En el sector agropecuario recibieron con escepticismo el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, de impulsar un mecanismo para que la industria compre, a través de fondos de lo que se recaudó con el dólar soja, granos de esta oleaginosa a los productores en un momento donde, a causa de la sequía, las plantas industriales se encuentran al borde de la parálisis. La medida, según trascendió luego de la comunicación, podría implicar una mejora de hasta el 25% en los precios, ya que los exportadores deberán volcar eso a la compra del grano sobre los valores actuales. Massa también reiteró el anuncio de una quita de las retenciones a las economías regionales que siguen pagando el tributo (vino, mosto, arroz, tabaco, forestal, cáscara de citrus), medida que ya había anticipado en la última Exposición Rural de Palermo. Además, apuntó que se hará la entrega de hasta cinco toneladas de fertilizantes para productores en emergencia agropecuaria.
“Esto es la imprevisibilidad llevada a la máxima potencia. ¿Cómo puede un productor agropecuario intentar, mínimamente, generar un horizonte de previsibilidad con tantos cambios unos atrás de otros. Estamos dentro del tiempo estipulado originariamente para el dólar agro, pero ya quedó fuera de foco por el dólar de $350 que iba a ser por 90 días. Esto cambia nuevamente el valor del precio del tipo de cambio con el cual se liquidaría la soja realmente”, dijo Gabriel De Raedemaeker, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En esa línea, añadió: “Estamos produciendo de manera defensiva, tratando de no perder o perder lo menos posible para no desaparecer como productores. Necesitamos un gobierno que brinde certezas y previsibilidad. Nada de eso está atrás de las decisiones permanentemente cambiantes de este ministro y gobierno”.
“Es un compendio de incertidumbres permanentes que genera este gobierno y el ministro, quien debería tratar de ir normalizando las variables macroeconómicas, eliminando los derechos de todas las economías regionales, pero a toda la producción agropecuaria, unificando el tipo de cambio, eliminando este tipo de intervención distorsivas que hace sobre la producción, comercialización y exportación de productos agropecuarios”, remarcó.
En la recta final a octubre, recetas mágicas de los candidatos para la baja de retenciones
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), indicó que “los anuncios que hace el ministro serán efectivos siempre y cuando sean un beneficio que les llegue a los productores y para eso habrá que esperar cómo funciona realmente en el mercado”. Agregó: “Esperamos también la instrumentación de estas medidas para poder evaluar el impacto que puedan tener”.
Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, indicó que tras el anuncio se hará un análisis sobre la implementación de las medidas. Repecto de la medida para la soja, indicó que “muchos ya vendieron lo poco que cosecharon, por lo que a ellos no los va a alcanzar este beneficio”.
“Con respecto a fertilizantes, de acuerdo a cómo se implemente la medida y la agilidad para acceder a ellas, puede ser una buena medida, aunque en ste aspecto me queda la duda de cómo juega el Impuesto País para la adquisición del fertilizante, medida que encareció este insumo”, señaló Laucirica.
Respecto del programa “Puente al Empleo”, dijo que era un reiterado pedido, principalmente para aquellas actividades que ocupan mucha mano de obra estacional.
Raúl Víctores, dirigente de la Sociedad Rural de San Pedro, una de las más combativas en territorio boanerense, se pronunció en duros términos. “Es totalmente irrelevante, nada es creíble en boca esta gente. No tiene ningún sustento, salvo que en el tiempo podamos ver otra cosa. Ahora lo que vemos, lo que escuchamos y lo que leemos la verdad que no tiene ningún tipo de sustento y de credibilidad. Lo único que estamos seguros es que van a dejar un país completamente destruido, una economía en situación muy compleja así que van a rascar todo lo que puedan para poder llegar a las próximas elecciones. Esperemos que la gente recuerde y tenga memoria del desastre que han hecho en todo este tiempo”.
Para Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), la medida vinculada con la soja es cometer otra vez un error por parte del Gobierno como lo hizo con el dólar especial.
“Esta operatoria, seguramente, va a modificar el precio interno de la soja; los distintos tipos de dólar soja lo que han hecho es complicar muchísimo todo lo que es la alimentación animal, dado que la soja es uno de los productos básicos en alimentación. Esto es volver a cometer el mismo error, disfrazado y hecho de otra manera, pero que va a generar las mismas cuestiones que ha generado hasta ahora: distorsión en toda la cadena alimenticia y, básicamente, en el incremento del costo en porcinos, aves, lechería y ganadería”, señaló Salaverri.
