MOSCÚ.- El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, pasó de aliado del Kremlin a paria en un fin de semana, el del levantamiento de fines de junio, cuando tomó instalaciones militares del Ejército y encaminó una caravana con sus hombres en dirección a Moscú. Hoy el avión en el que viajaba se estrelló cerca de Moscú.
Prigozhin no logró su objetivo de forzar el cambio de la cúpula del Ejército. Acusó a los jefes primero de ineptitud en el desarrollo de la guerra de Ucrania, y luego de haber atacado a los mercenarios a sus órdenes.
Desde entonces, se suponía que la vida del líder paramilitar tenía los días contados, dada la costumbre del Kremlin de sacar violentamente del camino a los disidentes. Y solo se conocía su paradero por cuentagotas.
Días después se supo que el Kremlin había brindado un salvoconducto a los mercenarios para trasladarse a Bielorrusia, el mayor aliado de Moscú. El 27 de junio, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, confirmó que Prigozhin estaba en su país.
El 29 de junio, el Kremlin informó de una sorpresiva reunión con Putin. El encuentro duró “casi tres horas”, dijo el vocero presidencial Dmitri Peskov. Putin formuló su “valoración” de las actividades de Wagner en Ucrania y del motín del 24 de junio, agregó Peskov.
Putin “escuchó las explicaciones de los comandantes y les propuso alternativas” para el futuro, añadió el vocero. La más relevante era que se unieran como soldados al Ejército. “Los comandantes dieron su versión de los hechos. Reiteraron ser partidarios incondicionales y soldados del jefe de Estado y comandante en jefe y dijeron estar dispuestos a seguir luchando por la patria”, señaló. Putin confirmó días más tarde la información sobre la reunión, pero no hubo ninguna imagen o testimonio directo de Prigozhin sobre ese encuentro cumbre.
Hubo que esperar al 20 de julio para verlo reaparecer en persona. Fue con un video distribuido en Telegram. Allí les dio la bienvenida a sus combatientes en Bielorrusia, los alentó a prepararse para ir a África y volvió a lanzar furibundas críticas al mando militar ruso que llevaba adelante la guerra, que consideraba una “desgracia”.
“Lo que está ocurriendo hoy en el frente es una vergüenza en la que no deberíamos participar”, afirmó. La grabación, publicada por su servicio de prensa en Telegram, era la primera prueba en video del paradero de Prigozhin desde la noche del motín.
El 27 de julio, en otro giro de los acontecimientos, Prigozhin reapareció en San Petersburgo, donde mantuvo encuentros con representantes de Níger, Malí y República Centroafricana, en el marco de una cumbre entre Rusia y África que encabezaba Vladimir Putin.
El líder mercenario se refirió al golpe militar en curso en Níger y dijo que los recientes acontecimientos formaban parte de la lucha contra “los colonialistas”. “Efectivamente significa ganar la independencia. El resto dependerá del pueblo de Níger, de si puede gobernar eficazmente”, indicó en un comunicado. Se confirmaba así su regreso a territorio ruso después de su breve exilio en Bielorrusia, como consecuencia de su rebelión armada.
Sus sucesivas apariciones se coronaron con un video aparecido el martes de esta semana, donde Prigozhin se refirió al Grupo Wagner como la máquina de guerra capaz de barrer con los jihadistas. Wagner mantiene una presencia militar significativa en África, donde se alió con los gobiernos de varias naciones, incluidas Mali y la República Centroafricana, con cuyos gobernantes se había reunido en Moscú.
“Estamos trabajando. La temperatura es superior a los 50 grados, tal y como nos gusta. El Grupo Wagner realiza una misión de reconocimiento, haciendo a Rusia aún más grande en todos los continentes y a África aún más libre”, declaró en su video, compartido por Telegram. Las imágenes lo mostraban sosteniendo un rifle de asalto, vestido con un uniforme de camuflaje militar, en medio de un paisaje desértico. No precisó en qué país se encontraba.
Prigozhin se presentaba en el video como la “pesadilla” de los jihadistas del grupo Estado Islámico y Al-Qaeda y solicitaba la ayuda de voluntarios que quisieran unirse al grupo para “ejecutar las tareas establecidas y que prometimos cumplir”, proporcionando un número de teléfono y una dirección de correo electrónico para su contratación.
Las aparentes actividades de Wagner en África se producían en un momento de tensión en Níger, sacudido desde julio por un golpe de Estado que instauró una junta militar.
Agencia AFP, AP y Reuters