arrebató varios gobiernos autonómicos y municipales a los socialistas a pesar de haber sido éstos la fuerza más votada.
En un documento encabezado por una fotografía de los pactos de la Moncloa de 1977 en plena transición a la democracia, el PP plantea un gobierno en solitario con quince ministerios. “La hipótesis de una gran coalición, mientras Sánchez sea líder del PSOE, no es posible. Por tanto, no se la he planteado”, comentó Feijóo. El texto incluye la creación de cinco comisiones específicas en el Congreso y una en el Senado para abordar seis grandes pactos: regeneración democrática, estado del bienestar, saneamiento económico, familias, agua y, por último, un pacto territorial. Tras esos dos años, se celebrarían elecciones de nuevo.
Propongo una legislatura de dos años para cumplir seis pactos de Estado y celebrar después elecciones generales: https://t.co/XNuo5A3fPY España necesita recobrar la centralidad, un acuerdo por la igualdad de todos los españoles y evitar la influencia de los independentistas. pic.twitter.com/QQa7i4Qpp3
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) August 30, 2023
El PSOE ha convocado a su cúpula después de la reunión entre Sánchez y Feijóo para analizar el escenario, y al término del cónclave, la vocera del partido, Pilar Alegría, explicó la posición de los socialistas. Alegría justificó la negativa del PSOE al interpretar que se trata de “un pacto con Vox para derogar el sanchismo”. Además, arremetió contra el líder del PP al comentar que no piensa en la estabilidad de España, sino en “salvar su pellejo”.
Siguen las negociaciones
Por la tarde, Feijóo continuó su ronda de contactos con el presidente del País Vasco, Iñigo Urkullu, del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Ahora bien, en este caso se trató de una conversación telefónica, ya que el lehendakari declinó que fuera un encuentro presencial. Por su parte, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonés, de Esquerra Republicana, se negó a mantener ningún tipo contacto con Feijóo.
Durante los últimos días, el PP ejerció una fuerte presión sobre el PNV, ya que su apoyo podría ser otra de las vías para lograr la investidura de Feijóo. Si los cinco diputados obtenidos de los nacionalistas vascos le dieran su apoyo, podría alcanzar la cifra mágica de la mayoría absoluta: 176 diputados en un hemiciclo de 350 escaños. De momento, Feijóo cuenta con 172.
En la conversación telefónica, que duró poco más de media hora, Urkullu le trasladó que las cuestiones relativas a la investidura debe tratarlas con los responsables del PNV, y no con él. Urkullu definió la conversación como “franca y provechosa”, pero no sirvió para acercar posturas. Desde las elecciones, el PNV reiteró en numerosas ocasiones que no participará en ninguna ecuación política en la que esté Vox, pues el partido de ultraderecha cuestiona “todo lo que representa el autogobierno”, incluida la lengua vasca, el euskera.
Precisamente, una de las dudas que dejó el día es cómo reaccionará Vox a la oferta de Feijóo al PSOE, pues implica que la formación de Santiago Abascal es un socio prescindible para el PP. El PSOE aprovechó la coyuntura para intentar sembrar la cizaña entre los dos partidos del bloque de la derecha, y ya se pregunta si Vox abandonará a Feijóo a su suerte, como hizo en la votación de la mesa del Congreso, cuando Cuca Gamarra no obtuvo los votos de la ultraderecha. En esta ocasión, a Vox le puede costar más romper su pacto con el PP, habida cuenta de que Abascal trasladó a Felipe VI que apoyaría la investidura de Feijóo.