Ariel Bianchi, productor agropecuario de Conesa, en el partido bonaerense de San Nicolás, afirmó que el Gobierno sigue sin un programa para el sector. “Es solamente un parche más para tratar de incrementar las reservas del Banco Central. No hay ningún tipo de solución para el pequeño y mediano productor que, además, no tiene soja. Así que estas son medidas que van a beneficiar a algunas grandes exportadoras y a algún productor arrendador que cobra los alquileres en soja y que, por ahí, le queda alguna reserva de soja. El productor en general hoy no cuenta con reserva de granos y toda esta cataratas de medidas no le resuelve ninguno de los problemas que tiene”, dijo.
En Twitter, Antonio Aracre, exCEO de Syngenta y exjefe de Gabinete de asesores del gobierno de Alberto Fernández, reflexionó: “El Gobierno anuncia dólar soja a 460 (25% en billete da eso) para exportaciones con valor agregado, o sea aceite y pellets proteicos. Me pregunto si algo de ese inmenso esfuerzo fiscal le llegará a los productores que venden poroto “sin valor agregado”.
Juan Alzapiedi, productor de Inriville, opinó ante una consulta de LA NACION: “Queda claro que salieron a buscar la poca soja que queda, que está en manos de los dueños de campos, y que hay un acuerdo [del Gobierno] con los exportadores, los grandes ganadores de siempre. El productor va a tomar poco de todo esto”.
Ernesto Ambrosetti, consultor en agronegocios, hizo un amplio análisis de las medidas de Massa. “La eliminación de los derechos de exportación a algunos productos de las economías regionales con agregado de valor va en el sentido adecuado, pero hay que ver si esta mejora en los ingresos de las industrias se traslada efectivamente al productor. Las retenciones deberían eliminarse en todas las posiciones arancelarias independientemente de su valor agregado”, señaló.
Respecto de la medida para la soja, indicó: “El nuevo mix de valor entre el oficial y el CCL podría mejorar la capacidad de pago de la industria exportadora hasta un 20%, que si se manifiesta en el mercado de granos sería más atractivo para los productores en momentos donde se están adquiriendo insumos estratégicos para la siembra de la gruesa, pero lamentablemente este beneficio a los productores de granos perjudicará nuevamente a los productores de carnes, especialmente los tambos, feedlots, aves y porcinos”.
Añadió: “Con respecto a financiar hasta cinco toneladas de fertilizante (urea) a los productores en emergencia a través de YPF Agro, si bien es una medida que llega sobre el filo, ya que muchos trigos ya están en macollaje, y ya se debían haber fertilizado, su conveniencia dependerá de las condiciones de los convenios a desarrollarse”.
En este contexto, David Miazzo, economista de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), también hizo una evaluación de las distintas medidas anunciadas para el sector por Massa.
En cuanto al anuncio de fertilizantes, indicó que “en el mejor de los casos cubre el gasto en fertilizantes de 20 hectáreas”. Añadió: “Puede dar algún tipo de alivio a un productor muy chico, pero no tienen ningún impacto a nivel global sobre el sector”.
Miazzo recordó que la medida sobre las retenciones de 0% para las economías regionales “ya lo había anunciado y no lo habían terminado de aplicar” desde el Gobierno.
Luego se refirió a la medida para la soja: “Sin tener información adicional, entiendo que se las dejarían liquidar al CCL [a los exportadores] en lugar de liquidar al oficial. Es decir, de los US$340 que es hoy el FAS, les dejarían liquidar el 75% al oficial ($350) y el 25% al CCL ($700), esto daría un tipo de cambio ponderado de $437,50, un 25% más alto que el tipo de cambio oficial. Sería una especie de nuevo dólar soja, pero esta vez el incremento en lugar de generarlo con el Banco Central pagando más se genera con el exportador liquidando al dólar libre (Contado con Liqui)”.
Añadió que “esto no generaría mayor acumulación de divisas, porque ese 25% se va al mercado privado, no lo compra el Central. Eso sería el aspecto negativo desde la mirada del Gobierno. El aspecto positivo es que va a ayudar a generar oferta de dólares en el mercado libre, lo que ayudaría a bajar la brecha, no sé en qué medida. Para el productor, cualquier mejora del tipo de cambio termina siendo favorable, aunque no es una medida que solucione de fondo los derechos de exportación y la brecha que son los verdaderos problemas”.
En opinión de Lorena D’Angelo, analista del mercado de granos, la medida vinculada a la compra de soja “mejoraría el precio en un 25% como máximo en pesos, pero en dólares lo baja”. Explicó: “Pensemos también que la industria está con márgenes negativos, así que no creo que suba tanto”.
Apuntó que los productores “no tienen mucho para vender [el sector privado estima entre 8 y 10 millones de toneladas] y como viene todo van a seguir guardando [el grano]”. La experta señaló, no obstante, que la medida “mejora la relacion insumo/producto” y eso podría llevar a algunos productores a vender la mercadería para adquirir insumos como fertilizantes.