Los investigadores en la provincia de Buenos Aires no encontraron indicios de la existencia de sectores políticos instigando la sucesión de saqueos ocurridos en territorio bonaerense la semana que pasó, sin embargo, sospechan que detrás de estas acciones se hallan organizaciones de narcotraficantes que buscan generar conmoción social en momentos electorales o afirmar su dominio en la disputa territorial, según dijeron a LA NACION dos fuentes que analizan las causas judiciales abiertas por estos episodios.
“Hay informes de inteligencia que nos hicieron llegar que señalan que estos hechos pueden ser una movida del narcotráfico para demostrar su poder de fuego, lo que coincide con las evidencias de los últimos allanamientos del jueves, donde encontramos no solo los elementos robados, sino armas y drogas de una banda dedicada al narcomenudeo”, dijo una fuente que investiga estos hechos.
De corroborarse estas sospechas sería la primera vez que, en la provincia de Buenos Aires, organizaciones delictivas — no relacionados con agrupaciones políticas- buscan incidir en los procesos electorales mediante acciones violentas, con el afán de desestabilizar.
Ocurrió cuando narcos amenazaron al candidato a gobernador de Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro en plena campaña electoral previa a las PASO o en 2021 cuando grupos narcos balearon una escuela en período de elecciones para desanimar a la gente a votar. Ahora en los saqueos santafesinos de la semana pasada llamó la atención la violencia de los saqueadores que actuaron arrojando bombas molotov.
En territorio bonaerense los investigadores sospechan de dos actores: grupos de narcotraficantes que actúan para generar conmoción y la presencia de grupos juveniles marginales que hacen desmanes por el mero afán de cometer acciones violentas.
Son “banditas”, no grandes carteles, sino grupos locales, muy violentos en ocasiones, que dirimen sus problemas con homicidios particularmente crueles, y que utilizan redes de mensajería como Telegram o WhastApp para vender drogas, autopartes truchas, o convocar a saquear.
Estas organizaciones barriales, asentadas en la zona, son “polirubro”: asaltantes, narcos, vendedores de mercadería robada y, si hay, margen saqueadores. Las organizaciones más sofisticadas usan la dark web y las criptomonedas para el gran contrabando de drogas, las banditas locales grupos de Telegram abiertos e incontrolables que abundan sin límite ni control, donde pueden vender marihuana, cocaína, o una moto robada.
Los investigadores basan estas hipótesis en la presencia en los grupos de saqueadores de menores de 15 a 18 años, en gran cantidad, en que en los saqueos no hay una sola cabeza unificada que los convoque en diversos puntos de la provincia, sino que se activaron por grupos de WhatsApp donde uno de los integrantes llama a los demás a reunirse en determinada plaza o esquina para avanzar sobre los locales comerciales.
Son “banditas”, no grandes carteles, sino grupos locales, muy violentos en ocasiones, que dirimen sus problemas con homicidios particularmente crueles, y que utilizan redes de mensajería como Telegram o WhastApp para vender drogas, autopartes truchas, o convocar a saquear.
Son esas mismas redes las usadas para la venta de estupefacientes. No son personas urgidas por una situación de que los lleve al hurto famélico, sino marginales, muy “borders”, violentos dijo una fuente judicial que señala que en todos los casos los presos están acusados de robo en poblado y en banda.
El episodio que confirmó los rumores e informes de inteligencia que recibieron autoridades de la provincia, ocurrió el martes pasado en Moreno. Allí un grupo de 50 personas atacó el Supermercado Conquista, ubicado sobre la calle Reverendo Padre Fahy al 3200, en el barrio Casasco. Habían decidido cerrar a las cuatro de la tarde por los rumores de saqueos que circulaban en redes sociales. Los saqueadores llegaron a las 19 fueron repelidos por los dueños, pero el grupo pudo forzar las cortinas metálicas, y arrasó el local, que es muy grande. Le prendieron fuego al depósito de garrafas y se llevaron todo lo que estaba en las góndolas.
Empezaron por llevarse todas botellas y latas de bebidas alcohólicas que pudieron y luego fueron por los productos alimenticios. La policía llegó a tiempo y detuvo a seis personas. Pero las investigaciones continuaron y dos días después se realizaron allanamientos con la orden del juzgado de Garantías n° 3 de Moreno.
En total fueron detenidas 28 personas que se dedicaban a la venta de droga a pocas cuadras del supermercado saqueado y que supuestamente habían participado de ese ataque al local vandalizado.
Unas 14 personas fueron detenidas e imputadas por la fiscal de la UFI 4 de Moreno Luisa Pontecorvo por los delitos de en orden a los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, en poblado y en banda, daño e incendio, por ser los presuntos autores de los violentos saqueos de la zona. A su vez, se pudo recuperar gran parte de la mercadería sustraída.
En tanto, la policía detuvo a otras 14 personas en 10 allanamientos llevado a cabo por la Unidad fiscal N°12, especializada en drogas, que venía siguiendo la pista de vendedores en el barrio asociados a acciones violentas, incluidos homicidios.
Hace dos años en la zona hubo un homicidio de un narco particularmente cruel y a la semana fueron a matar a la novia y le vaciaron un ojo con una cuchara. Así de inhumanos pueden ser las venganzas en ese territorio del oeste bonaerense.
El fiscal Leandro Ventricelli venía realizando tareas para corroborar denuncias anónimas de venta de drogas en el barrio y por eso con personal de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas ilícitas de Moren- General Rodríguez, previa autorización del Juzgado de Garantías, allanaron 10 domicilios en la zona de La Reja y el barrio Casasco, en Moreno donde está el supermercado incendiado.
