En la última década, la Diarrea Viral Bovina (DVB) comenzó a extenderse en los rodeos de producción de carne y leche argentinos, generando pérdidas productivas y económicas. Estimaciones del INTA indican que la enfermedad está presente en el 86% de los establecimientos, alcanzando entre el 30% y el 100% de los animales.
Los bovinos infectados con DVB suelen mostrar problemas reproductivos, respiratorios o gastrointestinales de gravedad variable e incluso pasar desapercibidos (asintomáticos). Una particularidad importante es que los animales infectados quedan inmunosuprimidos, por lo cual son más susceptibles a contraer infecciones secundarias. Algunas de las enfermedades más frecuentes son: rotavirus, coronavirus, salmonella, pasteurella y herpesvirus bovino, entre otras.
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“El mayor impacto del DVB se da en la reproducción. La presentación dependerá de la etapa de gestación, grado de inmunidad de la madre y características del virus y puede generar muerte embrionaria en etapas tempranas, observándose como repeticiones de celo o abortos a lo largo de toda la gestación. La infección durante la gestación también puede desencadenar malformaciones congénitas en distintos tipos y grados, como la hipoplasia o degeneración cerebelar, microencefalia, deformidades esqueléticas, retraso general del crecimiento, desmielinización espinal, entre las más frecuentes”, indicó la médica veterinaria Melina Briosso, coordinadora de Asistencia Técnica de Tecnovax.
Según Briosso, una característica distintiva de la DVB es la capacidad de generar animales considerados como persistentemente infectados (PI). Las hembras preñadas se infectan con el virus entre los días 30 y 150 de gestación y los terneros nacen inmunotolerantes a la enfermedad. Aunque pasan inadvertidos a simple vista, pueden difundir el virus a través de todos los fluidos corporales (orina, mucosidades, saliva, leche, semen y materia fecal).
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A pesar de que el 80% de los animales PI no superarían los dos años de vida, mientras están en el rodeo tienen la capacidad de eliminar entre 1 y 10 millones de partículas virales infecciosas por mililitro de fluido corporal por día. Para que un animal se infecte son necesarias solo 10 partículas.
El impacto productivo y económico de la DVB
Según el tipo de establecimiento, la DVB impacta de distintas maneras:
Tambo: reduce todos los índices reproductivos, generando una disminución de la producción futura de leche. Se calcula que la pérdida representa $8000 por vaca al año.
Feedlot: por la corta duración del ciclo productivo, el mayor impacto se genera en la ganancia de peso, con una pérdida promedio de 140 gramos por día. “En una jaula de 40 animales, representaría casi medio millón de pesos de pérdidas. En el feedlot son muy importantes las pérdidas secundarias e infecciones respiratorias”, según la médica veterinaria.
Cría: impacta fundamentalmente en los parámetros reproductivos del rodeo, generando una disminución en la ganancia de peso de los animales enfermos.
Establecimientos de reproductores: el semen es una fuente de contaminación con DVB, por ese motivo los toros deben ser indefectiblemente controlados.
Cómo reconocer y controlar la enfermedad
Briosso aconsejó sospechar de DVB cuando se observan abortos, muerte embrionaria, cuadros gastrointestinales con o sin hemorragias o problemas respiratorios incluyendo neumonía. Como estrategia de control, se propone implementar medidas de manejo y vacunación, en ese orden.
En cuanto al manejo, se debe realizar un chequeo en todo el rodeo para eliminar a los animales persistentemente infectados. En lo que se refiere a la vacunación, se recomienda hacerlo con la vacuna específica para esta enfermedad fundamentalmente, en la etapa de pre-servicio, en las hembras que van a ser futuras madres.
Briosso señaló que la firma “tiene la única vacuna de alto título contra el virus de la diarrea viral bovina Providean DVB AT, es decir que contiene 10 veces más antígeno viral que el resto de las vacunas”. Añadió: “Recomendamos aplicarla junto con la vacuna reproductiva en el pre-servicio, para proteger justamente este período de gestación entre el segundo y cuarto mes, donde se pueden originar los animales persistentemente infectados. Las estimaciones internacionales indican que en un rodeo sin vacunas pueden presentarse hasta un 59% de abortos”.
En vacas, vaquillonas, se aplican dos dosis: 60 y 30 días antes del servicio. El mismo esquema vale para los toros. “Después de haber hecho todo ese trabajo dentro del establecimiento, tenemos que aplicar medidas de bioseguridad para los animales nuevos que ingresan mediante un chequeo”, agregó Briosso.
En el caso de no detectarse la enfermedad, los animales deben vacunarse 30 y 15 días antes de entrar. En todos los casos, la vacunación se repetirá anualmente. Briosso también aconsejó prestar especial atención a la convivencia de los bovinos con otras especies animales, como ovejas, cabras, ciervos, búfalos, cerdos, etc., que pueden ser reservorios de DVB en particular y de otros virus.
“La DVB puede generar grandes perjuicios en los negocios ganaderos. Estamos en la etapa del ciclo productivo indicada para aplicar el plan sanitario adecuado. Vacunando durante la etapa del pre-servicio, podemos obtener más terneros con los mismos vientres”, cerró.