Allí encontraron gran cantidad de estupefacientes, armas, elementos de corte y dinero en efectivo y también los elementos robados en el supermercado. Además de recuperar la mercadería robada en un supermercado chino incautaron 690 gramos de cocaína y dos kilos 300 de marihuana lista para la venta.
“Esos procedimientos por narcomenudeo se aceleraron porque la información que se consiguió era que grupos vinculados a la venta de drogas estuvieron detrás de la organización de los saqueos del martes. Entonces no había tiempo que esperar”, dijo una fuente de la investigación.
La principal hipótesis de los investigadores es que estos grupos de narcos, no grandes bandas, sino redes de comercialización local, pelean por controlar el territorio para la venta de cocaína, marihuana y otras drogas. Para los investigadores no quedó duda del vínculo entre narcos y saqueadores. Eran los mismos.
La Policía incautó productos robados en el supermercado. Allí actuaron jóvenes y adolescentes, incluida una chica trans de 16 años. En los procedimientos también se secuestraron revólver calibre .22; otro calibre .32 corto; uno de idéntico calibre, pero largo y un pistolón. También secuestraron 690 gramos de cocaína en 420 envoltorios y dos trozos compactos, y 2280 gramos de marihuana en 800 envoltorios y ocho trozos compactos.
Entre los productos recuperados había cajones de cerveza Quilmes y Brahma, dos centenares de sapos y acondicionadores Pantene, Elvive, Sedal, Revlon, bolsones de pañales de bebes, papel higiénico, desodorantes para piso, yerba, una caja de Gancia, botellas de vodka, de vino blanco, detergente, fideos, 24 tarros de dulce de leche mayonesa, packs de lats de Fernet, de cerveza, de sidra, arroz y desodorante de ambiente.
Intervienen los fiscales Federico Soñora, por los saqueos, Leandro Ventricelli, por las drogas y Alejandra Piqué por la chica menor de edad detenida.
La zona es de gran conflictividad y los fiscales locales trabajan en coordinación con la justicia federal, pues no solo hay tráfico de drogas en la zona, sino que está ligado a casos graves como asesinatos y robos agravados, vinculados a las disputas territoriales de las bandas del lugar. Tal es el problema que desde mayo funciona una ayudantía Fiscal en General Rodríguez para trabajar con mayor eficacia esta temática en la localidad y apoyar a la UFI de Moreno especializada en drogas.
Hasta el jueves, se registraron 27 causas judiciales en la provincia de Buenos Aires relacionadas con los saqueos. La mayoría se concentró en Zárate Campana, San Isidro, Moreno, y Mar del Plata.
En total fueron detenidas más de un centenar de personas, pero la mayoría eran menores de edad. Los que quedaron presos y fueron indagados en rigor son 79 personas, todos acusados de robo en poblado y algunos de resistencia a la autoridad porque no fueron detenidos en el momento de los hechos sino cuando se presentó la policía para evitar los saqueos. La mayor cantidad de detenidos se dio en Moreno y San Isidro.
La policía logró interceptar algunas redes de WhatsApp por denuncias de vecinos que advirtieron que los convocaban a participar en los saqueos. En algunos casos se frustraron así avances contra locales en Ezeiza o Campana donde uno de los saqueadores compartió un audio de Whastapp en el grupo en que advertía; “¡Ey loco, salgan del grupo, porque ya están los milicos en el grupo, y ya agarraron a una millonada!”.
Las denuncias de vecinos permitieron detener a cuatro personas en Ezeiza y se busca a dos prófugos; en Merlo hay 6 detenidos. La sospecha de que banditas de narcos “agitan” el conurbano para demostrar su poder de fuego, no llamó la atención de los fiscales federales que siguen el camino de las grandes organizaciones y coincide con la información de inteligencia que circula, dijeron investigadores.
“Hay un caldo de cultivo evidente con una penetración muy fuerte en diferentes sectores populares y carenciados del sistema del narcotráfico. Hay necesidades muy ostensibles de generar conmoción y destacarse ante el resto de los sectores del narcotráfico para favorecer la penetración. No veo una unidad de generación de estos conflictos por parte de sectores políticos”, dijo un alto funcionario bonaerense a LA NACION. pro parte de sectores políticos.
Explicó que en muchos casos se da un dato recurrente: cuando se allana en busca de los elementos saqueados, se encuentran esos objetos, pero además hay armas y drogas lo que evidencia la vinculación de esas organizaciones en la comercialización y distribución de estupefacientes. Estas banditas no son los líderes del cartel, ni los “soldaditos” que la distribuyen, sino una línea intermedia un poco más de poder vinculad a la comisión de delitos violentos en la zona.
Estos investigadores hablan de grupos narcos y un sector marginal vinculado a la violencia que busca solo armar conmoción, que surge en medio de un gobierno debilitado y de una oposición con conflictos internos en las fuerzas mayoritarias, que no encuentran resolución. Grupos que encuentran en una institucionalidad débil el terreno fértil para que la expresión violenta antisistema, sin otro objetivo que la violencia en sí.
“Es la película del Guasón, donde el protagonista se transforma en un líder de masas antisistema y la máscara del personaje fue reproducida en manifestaciones en diversos países del mundo que protestaron con estas consignas”, dijo este funcionario. Claro que, en el territorio bonaerense, estas expresiones se canalizan con más violencia.